Toda la semana siguiente Mike y yo seguimos viendonos. Bueno en parte era por el mural que termino siendo mas complicado de lo que imaginamos.
- ¿Café? - dijo Mike.
Siempre que termina vamos lo de ese día ibamos a tomar un café.
La primera vez dijo que iríamos un lugar especial para él, nunca me lo imaginé pero terminó siendo el mismo café al que iba con mi hermana. La cara que puso cuando se enteró no tenía precio.
Desde ese día empezamos a hablar de forma más sencilla por así decirlo, esa tensión que sentíamos al inicio desapareció.
Desde entonces empezamos a ir sin falta.
Ya no necesitaba decirle que iba a ordenar él lo sabía: un capuchino de vainilla. También descubrí que a él le encantaba el latte.
- Aguarda sólo terminó esto -dije agregando un poco de pintura con el pincel - sabes...
- ¿Si?
- Al inicio creí que esto quedaría horrible -dije concentrada en lo que estaba haciendo.
- ¿Dudabas de tu habilidad?
- No -dije sonriendo, claro él no podía verme.
- ¿Entonces? - parecía intrigado.
- Dudaba de tu habilidad.
- ¿Qué has dicho?
- Si -dije dando la vuelta y poniendo mi mejor cara de seriedad fingida.
Él tomó un pincel que tenía pintura.
- ¿Lo vuelves a repetir? -dijo amenazandome con el pincel.
Dude unos segundos.
- Dudaba - de - tu - habilidad -lo dije palabra por palabras.
- Considerate muerta. -dijo mientras e acercaba a mi con pincel en mano.
Traté de correr pero él fue más rapido y me tomó de mi muñeca. Traté de soltarme pero era más fuerte que mi.
- Noo déjame ir - dije mientras tiraba de mi brazo, mientras él trataba de alcanzarme con la otra que tenía el pincel.
- Jamás haré eso linda -esa ultima palabra me tomo por sorpresa haciendo que me resbale con pintura que estaba en el suelo. Mike trató de determe pero lo que consiguió fue caer sobre mi.
- Auch!
- Shai lo siento ¿estas bien?
Abrí mis ojos y estaba sólo a centímetros de distancia.
- A...ah...s...si - sus ojos, sus ojos eran tan bellos y sus labios de un rosa pálido.
Ambos nos quedamos en silencio. Él empezó a acercarse a mi y mi corazón empezó a palpitar con más fuerza.
¡Mike va a besarme!
- No respiro.
¡Idiota!
- Lo... lo siento -Mike se apartó de mi y se puso de pie.
Solté un suspiro.
- Y bien ¿iremos por café? -dijo con una sonrisa tendiendime la mano.
- No me lo perdería por nada -tome su mano y me ayudó a levantarme.
- Pero no pienso ir a ningún lado contigo así -rió mirándome de pies a cabeza -eres un vomito de arcoiris.
Tenía pintura por todos lados incluyendo mi cabello.
- Dios! Soy un desastre. -dije viendo mis pantalones cortos y mi camiseta.
- Eres un hermoso desastre -dijo sonriendo.
Sentí como mis mejillas se pusieron calientes.
- No robes títulos de libros.
Él sólo rió.
- Bien vámonos -dijo tomando de mi mano.
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Fakeland
General Fiction¿Fakeland? Pero ¿Qué es eso? A mis quince años no tenía ni la menor idea de que se trataba. Supongo que por cuestiones del destino o aburrimiento, como lo es casi todas las situaciones de mi vida, decidí creaerme una cuenta en Facebook con otro nomb...