22.Axel...

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Bostece.

Eran las 3:46 A.M. y yo no podía dormir.

Mi teléfono estaba tirado por algún lugar de la habitación vibrando como loco.

No pensaba tomarlo.

Dios, enserio que necesito un abrazo de alguien, de quien sea.

Suspire mirando mi habitación oscura en puro silencio.

Me acosté en la cama y me tape con la sabana. Cerré los ojos buscando sueño, pero no lo conseguí.

Por mas que quisiera, no podía dormir.

Hice una mueca y abrí los ojos.

Una idea de repente llego a mi mente. Hace mucho que no lo hacia, pero en este momento era lo que mas necesitaba.

Tome mi almohada y camine hasta la puerta. La abrí y mire el oscuro pasillo por el cual se extendían las habitaciones de mis hermanos.

Volví a suspirar mientras me acercaba a la puerta de Leo.

Pose mi mano sobre la perilla y la gire. Empuje despacio la puerta abriéndola.

Entre en silencio a la habitación de Leo. Y cerré la puerta tras de mi.

Camine lentamente a su cama y observe. Se encontraba plácidamente dormido con la boca abierta.

Acerque mi boca a su oído y susurré.

-Leo.

Leo se removió algo incomodo y abrió los ojos, los dirigió hacia mi.

Tengo suerte de que se duerma tarde, así cuando lo despiertas en la madrugada es bastante fácil ya que no hace tanto se durmió.

-¿Leah?- Murmuro mientras se pasaba las manos por los ojos y yo me separaba- ¿Que pasa?- Pregunto extrañado y adormilado mientras me miraba.

-No puedo dormir- Conteste simplemente.

Él suspiro y se hizo a un lado en la cama.

Sonreí.

-¿Te he dicho que te quiero mucho?- Pregunte con inocencia mientras me acostaba a su lado y en arropaba con la manta.

Leo suspiro mientras el también se tapaba con la manta y me daba la espalda.

-Si, si, lo que digas. Duermete- Murmuró adormilado.

Sonreí y lo abrace por la espalda. Así dormiría mas fácil.

***

Sentí como alguien mencionaba mí nombre por lo que abrí los ojos y parpadee varias veces para acostumbrarlos a la luz.

Volteo para ver lo que hay a mi al rededor. Estaba en la habitación de Leo.

Mire hacia el frente de la cama donde Leo estaba terminando de ponerse una camiseta.

En su cabello habían algunas gotas de agua al igual que en su cara. Se notaba que había acabado de bañarse y recién salia de la ducha.

-Buenos días Bella Durmiente- Dijo burlón Leo.

Frunci el ceño algo confundida.

-¿Que hora es?- Murmuro y Leo mira su reloj de muñeca, voltea a verme y contesta.

-Las 2:37 P.M.- Se encoge de hombros y yo abro los ojos como platos.

-¡¿Y ustedes no me despertaron?! El fin del mundo...- Murmuró provocando que Leo ría.

-Es que Aaron salio a las 6 de la mañana a quien sabe donde. Chad no ha aparecido en todo el día. Scott no quiere salir de su cuarto por estar jugando vídeo juegos y yo le quede dormido hasta tarde- Explicó y tosió un poco después.

Mis Hermanos y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora