Un camino que trazar junto a amistades nuevas, sentimientos encontrados, un futuro en planes, secretos, dolor, mentiras por doquier, lágrimas, personas tóxicas, una familia que se destruye a pedazos, una reliquia que nunca debió caer en manos ajenas...
《A pesar de todos los conflictos pasados en la noche anterior muestra bella protagonista se encontraba descansando en su cómoda cama junto a sus tiernas mascotas》
El radiante sol ya se podia apreciar en el bello cielo de la ciudad de Madrid lo que hizo que me despertara de mala gana ya que aún moría de sueño pero mejor decidí despertarme para no desaprovechar este día tan caluroso.
Vi la hora en mi reloj de pared asi que me levanté y me di una ducha rápida. Salí y me puse una ropa deportiva, que eran unos leggins pegados de color negro, un top gris obscuro junto a unas zapatillas nike.
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Me maquillé muy naturalmente (delineador, rímel y labial) y me hice una "coleta de caballo" despeinada ya que claramente tenía ganas de ir a correr un poco, a la vez que sacaba a pasear a Pelusa y conozca mejor su nuevo segundo hogar, el parque.
Baje las escaleras directo a la cocina y me encontré con Maricielo haciéndole el desayuno a Xiomara que estaba con su codo apoyado en la isla de mármol y con su mano sujetaba su cabeza y ya por poco y se caía al suelo de tanto sueño. Me acerqué lentamente a ella y le toqué rápido la espalda.
—No duermas – grité.
La verdad es que yo esperaba que ella se asustara, o sea se asustó pero no gritó aunque la que si gritó fue Maricielo, se volteó espantada mirando hacia nosotras que cuando lo hizo nos empezamos a morir de risa pero no tanto por su susto sino que cuando gritó levantó tanto el sartén que el pancake salió volando y aterrizó en el suelo que segundos después aquel pedazo de masa empezó a ser devorado por Pelusa la cual lo estaba disfrutando; ella siempre nos está mirando mientras comemos esperando a que algo se nos cayera y este momento ella no lo desaprovechó.
—Lo lamento señorita Xiomara, ahora mismo le preparo otro pancake – dijo ella toda apenada por la situación.
—No, no te preocupes Maricielo, la culpa fue mía por estar muriendome de sueño y de Sky por asustarme – me miró y me fulminó con la mirada, pero no de mala onda sino de broma – vamos a ser una cosa, nosotras nos vamos a preparar nuestro propio desayuno y también te haremos el tuyo por el momento que te hicimos pasar.
—Eso me parece muy buena idea – dije con una sonrisa.
—No señoritas Carter yo no puedo permitir que ustedes arruinen sus manos en esto, además sus padres me pagan por atenderlas ya que es mi trabajo.
—¿Pero que dices? nosotras tendremos mucho dinero pero no somos mancas eh – le respondí sinceramente – o bueno por mi parte no lo soy, acanga – señalé a Xiomara con un movimiento de cabeza – si ya no se.
—Hey que yo tampoco soy manca – dijo riendo – ni que tuviera unas manos delicadas.
—Bueno entonces cerrado, nosotras haremos hoy el desayuno.
