CAPÍTULO O1: Un nuevo despertar☔

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PUNTO DE VISTA DE WENDY

A fuera llueve con mucha fuerza. Las grades gotas resuenan con el tejado de mi casa formando una perfecta melodía. Pero yo nunca tengo tiempo a oírla ya que siempre llego tarde al instituto. Mis notas no son proporcionales a mis retrasos, sino que atendía en clase, presentaba los trabajos a tiempo, y sacaba buenas notas, pero desafortunadamente estas facultades no ayudan al retraso matinal. Imaginaos ahora el alumno - que todos tenemos- más despistado de tu clase. El mismo que llega más tarde que nunca, el mismo que tiene que estar castigado toda la tarde por su larga ausencia en la primeras horas. Pues súmale una hora más de retraso y esa soy yo. Pero esa no es la quistión, la quistión era llegar a las siete en punto o de lo contrario me expulsarían del instituto por acumulación de partes de retraso. Me visto. Me pongo la sudadera negra de VANS, los tejanos rotos por las rodillas y las Adidas superstar y me voy. Aun llueve a fuera, suerte que no me he planchado el pelo y solo me he puesto un moño. Son las 06:57 am, me pongo a correr entre todos los obstáculos que me pone la lluvia. Mientras corro siento como un golpe muy fuerte en mi hombro me hace caer sobre los sucios charcos de lluvia de la acera. Miro quien esta sobre mi espalda, es una chica, que por lo visto tiene mucha prisa. Me mira, vuelve a mirar la tienda, da un suspiro y se levanta rápidamente. Me ayuda a levantarme, y me dice:

- Rápido corre.

- ¿Porque? -digo confusa.

- ¡Solo corre! - me ordena.

No entiendo que pasa, me coge del brazo y me empuja con ella para que corramos. Tres chicos nos adelantan también corriendo de una forma desesperada. Me atrevo a mirar atrás, hay un gran hombre persiguiéndonos con el móvil en la oreja. Involuntariamente aflojo el paso y la chica me grita:

- No te gires, ¡recordará tu cara!

- ¿Pero que esta pasando? - digo mientras siento que mis piernas y mi mochila pesan como el plomo.

- Luego te lo explico, ¡sólo corre!

Ahora volteamos una calle donde hay una gasolinera, y lamento que no puedo más. Me dejo caer en el suelo y siento que dicen:

- ¡Corre! - aun seguía gritándome la chica

- ¿Pero quien es esta chica? - dijo un chico con pelo rizado.

La chica me coge otra vez de la mano, y volvemos a correr. Hasta que llegamos a un cobijo. Todos respiran con dificultad, y me miran extrañados. Todos visten de colores oscuros, el del pelo rizado lleva una sudadera negra, unos cascos, y con unos pantalones ajustados también negros. También hay un chico atractivo con tupé que lleva una camisa negra, un skate, y unos pantalones ajustados también negros. Hay un chico que no se despega del móvil que también va totalmente de negro, menos las zapatillas que son blancas, la única chica lleva una chaqueta negra de NIKE y unas zapatillas igual que las mías. Esta, me mira las rodillas y abre los ojos. Me volteo a las mismas, y veo que sangran desesperadamente. Será por la caída que hice cerca de la gasolinera.

- Déjame curarte - me dice la chica rubia.

- ¿Estás bien? - dice el chico del tupé.

- Si, creo que si - murmuro.

- ¿Estáis locos? Noah, hay un testigo de nuestro robo, y además, ¿la traéis con nosotros? - dice el chico del pelo rizado.

- No ha sido idea mía, ha sido de Amanda - dice el del tupé señalando a la rubia.

- No tan rápido, en la ultima reunión dijisteis que no podíamos dejar un testigo así como así, y me refiero, a que caí sobre de esta pobre chica durante la persecución, y el vendedor se pudo haber pensado que era culpable del robo. - dice la chica mientras me vende las rodillas.

- ¿Y la traes con nosotros, aquí? Ahora ya sabe donde nos refugiamos, gracias a ti, tendremos que cambiar de cobijo. Muchísimas gracias Amanda - dice irónicamente el del pelo rizado.

- Puede que la convencemos que no diga nada a nadie. Chica desconocida, a que, ¿no dirás nada? - me dice mirándome a los ojos.

Esa chica rubia es la que tiene el aire más confortable de todos, el del pelo rizado me mira con una mueca, el del tupé me mira con una mirada intimidante, el otro, el único chico del pelo rubio, solo está pendiente del móvil. Vuelvo a mirar a la chica y le digo:

- Claro, no se lo diré a nadie. - y finjo una sonrisa.

Esa no es mi respuesta, ¿por qué dije eso? Quiero saber quien son y porque robaron en esa tienda. Finalmente la chica se levanta, ya me ha curado las rodillas y no me he dado ni cuenta.

- ¡Pues muchas gracias! Nos ayudaría mucho tu silencio - dijo la amable chica con una gran sonrisa.

Todos me miran, no sé que hacer, creo que quieren que me vaya, pero no quiero. Y de repente, un pensamiento inunda todos los que tenía. Miro el reloj, son las 07:12, me levanto rápidamente y digo:

- Bueno, me tengo que ir, llego muy tarde al instituto. - Sin dejar de mirarlos, empecé a correr desesperadamente.

No sé quien es esa gente, mientras las gotas de agua chocan contra mi cara, me prometo a mi misma que volvería a encontrarme con ese grupo, y la experiencia seria única.




Foto del capitulo: Noah Andersen

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