SOY ABOGADO

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Capitulo 22

-Ahora me darás consejos de ligue?
-¿Qué? -pregunté atontada, siempre que lo veía a los ojos era como si me hipnotizara.
-Lo tomaré en cuenta - dijo y me guiño un ojo y entonces reaccione.
-Y eso del guiño, que te funciona con todas, ten por seguro que conmigo no.
Me dio una sonrisa torcida que, en ese momento, me pareció perfecta. Y estaba segura que por esa sonrisa habían suspirado muchas.
- ¿ Estas segura? - dijo inclinándose sobre la mesa quedando su rostro a centímetros del mio y mirándome directo a los ojos, lo que hizo que se me acelerara el corazón - Porque, podría jurar que te gustan mis ojos...y mucho.
Me aclaré la garganta.
-Sí - dije apenas en un susurro, Ian se acercó más. Podía sentir su aliento entrando en mi boca. Cereza.
Era en todo lo que podía pensar, su aliento huele a cereza y me pregunté como sería probarlo de sus labios.
Pero la pregunta que, en realidad, debería estar haciéndome era, ¿Podría besarlo? En serio, ¿ podría ser capaz de besar a alguien mas sin pensar en ti?
-Sí, ¿qué? - preguntó. Y me vi deseando probar sus labios, me vi saboreando él sabor a cereza en el aire. Me vi besándolo.
Sabía que él lo esperaba, era por eso que me provocaba, esperaba que yo avanzara el resto del poco espacio que nos separaba. Estaba a punto de hacerlo, estaba a punto de besarlo, estaba a punto de dar el siguiente paso hacia tu olvido... Y llegó Melani, inmediatamente me hice hacia atrás y agache la mirada. Pude escuchar a Ian soltar el aire con exasperación.
La mesera Melani, pareció no darse cuenta de su intromisión, porque sonrió alegremente como si nada. Dejo nuestros platos sobre la mesa y se fue dándole una ultima mirada a Ian.
-Entonces ... - dijo Ian, tomando loa cubiertos y cortando un trozo de omelett
-Entonces... - lo imité y sonrió
-Eres soltera y te gustan mis ojos.-dijo decidido
-Nunca he dicho tal cosa
-Tampoco lo has negado - dijo y se metió un trozo de omelett en la boca, lo masticó, lo saboreó, lo tragó y volvió a hablar.
-¿A qué te dedicas, Hannah?
Tomé mis cubiertos y corté un trozo de mis hotcakes, no le contesté.
-¿A qué te dedicas tú, Ian? - estaba a punto de meter el tenedor a mi boca cuando contestó.
-Soy abogado - el tiempo se detuvo, se me cayó el tenedor y sentí una punzada en el corazón.
-¿Te encuentras bien? - me preguntó Ian - Te has puesto muy pálida.
Tomé aire y sonreí.
- Estoy bien.- dije y tomé el tenedor de nuevo y comí, aunque ya no tenía hambre.
Ahora veía a Ian y te miraba a ti, un maldito abogado. No era justo. ¿Por qué todo me tenía que recordar a ti?

Terminamos de almorzar en silencio, creo que Ian notó mi cambio de humor o tal vez ya se dio cuenta que soy un desastre del que no conviene enamorarse.
A pesar de las protestas de Ian yo pagué él almuerzo.

Hola!
Lo subí lo más rápido que pude!
Sé que tiene algunas faltas de ortografía, hay dispensen, pero lo subí a la carrera...😁
Gracias por leerme...besos

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