Fakeland

Hermanas

De regreso al campus le conté todo a Adam, absolutamente todo.

Al principio creo que pensó que estaba bromeando y no lo culpó, porque ¿cómo puede alguien enamorarse de una persona que jamás ha visto. Y luego darte cuenta de que estudian el la misma universidad y que la persona que creias tu mejor amigo te estaba engañando. Y por otra parte estaba su hermano que al principio no sabías que era su hermano y aparecen los dos en la misma noche?

En verdad era mucho para asimilar.

Y tampoco lo culparia si pensara que estoy loca.

Estaba en mi habitación, acostada en mi cama con una de las almohadas sobre mi cara, tratando de pensar que hacer. No estaba segura de como manejar esta situación, me daban nervios incluso de abrir mi laptop o ver mi celular.

Por alguna razón recordé un pequeño cuaderno que tenía hace ya varios años, en donde escribía cualquier frase o cita de algunos escritores o actores que en verdad me gustaba.

Me levanté de la cama y me dirigí a mi pequeño escritorio, abrí uno de los cajones y lo busque hasta el fondo. Era un pequeño cuaderno con estampado de leopardo rosa.

Comencé a hojearlo y encontré una página que decía "Fakeland" y bajo de esto había un texto:

Aún que muchas personas piensen que ser parte de este mundo es una pérdida de tiempo, que hacerte pasar por un personaje es infantil, ellos verdaderamente no entienden lo que es ser FAKE, donde encuentras buenos amigos, y hasta te llegas a enamorar, donde no importa la distancia, porque los sentimientos son reales. Por eso yo amor ser Fake.

Pasé las páginas y habían más frases, entonces lo cerré y lo abrí en cualquier página al azar.

Y encontré una frase que era la única que están escrita en rojo las demás estaban en negro:

Dile que sí, aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contesta que no.

Deje de nuevo el cuaderno en el cajón del escritorio.

Me dirigí al balcón de mi habitación, hacia frío pero igual no me abrige, sólo llevaba una camiseta y un pantalón de pijama.

Aunque te estés muriendo de miedo.

Solté un gran suspiro, tenía que hacer algo con esta situación no puedo evitarla para siempre.

Mi celular sonó.

Volví a entrar a la habitación. Vi el número y no lo tenía registrado:

- ¿Hola?

- ¿Shai?

- ¿Si? ¿Quién habla?

- ¿Acaso no me conoces? Soy tu hermana.

- ¿Ana?

- ¿A caso tienes más hermanas?

- Bueno ¿qué sucede?

- Vaya forma de responder. En fin, estoy en la ciudad y pues nada quería pasar un momento agradable con mi hermanita.

- Estas aquí. Vaya sorpresa. ¿Y porqué no tengo tu número?

- Mi otro celular murió así que tuve que comprar uno nuevo. Entonces ¿vienes?

- ¿Ahora?

- Te estoy hablando ahora ¿no?

- Aggg bueno bueno... ¿dónde estás?

- En nuestro café favorito.

- Vaya hace mucho que no voy por ahí. Llegaré en 15 minutos.