21/30. Despedida de soltera ☆

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La mayoría de las veces solemos pensar que las personas de nuestra entera confianza jamás harían algo para intentar boicotearnos o meternos en problemas, al menos es algo que no nos cuestionamos, hasta que algo sucede, las vendas se caen y vemos la realidad.

...

- No hagas nada que yo no haría - dice Kenneth besando mi mejilla.

- Pero si soy un ángel - digo haciendo pucheros.

- ¡Hay por favor! - grita Becky desde el auto mientras me
despido de Kenneth en la acera - ¡Ya vale Romeo!. Se nos hace tarde. La diversión no espera. - dice dirigiéndose a Kenneth que la fulmina con la mirada.

- No me molestaría si no la trajeras de regreso- murmura y río por lo bajo.

Algún día me gustaría conocer el trasfondo de porque se detestan tanto. Pero ahora mismo, no tenemos tiempo.

- ¡Kenneth! Se nos hace tarde - apura Tracy asomándose desde la ventanilla del asiento trasero
de la Hyundai.

- ¿No piensan decirme a dónde me están llevando? -Pregunto.

Siento que ya comienzo a extrañarlo. En cierto modo me gusta y me asusta a la vez confundir esa sensación de seguridad que me da Kenneth, con algo más.

- Estás muy distraída - comenta Becky mientras lucha por encender un cigarrillo.

- Te dará cáncer - le suelto como quién no quiere la cosa.

- Mi abuelo murió de cirrosis y jamás bebió alcohol- remata tratando de explicar su punto.

- Como quieras...

Un fin de semana de solteras.
Tratándose de Becky que es la elucubradora de todo esto, temo de sobrema con lo que me pueda llegar a encontrar.

-Tengo un retraso de dos semanas - escupe Mar, a lo cuál Becky frena bruscamente haciendo que todas nos balanceemos hacia adelante y luego hacia atrás.

- ¡Becky!- gritamos todas al unísono.

-¡Perdón, perdón! - se da la vuelta y agrega - ¿Le has dicho a Thomas?

Ella niega con la cabeza.

- Chicas, sólo las estaba informando por si acaso. Además, no es para tanto - agregó mi hermana tratando de ocultar su ansiedad. - ¿Piensan seguir mirándome o seguimos en viaje?.

Suspiro.

- Ahora - digo a Becky - acomoda tu trasero y procura no estrellarnos.

-A la orden jefa- dice Becky haciendo el tí pico saludo militar.

...

- ¿Un velero?. ¿Es en serio?- digo sin poder creérmelo.

Las chicas me observan con
satisfacción.

- ¿Y será todo nuestro por las próximas cuarenta y ocho horas! - enfatiza Tracy.

Un joven rubio con cierto aire a Leo Di Caprio - en sus años de Titanic- sale del interior del velero, saltando agilmente sobre el muelle - presentándose como Trevor - y nos extiende su mano para ayudarnos a
embarcar.

El velero está bautizado bajo el
nombre de Venecia. Pequeñas lucecitas doradas que se encienden y apagan cada tantos intervalos, decoran las barandas de la proa y la popa, hasta el mástil .

...

La pequeña isla artificial en la que descendemos es una especie de Coco Cay pero sin el toque caribeño.

Hamacas color crema penden de los árboles invitando a que uno se recuerde a contemplar el atardecer que ya se encuentra próximo a llegar.

Las cabañas decoradas rústicamente poseen la comodidad justa y necesaria
para dos personas. Estas, a su vez, están comunicadas entre sí por senderos de madera en los que a ambos lados afloran las aguas del Atlántico. Es irreal y hermoso a la vez.

...

La cena resulta divertida entre
monólogos de stand up y concursos de Karaoke.

- Eres una pésima cantante- dice Becky.

- Jamás hice alarde de ser la mejor- le respondo tirandole un trocito de pan.

- Por Zoe - dice Tracy levantando su copa - Que como cantante, es un excelente oyente.

- ¡Por Zoe! - dicen todas al unisono.

Después de la media noche , cada una regresó a su pequeña cabaña. Algunas mas animadas que otras. Di un ultimo bostezo antes de apagar la lamparita y luego me acomode entre las sabanas. Me sentía exhausta. Me removi de un lado a otro, tenia sueño pero no lograba conciliarlo. Me faltaba algo.
Cuando estuve a punto de darme por vencida, un susurro se poso en mi oreja. Olia a sal y testosterona. Pegue
un respingo hacia el otro lado de la cama y prendi la otra lamparilla.

- ¿Pero.. que dem...Trevor?- dije para mi sorpresa - ¿¡Que crees que estas haciendo aquí!?- exigi.

- Mmmmm ... eso depende - me
responde con voz ronca y arrastrandose por encima de la cama hacia mi.

Mira niño - digo saltando de la cama y apuntandolo tal cual madre enojada reprendiendo a su hijo - No tienes nada que hacer aquí. Asi que largate.

- Tengo ordenes de hacerla pasar una noche inolvidable - dice con voz seductora rodeando la cama y poniendose frente a mi.

- ¿Ordenes?- digo frunciendo el ceño.

En mi mente una idea se hace lugar. Alguien me pago un Gigolo. Y ese alguien se las va a ver conmigo. ¿Quien podria haber sido? ¿Mar? ¡Lo dudo! Es fiel creyente de la monogamia y lo que ello implica. Ademas, es obvio que
adora a Kenneth. ¿Tracy? Ni hablar. ¿Pagar a un tipo para que le metan los cuernos al hermano? Eso seria demasiado siniestro. Siniestro, la palabra justa, para la culpable justa. Becky.

Antes de que Trevor irrumpiera en mis pensamientos, logre atrapar su babosa lengua entre mi puño. Osea, ¿que clase
de idiota pretende seducir a una mujer con la lengua afuera? ¿Acaso pensaba lamerme la cara?.

- ¡Mira idiota! - digo amenazante - Sera mejor que mantengas tu lengua - digo aprentandola a lo que el gime - y tus bolas en su lugar. O te cortare lo
uno y lo otro. ¿Se entiende?- El asiente con la cabeza y cuando le doy via libre se marcha a toda prisa.

Voy al lavabo a lavarme las manos y sin pensarme dos veces voy al encuentro con Becky. El hecho de que este tratando a toda costa de boicotear
mi relacion con Kenneth comienza a desquiciarme .

...

Capítulos cortito pero al menos después de una buena espera, peor es nada!

Treinta Veces No Debo Desear [ Finalizada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora