Capítulo 7: "Haciendo nuevas amistades"

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En un parque de una residencia había una ojiazul montando skate

Dios pero que bien se siente volver a esto. Extrañaba demasiado montar en skate. Ya llevaba como una hora aquí en las rampas y para haberlo dejado por mas de un año debido a mis estudios no lo hacia tan mal. Habian varios chicos y como unas cinco chicas como mínimo; pero estaba algo incómoda ya que sentía varias miradas de los chicos mientras hacia las piruetas y muchas más cuando tenía que agacharme para tomar el skate.

Malditos pervertidos.

Volví a subir a la rampa para hacer otra pirueta pero hice un movimiento malo haciendo fatal la pirueta y cayendo en el duro cemento, casi me voy de cara pero actue rápido y puse mis manos para no lastimar mi rostro. Sentí que mi rodilla izquierda tocó el duro suelo, ahora de seguro tendré un moretón en esa zona.

Estaba por levantarme cuando siento que alguien tomó mi brazo. Cuando sentí esa mano, alze la mirada para encontrarme con un chico de cabellera castaña, ondulada y ojiverde, y también para que mentir muy atractivo.

   —¿Te encuentras bien? – escuche la voz del chico.

   —Eh... eh si... si eh gracias – comencé a ponerme algo nerviosa.

   —Eso me alegra – me regaló una sonrisa muy linda, pero que dentadura más perfecta – pero ven levantate, por cierto mi nombre es Mateo.

Me tendió su otra mano y yo sin pensarlo la tomé, él retiró su otra mano de mi brazo. Me impulse un poco haciendo que me ponga de pie, pero cuando lo hice sentí un ardor y como un líquido recorrer mi rodilla izquierda. Dirigí mi vista hacia allí y pude ver un raspón no tan grande pero brotando un poco de sangre.

   —Encantada Mateo, yo me llamo _____.

   —Hermoso nombre tanto como tú – me sonroje por su piropo – bueno _____ yo creo que debemos de curar esa herida – señaló mi rodilla – si es que no queréis que se te infecte.

   —Si claro pero ¿sabes dónde hay una farmacia por aquí?

   —Si se donde hay una pero ¿qué tú no? – puso cara de duda.

   —No, no se donde habrá una – dije mientras negaba con la cabeza – lo que pasa es que yo recién me he mudado aquí a España hace como una semana y no conozco mucho.

   —Olé pues entonces bienvenida a España.

   —Gracias – dije soltando una carcajada.


   —Y... ¿de dónde eres?

   —Soy de _____(tp).

   —Joder pero si tengo a una hermosa latina frente a mis ojos.

Me volví a sonrojar por su cumplido, estuvimos hablando de algunas cosas. Me contó que él también vive aquí en esta residencia, que tiene 21 años y que estudia actuación, luego me ofreció que vayamos a su casa para que su mamá curara mi herida ya que es doctora y hoy tenía turno noche; yo después de pensarmelo unos minutos accedí pero con duda, es que recién lo conozco.

Antes de salir se agachó y tomó mi skate, le dije que yo lo llevaba pero me dijo que no me preocupara y él lo iba a llevar, entonces él estaba llevando el suyo y el mío.

~Tú eres mi zombirella~《Rubius》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora