Que vergüenza.

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Y como recién era comienzo de clases, hoy por segunda vez veríamos a nuestra profesora jefe.

Creo que nos dará un aviso o algo así.

Me senté relajada en mi asiento, y la vi entrar.

-Buenos días chicos. -Todos respondemos al unísono-. -Tengo quejas de ustedes, recién vamos comenzando el año, ¿que pasa chicos? Están muy conversadores, ya están en penúltimo año.

Todos nos quedamos en silencio, apuesto que Marcus, el profesor de Matemática le ha ido con el chisme.

-Por eso les he designado nuevos puestos. -¿Con quien me habrá tocado? Ruego a Dios que sea con el más lindo-. -Emily con Jake. -Estaba nerviosa, mis manos sudaban frío, a todos mis compañeros les designaban puestos que les alegraban. Me dejaron casi de las últimas. Y ahí desee morir. -Nicole y Calvin.

Todos, TODOS, dijeron "Uuuh". Todos sabían que yo y el nos odiabamos a muerte.

Tomé mis cosas, roja de la vergüenza, y camine con frustración a el puesto que estaba a su lado.

-Nicole en la pared. -Dijo la profesora y Calvin corrió sus cosas al otro puesto con una sonrisa enorme.

Al llegar se me cayeron las cosas y todos comenzaron a reír.

-Ya llegó nerviosa. -Dijo Calvin riendo.

-Callate, que vergüenza.

Estuve nerviosa y callada toda la hora, al igual que todos mis compañeros, de vez en cuando miraba mis amigas y ellas me alzaban las cejas, al igual que James, el mejor amigo de Calvin.

Quería morirme.

Dios, ¿porque a mi?

Con un demonio, mi buena suerte es extraordinaria, digo, como puedo ser tan maravillosa. Un día de estos jugaré la lotería.

Tomé mi cuaderno y en una página al asar, comencé a escribir.

Atrapada en mis pensamientos,
Como si fuera un caso indescifrable,
Me gustaría ser la dueña del suspenso,
Por último de su dulce mirada.

Y aunque suene ridículo decirlo;
Lo amo, amo su frialdad, su indecencia, su terquedad, esa manera tan ridícula de ver el mundo. Amo saber que podría salvarlo de todo eso.

Pero supongo que no será más que amor en vano,
Yo jamás tendré alguna de esas cualidades que poseen las chicas que podrían estar a su alcance.

Si como algo, aunque sea un poco, engordo, si me pinto los ojos lo olvido y me los toco con brusquedad cuando comienza a picarme, no he probado ninguna de esas comidas especiales que sólo gente especial prueba, no tengo un estilo definido ni mi ropa es hermosa, mi uniforme no me queda a la perfección, y mi pelo jamás esta lo suficientemente liso y ordenado detrás de mi oreja como me gustaria. Mis cejas no están bien sacadas, mis dientes no están perfectamente alineados, nisiquiera me dejan salir a fiestas.

Y el, merece a alguien perfecta ¿no?, no sólo a alguien que le ayude con las notas.

En fin, algún día sere perfecta, y sabré besar.

Te Amo. C.H

-¿Estas aburrida?. -Salte tan alto que Calvin comenzó a reír y yo tape ligeramente mi cuaderno.

-Algo. -Contesté. El me sonrio y estiro su brazo para quitarme mi cuaderno-. -Ni te atrevas. -Chille empujando su brazo.

-Pasamelo. -Negue-. -Pero pasamelo un poquito. -Vovi a negar y con su mano libre hizo algo que jamás pensé que haría.

Estrelló mi cara en la pared, me mantuvo así, mientras yo estaba a punto de estallar en gritos, moví mis brazos tratando de quitarle el cuaderno, pero el ya lo estaba leyendo, deje de insistir porque el me estaba cargando cada vez más en la pared, y su reacción me sorprendio.

Simplemente me entregó el cuaderno y se recargo en la mesa a dormir. Hasta que la profesora le hablo.

Después de escuchar el melodioso timbre fui a comer algo con Lana, quién me hablaba en todo momento acerca de Calvin.

-Me da lo mismo si se sienta conmigo, o si es raro, o si te toca cada vez que quiere, me va y me viene saber lo que mueres por hacer con él. -Lana me mira de pies a cabeza con la boca abierta.

-Eres una idiota. -Dijo perdiéndose por los pasillos.

"Eres una idiota"

Me repetí a mi misma varias veces, hasta crear una vocecita ridícula imitando a Lana, reí para mis adentros y seguí esperando la fila para poder comer algo.

(.....)

Eres una idiota, eres una idiota.

Le saque una pista a esa frase, al estilo conga( conga, conga, con¡ga!).

Bueno, cantaba por los pasillos cuando choque con la espalda de..

-Coloca mas cuidado, enferma. -Dijo Calvin, arreglandose la ropa-.

-Ups.. -Entramos a detención, y había un chico con acné sentado al final.

Silencio. Silencio y luego risas, de parte de Calvin y el chico, por un momento pensé que se reían de mi, pero luego seguieron riendose de un video, o algo así.

El chico se despidio de Calvin, y me dio una mirada coqueta, al salir.

-Mirenla, no sabía que te gustaba Jim -Jim, así se llamaba.

No le respondí, me da igual lo que piense.

Me sente en la mesa del profesor, y lo mire fijamente a los ojos, el comenzó a caminar hacia mi, y al llegar colocó su mano en mi pierna, al mismo tiempo que golpeó su cabeza con el borrador(de madera con género), de pizarra.

-Ahora si me las pagarás. -Gruño saliendo de la sala.

No volvio más, y tampoco vinieron a ver si estábamos cumpliendo nuestro castigo.

Así que despues de una hora me atreví a irme.

Camine hacía la puerta y..

-Cielos.. ¡Ayuda!, ¡ESTOY ENCERRADA!. CALVIN. -Grite, grite y grite.

Finalmente me deje caer en la puerta, y comencé a llorar.

No de miedo, si no de cansancio.

¿Porque Calvin me odia?

Después de llorar unos minutos, eternos. Donde todos los sentimientos salian a la luz, donde me dolía saber que no sere mas que la "enferma" para el, que nunca volvio, y que no le importa que muera de hambre o de frio aquí, simplemente se fue.

Iba a llamar a mamá cuando la puerta se abre, dejando ver a un Calvin, sonriendo, aunque no por mucho.

Me miro a los ojos y dejo de sonreir, de seguro donde me vio llorar. Camine pasando por su lado, como si no lo hubiera notado, simplemente.

Esto es guerra Calvin.

Seduciendo al Enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora