Versión de Alexander

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CENA DE NEGOCIOS
( contado por Alexander)

Han pasado tres meses desde la última ves que te vi. Aún recuerdo el dolor que había en tus ojos.
Lamento tanto no amarte.

Hoy tengo una cena de negocios. Ahora soy socio del dueño de uno de los mejores bufete de abogados de la ciudad.
Lucy me ha acomodado el nudo de la corbata, a pesar de tantos años usándola aun me queda chueca, tu siempre la acomodabas. Siempre.
Lucy es una chica genial, sabes.
Es guapa y atenta.
La quiero.

Cuando entramos al restaurante saludamos al Sr. Mikaelson y me presenta todos los miembros del bufete. Hace dos semanas conocí a su hijo, al igual que yo, es un reconocido abogado, aunque ya no trabaja como antes, es por eso que he entrado yo.
Lucy y yo nos sentamos al final de la mesa y tomamos una copa de vino. Es linda, cálida, cariñosa y graciosa, es muy ocurrente. Me estaba platicando de sus aventuras en otras ciudades, reíamos por sus hazañas. Le di un trago a mi copa y entonces te vi, me atraganté.
Llevabas el vestido negro que tanto me gustaba, te veías preciosa, a pesar de que estabas mas delgada, el vestido se ceñía a tus curvas. Como siempre llevabas poco maquillaje, el suficiente para resaltar tus pequeños ojos negros y tu carnosa y linda boca. Pude notar que ahogaste una risa por mi reacción, en realidad me sorprendió que no te rieras a rienda suelta, como era tu costumbre.
Después me percaté de que no estabas sola, estabas con un hombre y sentí una punzada en el estomago.
Mis ojos viajaron del hombre a ti, varias veces. Por fin te reiste.
-Alexander? -dice el hombre y fue entonces cuando le presté atención. Era Ian Mikaelson, técnicamente, mi jefe.
Enseguida me levanté y Lucy conmigo.
-Te presento a mi novia, Hannah Fitzgerald. Hannah, él es el mejor abogado de la ciudad, Alexander Donovan.
Me quedé atónito. De todo lo que dijo sólo había escuchado: "te presento a mi novia" y lo dijo con una voz que pareciera que no hablaba de ti sino de un trofeo. Y eso me molesto.
Sin embargo tu me mirabas con satisfacción.
Pude ver que disfrutabas de mi incomodidad.

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