Seduciendo al Enemigo.

Volvio el chico tonto e idiota.

—Cállate enferma —Moví mis brazos en señal de rendición.

—Contigo no se puede —Lancé el balón de basketball lejos.

—Pero ven.. Nos van a descontar puntaje —Revole los ojos y Calvin suspiro

—Me da igual —No me afectaba mucho tener una mala nota en educacion física

—A ti. Pero mis notas dependen de esta —Camino hacía el balón y me volvió a lanzar. Esta vez la ataje.

[...]

—¿Pero que rayos te pasa? —Gruñi detrás de él —¿Acaso eres bipolar?

Se detuvo en seco y me lanzo una mirada llena de odio y luego entró a los camarines cerrándome la puerta en la cara.

Capullo.

—¿Que pasa? —Preguntó Chad dándome un beso mojado en la mejilla. Que rápidamente limpie.

—Calvin que esta.. Insoportable. —Dije tristemente y continuamos avanzando, realmente no quiero que vuelva ese Calvin tonto e idiota.

—¿Tienes miedo a que vuelva a ser como antes? —Pregunto pasando su brazo por encima de mis hombros.

—Tengo miedo a que vuelva a cambiar, y sea un idiota de nuevo —Confesé.

—Quizá nunca cambio, sólo oculto ese lado idiota, por ti —Su respuesta me dejó callada, quizá tenía razón.

Tampoco ha sido el gran cambio, pero almenos ya no me agrede a cada cinco segundos con insultos.

—Hagamos algo ¿te tinca? —Lo mire confundida —Llamamos a nuestras madres para que venga una a recojernos, le decimos que nos sentimos mal y vamos al cine ¿que tal?

—Estas loco —Sonreí. Tengo al mejor amigo del mundo.

—Se que soy el mejor. Ahora dame cinco minutos —Sacó su celular y llamó a su madre.

—Esperame afuera. Debo hacer algo —El me sonrío, haciéndome saber que me había escuchado.

Caminé con rapidez hacía el camarin, y sin importarme quién estuviese ahí dentro, ingrese a él.

—Calvin —Dije en cuanto mi mirada se topó con la de él —¿Que te pasa?

—Nada ¿por que? —Se veía más calmado.

—Porque estas insoportable —El se encogió de hombros.

—No me pasa nada. Yo nunca fui tu amigo. Y nunca te traté bien como para que notes diferencias en mi —Ouch. Eso dolió.

—Pero.. ¿Y la noche en el bosque? ¿En el lago? Pensé que por último teníamos algo —El rió sarcasticamente y se quitó la playera. Traté de concentrarme en mis pies.

—No. Tu y yo no tenemos nada. Que te quede claro. Sólo fui amable contigo. Vaya error —Y sin más paso por mi lado dirigiéndose a una ducha.

Cuando sentí que mi mundo comenzaba a incendiarse y a consumirse lentamente. La puerta se abrió dejando ver a un Chad enfurecido.

Tanto Calvin -quien se había volteado a ver quien había hecho tanto ruido- como yo quedamos estáticos cuando vimos que mi amigo se dirigía rápidamente hacía él.

—¿Te crees más hombre tratandola así? —Le gritó cuando lo tomó por el cuello

—Sueltame —Le dijo Calvin con aire de superioridad

—Eres un idiota. Un cobarde que tiene miedo a enamorarse por eso tratas como la misma mierda a mujeres. A ti no te gustaría que tratarán así a tu mamá. Maricon —Y esa palabra hizo a Calvin enfurecer. Ya que empujó a Chad y le dio un fuerte puñetazo.

Luego ya todo era un lío, Chad le devolvió un fuerte puñetazo en la nariz, haciéndola sangrar, luego ambos estaban lanzandose combos.

—¡Hey! —Grité asustada. Y un poco risueña —¡BASTA! —Nadie me hizo caso —¡PENDEJOS! Dejen de pelear. ¡Chad! Detente —Y cómo mi amigo me ignoró olímpicamente no me quedo más remedio que: —CALVIN yo te amo —Y ambos se detuvieron, mirándome como si la única loca fuera yo. —No iba enserio. Pero no es necesario que peleen por mi culpa.

Me coloqué rápidamente entré los cuerpos de ambos chicos. Mi corazón se estrujo cuando vi el rostro de Calvin.

—Chad, yo entiendo que me quieras defender.. Pero esta no es la manera —Chad gruño detrás de mi —Y tu Calvin. Eres quien más me decepciona.

Me di la vuelta rápidamente saliendo de los camarines.

Enojada
Con ganas de reír
Decepcionada
Dolida
Y rota a la vez.

[..]

—¿Por que no cogias mis llamadas? —Ignore la voz de Chad y me acosté nuevamente en la cama —Nicole Andrea Stephen Zamorano —Le mostré mi dedo corazón intentado no reír.

—Nisiquiera me llamo así, idiota —Susurre enterrando mi cara en la almohada.

—A ver negra. No me hagas cortarte ese dedito —Sentí como la cama se hundía ante el enorme trasero de Chad —Perdóname.. Oye. Respondeme —Esto era inmaduro de mi parte, pero no iba a responder —Loco, no te enojes. Si el que tiene un ojo negro y el labio partido soy yo —Solté una pequeña carcajada y me senté en la cama.

—Que me ria no quiere decir que te perdone —El hizo un puchero —De verdad que te quedó horrible ese labio.

—Ese gato pega fuerte —Soltamos una fuerte carcajada y lo abrace.

—Gracias por pegarle —Susurre en su oído

—Lo volvere hacer si te rompe el corazón —Me dedico una sonrisa sincera

—Prometemelo.

—I'm promise —Rodé los ojos y me volví acomodar entre las sabanas

—Enciende el DVD y veamos una película. Tienes cinco minutos o me duermo.

—Lo hago en tres..