Promesas

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Hermione permaneció en la lechucería por un tiempo más luego de que Snape la dejara ahí sin mas; un poco molesta, pero tratando de entender la situación, opta por ir al castillo antes de que los Carrow hicieran de las suyas. Bajaba las escaleras, pero justo antes de llegar a la planta baja, en uno de los huecos nota algo fuera de lugar, se detiene y observa, descubriendo un pequeño papel, que al parecer esperaba ser entregado, lo toma para ver el remitente o algo que le dijera de que trataba, pero un dibujo en forma de rayo en el sobre le fue suficiente para saber, recordó a Neville, y suponiendo que él tenía que ver, decidió por ir a buscarlo.
Se dirigió directo a la Sala de Trofeos para buscar al chico ahora cabecilla del ED, bajó e imponiendo presencia, para varios que la vieron, parecida al nuevo director, llamó con voz firme.

-¡Longbottom!-

Y ante la mirada de asombro de varios de los grandes y la mirada de miedo de varios de los más pequeños, el chico de cabello oscuro se aproximó serio.

-¿Si?-Dijo secamente
-Haga el favor de seguirme...-Le ordenó mientras subía las escaleras nuevamente.

El joven miró a sus compañeros, les hizo una señal de que todo estaba bien, y siguió a la castaña escaleras arriba. Caminaron en silencio por un largo rato hasta llegar a una de las aulas vacías del quinto piso.
Hermione le pidió que se apartara, mientras ella, con su varita realizaba un hechizo silenciador en todo en lugar. Luego de terminar, se gira para ver al chico quien simplemente esperaba a que ella hablara.

-¿Te has comunicado con Harry estos días?- Sabía que la pregunta fue directa, pero debía obtener la confianza del joven en ciento por ciento.
-¿Hay algo que usted sepa de Harry que nosotros no profesora?-

La castaña se impresionó, vaya que había cambiado el joven frente a ella, en casi un año, maduró y se volvió un gran líder, pero a la vez esa actitud le estaba complicando las cosas en ese preciso momento, al igual que a Snape tiempo atrás, por lo que debía calmarlo y volverlo un buen aliado, claramente sin él saber más de lo estrictamente necesario.

-¿Neville? pregunté primero...y esto no es un juego-Le cortó seria.
-Lo mio tampoco es un juego profesora...pero ¿cómo...?-
-¿Puedes estar seguro si confiar en mi? simple, si realmente los quisiera perjudicar esto estaría en manos de otra persona...-Le interrumpió la castaña, mientras sacaba el sobre de su bolsillo.

Neville al ver lo que ella tenía mostró nerviosismo e incomodidad, y, aclarando su garganta simplemente se arriesgo a confiar, por alguna razón al ver a esa castaña le costaba pensar mal de ella, a pesar de verla siempre con ese murciélago traidor.

-Bien... usted gana...Harry está pensando en venir... pero sin plan, ni nada, solo piensan llegar, la carta era para que nos preparásemos cualquier cosa, y yo le respondía para que nos diera una pista de cuando vendría, y cómo lo podríamos ayudar...sabíamos que la lechucería estaba cerrada, y por ahí pensamos que podríamos enviar la carta, pero justo usted y...el profesor...Snape-Dijo las ultimas palabras con evidente desprecio.

-¿No crees que fue riesgoso el llevar una carta a la lechucería?¿qué hubiese ocurrido si otro la hubiese encontrado? el dibujo no es muy cauteloso...-Dijo con un tono molesto la castaña.
-Bue...bueno-Dijo un poco avergonzado el joven, meditando el error.
-Lo bueno, para ustedes, es que fui yo quien lo encontró, ahora, lamento decirte que no te podrás comunicar con Harry hasta que llegue al castillo, a partir de este momento yo me haré cargo, te mantendré informado, y si no puedo hablarte le diré a Ginny, y por el momento tendrán que entrenar solos, yo ya no puedo ayudarlos en eso, pero la casa seguirá habilitada en los mismos horarios...-Le dijo un poco más amable.

Neville asintió y ambos salieron del aula en completo silencio, ya era de noche y a esa hora nadie podía andar por los pasillos excepto las personas autorizadas según los turnos, por lo que Hermione le da un papel con su autorización y le ordena que se dirija directo a su "sala común" y evite encontrarse con ciertas personas.
Luego de perder al joven de vista se dirige a la biblioteca por un libro sobre la historia de Gryffindor, esperando por fin encontrar algo más que le ayude a dar con el tan escondido horrocrux.
Camina directo al estante donde se encuentran los libros sobre los fundadores de Hogwarts, saca uno sobre la historia de Godric Gryffindor y con su varita lo achica y lo guarda en su chaqueta para irse a su habitación y así leerlo sin correr el riesgo de que algún entrometido mortífago la amenazara con delatar su verdadera posición.

Recuerdos de TerciopeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora