Sasuke llevaba a Naruto cargado al hombro. Había intentado despertarlo por todos los medios, pero no había habido manera. Y eso le aterraba más que nada. Había perdido mucha sangre. Tenía mucha fiebre. Se estaba muriendo. Y no podía hacer nada para evitarlo.
Sí. Podía hacer algo. Tenía que sacarlo de allí. Tenía que salvarlo.
Desde la muerte de su madre, todo en su vida había sido oscuridad. Itachi se había apoderado de toda su vida, le había metido la obediencia a golpes, le había hecho temer a todo y a temerse a sí mismo. Se había convertido en un fantasma, movido solo por las órdenes de un psicópata narcisista.
Hasta el momento que ese idiota le invitó a su casa. Le trató como si lo conociera de toda la vida, incluso cuando nunca le había visto. Como si él fuera realmente alguien. Y había empezado a sentirse así. Todo había sido oscuridad, hasta que, de repente, todo fue luz.
Su luz.
Una repentina explosión en el hombro le hizo caer al suelo en medio de un chillido. Naruto rodó levemente hasta chocarse contra la pared contraria. Aún respiraba, muy levemente.
El moreno se interpuso entre él y el atacante. Se quedó paralizado de terror. Incluso cuando se había decidido a no mostrárselo nunca más.
-¿A dónde te crees que vas, hermanito?
.
Había anochecido para cuando llegaron al edificio. Kushina y Minato no se habían separado: era como si se apoyaran entre ellos para no desmoronarse. Kakashi, Rin y Obito estaban un poco más atrás, examinando atentamente el edificio para descubrir cualquier pequeño signo de actividad reciente. Orochimaru y Kabuto estaban un poco apartados del resto, cada uno metido en su mundo.
-¿Crees que es aquí? -susurró Rin, sacando la pistola. Kakashi la imitó.
-No lo sé. Pero tenemos que tener cuidado... Nunca se sabe qué podemos encontrar.
-Asesinos, torturadores, estafadores... hay una gran lista. Y no sabéis cuantas personas hay ahí dentro. Es una locura -trató de disuadirles Obito.
-Lo es. Pero no vamos a dejar morir a ese chico sin intentarlo -para sorpresa de todos, fue Kakashi quien respondió. -Rin, vamos a revisar el edificio.
-Voy con vosotros -se adelantó Kushina.
-No, es demasiado peligroso, Sra. Uzumaki...
-No os estaba pidiendo permiso -replicó ella. -Yo también he sido policía, también he sido entrenada para esto, y puedo defenderme perfectamente. -se acercó a Kabuto y le quitó -quizá con demasiada brusquedad- el arma que guardaba en la tobillera. Comprobó la munición -no había demasiada disponible en una pistola- y se la guardó en la cintura de los pantalones.
Minato se sacó un revólver del pantalón, dejando a todos un poco sorprendidos.
-Soy hijo de mi padre. Me esperaba algo como esto. Yo también voy.
-¡Qué bien! -Orochimaru se rio. -Toda una fiesta. -sacó también una pistola, tendiéndole la PDA a Kabuto. -En cuanto te haga una señal, llama a la policía. Para todos, eres un mero transeúnte que ha oído mucho alboroto, y lo que parecían ruido de disparos. Y él -señaló a Obito con la cabeza- nunca ha estado aquí. Si hay problemas, lárgate, o te meterás en líos.
Obito asintió. Kakashi y Rin no pudieron evitar sonreír: sabían que Obito no haría ni caso.
-Muy bien. Vamos allá.
Como si fuera una señal, un disparo fue su pistoletazo de salida.
.
-Itachi... -gruñó, encarándose con su hermano. Se colocó como mejor pudo para cubrir a Naruto, pero no sería muy difícil para Itachi librarse de él para matarlo.
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Sentencia(dos).
FanfictionTodos tenemos secretos. Pueden parecer inofensivos... pero, ¿y si no lo son? ¿Qué pasa cuando alguno de esos secretos te estalla en la cara? ¿Y qué puedes hacer si esos secretos ni siquiera son tuyos? ¿En qué puedes confiar cuando todo lo demás fall...