¿Amo a mi vecino? [PAUSADA]

Capítulo 23.

*Narra Rubius*

Esta tarde dejaron salir a ___ del hospital, estamos camino a casa, Cheeto maneja, pero nadie dice nada. Ella solo observa por la ventana mientras toma mi mano con fuerza; yo solo me dedico a verla.

Cada vez que la miro me duele el solo pensar que la lastimaron por mi culpa, y no quiero que vuelva a pasar. Tal vez Fernanda tenga razón, si no quiero que la lastimen lo mejor será que regrese a su país, y no la vuelva a ver, pero esa sería la peor decisión que puedo tomar. La amo, y no quiero dejarla.

___: ¿En qué piensas?- envié mis ojos a los suyos, se veía algo cansada.

Rubius: ¿He? No, es nada. No te preocupes.- solté de golpe con una sonrisa.

___: Confiaré en ti.

Rubius: Sí, linda.

*una semana después*

Rubius: ¿___? 

Nadie respondió.

Rubius: ¡___!

De nuevo, otro silencio. Busqué desesperado por toda su casa, pero no había nadie, ni sus amigos ni ella. Pero lo comprendo, fui un idiota al decirle eso, fue una gran equivocación. 

___, ¿donde estás?

*Narra ___*

Muy bien, les voy a resumir lo que pasó después de llegar a casa en auto de Cheeto: 

<FlashBack>

___: Es bueno estar de regreso, ¿no?

Rubius: Si, claro...

___: ¿Qué tienes?

Rubius: Nada. Subiré tus cosas y me iré a casa, digo no está lejos.-eso se escuchó algo frío. 

Este chico tiene algo, obviamente, soy una chica y puedo detectar eso a kilómetros. Me paré frente a la puerta con una mano en el vientre y hablé fuerte.

___: Rubius, alto.

Rubius: ¿Vez lo que te hice? ¡Estás herida!

___: Ya te dije que no fue tu culpa.

Rubius: Claro que lo fue, ¡si no fuera famoso no hubiera pasado esto!

___: Rubén, calma te.

Rubius: O más bien, si tu no hubieras llegado a mi vida, estaría mejor. No estaría sufriendo ahora mismo por una chica.

Au, eso dolió. Ni siquiera sentí la lágrima bajar por mi mejilla.

___: ¿Eso piensas?-respondí con la voz cortada.

Rubius: Sí, es lo que pienso.-se mantuvo firme.

___: Vete.

Él me miró algo sorprendido. 

___: ¿No me oíste? ¡Vete!

Rubius: ___, yo...

No le dejé terminar, le abrí la puerta y miré hacia el otro lado. Cuando traspasó esta, con todo el dolor del corazón le dije:

___: Y no me busques, esto es el fin.- Y cerré la puerta con un gran portazo. Escuchaba los golpes de afuera por parte de Rubén y diciendo "no era lo que quería decir", pero a mi me lo dejó muy claro.

Corrí como pude a mi habitación y observé a Jane y Mangel besándose. No había notado que ya estaban aquí, ahogué mi llanto y me disculpé. Creo que fue un poco obvio que Jane lo notó y corrió hacia el baño, donde me encontraba en ese momento. No podía dejar de llorar, Rubius había cambiado algo en mi que me agradaba, me sentía segura con él, pero él no piensa lo mismo. Claro que me lo dejó.

Mientras estaba en el suelo abrazando mis piernas, Jane me consolaba aún sin saber nada. Pasaron cinco minutos y salió de ahí, pude escuchar que le dijo a Mangel que hablara con Rubius; parecía adolescente, escuchaba su nombre y lloraba más. Jane regresó conmigo y volvió a abrazarme.

Sobaba mi espalda para calmarme, y lo logró. Me convenció de ir a la sala con los demás, y ahí surgió la platica de visitar a nuestros padres, ya que había pasado demasiado tiempo sin verlos, desde que llegamos aquí. Todos estábamos de acuerdo, nos iríamos por unos días.

<Fin FlashBack>

Y pues eso pasó, nos regresamos a México, de hecho, ya estamos aterrizando. Mientras el avión aterrizaba y hacían todo eso que hacen en los aviones y bla bla bla, yo miraba al infinito. No dejaba de pensar en él, lo amo. 

Sí, lo amo, tanto que daría hasta mi vida por él. Pueden pensar que es una tontería de niños y lo que quieran, pero si, en este pequeño tiempo que estuve con él ya lo amaba. Pero, lástima que Rubius a mi no.