Hechicería diabólica

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Narra Nora:

– ¿Esposo? ¿Y qué hace aquí con "su esposo"? – espeto Scott furioso, era evidente el enfado en su voz.

–Al parecer ella no sabía, mira Scott será mejor que hablemos después, Vee no sabe que estas vivo y mucho menos lo que eres, y creo sinceramente que es mejor así –la verdad era que temía que Vee dejara a Gavin por Scott, sabía muy poco de lo que había pasado entre ellos y aunque mi mejor amiga siempre había sido la fuerte, la muerte de Scott había marcado algo en ella y la había cambiado.

En ese momento Patch apareció por la esquina de la calle y camino hacia nosotros.

–Vee se ha ido, he pedido a Gavin que me llamara cuando estuviera mejor-me informo.

–¿mejor? –pregunte confundida– ¿Qué ha pasado?

–Cuando te fuiste Vee comenzó a decir incoherencias, no dijo nada en concreto, unos segundos después se desmayó, ayude a Gavin a llevarla a su coche y le pedí que nos informara –Patch me miro y luego a Scott– ¿Qué sucede? –pregunto.

– ¿Qué sucede? –el sarcasmo de Scott no me agrado nada, ni la forma en la que se dirigió a nosotros– sucede que ella no debería volver, sucede que ni siquiera debería de haberse casado con él, sucede que ese tal Gavin es un idiota que no la merece y Vee ni siquiera lo quiere –espeto Scott.

Me sentí un poco incomoda ante su comentario el cual había sido dominado por los celos era más que obvio.

–Scott...–comencé, pero me interrumpió.

–Necesitamos hablar–dijo observándome, luego miro a Patch–los arcángeles quieren que investigues a Devon Fray les han llegado rumores de que se le ha visto paseando con Ángeles caído–concluyo.

–Eso es imposible–dijo Patch cruzándose de brazos–no hay Ángeles caídos... no aquí, he estado monitoreando a los pocos que quedan y ninguno ha estado aquí mientras viajamos a Inglaterra.

–Exacto, creen que Devon pudo encontrar la forma de utilizar la hechicería diabólica para regresar a los caídos a la tierra, es por eso que necesitan que hables con el–Scott se dirigió a Patch.

–Bien, lo haremos mañana, los jueves pasea por el salón de Boo, muchas veces lo he visto jugar contra otros Nefilim, pero nunca con un ángel caído, veré que puedo hacer.

– ¿Por qué no lo buscas ahora? –sugirió Scott.

– ¿Te urge tanto? –Patch lo desafío.

No quería que comenzaran de nuevo, siempre era lo mismo, Patch y Scott no dejaban de pelear, tenían esa linda amistad de odio en la que no se soportaban, pero se ayudaban.

–Deténganse–dije interponiéndome entre ambos–hay que enfocarnos, Patch, ve e investiga más sobre Devon, presiento que él no sedera a la primera, y que podríamos perderle la pista, Scott, necesito que investigues cuantos Ángeles caídos hay en Coldwater.

–Bien... te veré en casa en dos horas, si no estás ahí matare a nuestro principal testigo–amenazo Patch.

–Tranquilo estaré bien, solo necesito hacer un par de cosas y asegurarme de que Vee esté bien–por instinto gire para ver la expresión de Scott al mencionarla, pero tenía una mirada perdida en el rostro.

Patch asintió y se fue trotando lejos de nosotros.

–Scott deberías...–de nuevo me interrumpió, eso ya se le estaba haciendo costumbre.

–No... necesito hablar contigo ahora–me dijo serio.

– ¿Es sobre Devon? Por qué de ser así debiste decirlo antes de que Patch se fuera... ya sabes...

–Nora...–y ahí estaba de nuevo interrumpiéndome–no es sobre él, de hecho, no es sobre nadie, no es nada...–me miro dudoso antes de negar con la cabeza– ¿sabes? Olvídalo, no era nada.

–Scott, por favor.... – le suplique, estaba segura de que él tenía un secreto que contar, pero no confiaba lo suficiente.

–Olvídalo–Eso fue todo lo que me dijo antes de marcharse.

Esa noche Patch dijo que iría a un bar en el que había visto a Devon, le dije que iría con él, pero insistió que sería más sospechoso que apareciéramos hoy ahí y mañana en el salón de Boo, así que se fue el solo.

Salí de la ducha y camine hasta la cocina en el pequeño departamento que habíamos rentado, tome mi teléfono de la encimera y vi tres llamadas perdidas de Patch.

Sabía que algo estaba mal.

Entre en la sala de estar, aún con la toalla enrollada en mi cuerpo, en busca de mis botas, pero la silueta en mi sillón hiso que me detuviera.

–Estuve ahí–dijo con un tono de voz que jamás había escuchado de el–desde hace meses he estado ahí, ella no me ha olvidado.

Di un paso más cerca de él, escuchando atentamente.

–Es extraño que no te haya dicho algo, creí que serias la primera en saber, creí que me reclamarías, pero ni si quiera te lo dijo.

–No... –dude un momento, pero sabía que detrás de su oscura silueta había lagrimas–no comprendo–susurre.

–Me asignaron como ángel a Vee–susurro Scott–trate de no aparecerme frente a ella, pero me fue imposible, hace meses que ella me ha estado viendo, creo que cree que me imagina... estuve en su boda, ella no lo quiere, lo sé.

–Scott... ¿por qué no me lo dijiste antes? –estaba completamente sorprendida ante su sinceridad y sobre todo ante su confesión, Vee lo había estado viendo todo este tiempo y no me lo dijo...

–Yo...–Scott se cortó cuando escuchamos el golpe en la puerta–se levantó y me tomo del brazo hasta que entramos en la habitación–vístete, susurro.

Entre en el cuarto de baño con unos pantalones ajustados y una playera suelta, me los puse lo más rápido que pude y Salí a la habitación, Scott me tapo la boca y me jalo hacia el ropero donde permanecimos en silencio, mi espalda estaba contra su pecho.

El hombre que había golpeado la puerta había irrumpido en la habitación, camino hasta la cama y miro debajo de ella, reviso en el baño y antes de salir por la puerta de la habitación mi teléfono sonó de nuevo.

El hombre lo tomo de la cama donde lo había dejado y contesto.

Escuche que contesto.

–Ella no está aquí, pero la encontrare antes de que llegue a él, no debe estar lejos–dijo el hombre–Jev no podrá destruirnos de nuevo, esta vez acabaremos con su querida Nefilim.

Cuando el hombre estaba por salir Scott se apretó más en el closet dejando caer una caja, entonces me encontraba en el suelo y Scott se abalanzaba sobre el hombre, él me había empujado lejos.

Me levante lo más rápido que pude, pero justo cuando intente lanzarme contra el hombre en ayuda de Scott, algo frio fue enterrado en mi costado, dejando caer sangre y una especie de sustancia brillante.

Era delvicraft, entonces algo golpeo mi cabeza y no había más que oscuridad.

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Hola personita que ha llegado hasta aquí, espero que te haya gustado mi historia y que sigas cada capítulo hasta el final.

Me gusta mucho que comenten y dejen su opinión.

Hush Hush: ReverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora