~Tú eres mi zombirella~《Rubius》

Capítulo 14: "Visitando las calles de Madrid"

  ✨   M A R A T Ó N   2 / 3   ✨ 

~2 semanas después~

《Un fuerte sol había salido en la hermosa ciudad de Madrid, cosa que hizo que nuestra bella protagonista despertara》

El día viernes al fin había llegado y la hora del almuerzo también, así que baje a devorar... digo a comer, lo siento pero muero de hambre, lo que pasa que recién me levantó y ni siquiera he desayunado, por eso que ya me encontraba abriendo la puerta de la cocina con todo y pijama.

   —Buenos días – saludé a Maricielo, la nueva "empleada" (aunque no me gusta esa palabra) de la casa.

   —Buenos días señorita Skyler ¿qué desea de desayunar? – preguntó amablemente.

   —Un juego de naranja, huevos revueltos y un sándwich de pollo, por favor.

   —Estará listo en seguida.

Yo asentí con la cabeza y me senté en una de las sillas de la isla que había en el centro de la cocina.

Observaba a Maricielo como preparaba todo, y me sentí algo mal ya que yo no puedo ni freír un huevo hasta el agua se me evapora, o sea ya se deben dar cuenta lo pésima que soy en la cocina, pero a pesar de eso soy tan masoquista que me encanta ver MasterChef. Pasaron unos diez minutos y ella ya estaba colocando los platos, el vaso y los cubiertos en mi enfrente.

   —Que lo disfrute señorita.

   —Muchas gracias Maricielo.

   —De nada – me dijo con una sonrisa.

Aquella señora (ya está casada, con hijos y tiene 38 años) ya lleva aquí una semana y me he dado cuenta de que es muy buena gente, espero poder llevarme bien con ella al igual como me llevaba con Julia.

Comí todo lo del plato junto al sándwich de un muy buen tamaño acompañado del jugo, termine y me limpié con una servilleta. Ella tomó los trastes y los llevó al grifo para lavarlos. Le volví a agradecer y salí de la cocina.

Luego de desayunar subí a mi habitación y me tumbe en mi cama otra vez, el sueño me estaba atacando de nuevo cuando en eso escucho que mi móvil comenzó a sonar avisándome que había una llamada entrante. Y cuando vi la pantalla me fue inevitable ocultar la sonrisa en mi rostro.

Rubius, era el que me estaba llamando.

Así que rápidamente le contesté.

~Conversación Telefónica~

   —Heeey muyaya – me saludó.

   —Muyayooo – le respondí con un tono de alegría.

   —¿Cómo estás rubia?

   —Pues bien, un poco aburrida pero bien, y ¿tú?

   —Créeme que estamos en las mismas – una carcajada de ambos retumbo en la llamada – pero yo se como hacer para quitarnos este aburrimiento.

   —¿Ah sí? ¿cómo?

   —Que dos aburridos se junten y creen aburrimiento nivel Dios.

Espera, espera... me parece o... ¿me está invitando a salir?

   —O sea que... – me callé.

   —Yeap, quieres salir por ahí a dar una vuelta – propuso.