Capítulo 4- I

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Momo

Sonó la alarma del móvil a las seis de la tarde. Me puse el bikini y bajé a la piscina a encontrarme con mis padres y esperar allí a mi mejor amiga.

Estaba en la butaca y vi por el pasillo que conectaba la recepción con el comedor a Zane. Me saludó con la mano y yo le respondí al saludo. A los cinco minutos pasó por el mismo sitio James, seguido de Harry. El primero hizo lo mismo que el anterior, en cambio Harry se quedó mirándome mientras caminaba. Yo tenía las gafas de sol puestas así que aproveché a que no me podía ver los ojos, e hice como la que estaba distraída mirando hacia otro lado. En otras palabras, lo evité. Evité contacto visual con él, con mi ídolo que luego se convirtió en mi espía, quién pasó a ser mi pareja de baile para más tarde ser mi enemigo mortal, hasta que volvió al papel de mi "amante bandido" como yo lo llamaba.

Un mensaje me alegró la tarde, era de Mónica y decía que venía para el hotel. Llegó a Torquay sobre las cuatro, pero por el ajetreo de las maletas y ordenar todo, habían salido ahora de su casa.

Llegaron al cabo de quince minutos más o menos, cuando vi a Momo entrar por las puertas me eché a reír al ver su cara de sorpresa cuando vio todo el glamour del hotel, luego corrió hacia mí e hice lo mismo.

-¡Preséntamelos! ¡Preséntamelos! – gritaba desesperada.

-Shhh.- intenté calmarla mientras reía.- creo que están comiendo, los vi hace poco dirigiéndose hacia el comedor.

-Pues corre y vamos para allá.- me gritó emocionada.

-Primero te tengo que contar algo que pasó esta mañana, vamos a mi habitación.

◊♦◊♦◊♦

Cayó la noche y mi amiga se había traído ropa para quedarse a dormir conmigo. Durante la tarde le conté todo lo sucedido.

Nos vestimos para bajar a cenar. En el restaurante había un montón de gente, la mayoría ancianos que se podrían bañar en dinero -o al menos eso parecía-. Los padres de Mónica se quedaron a cenar junto a los míos en una mesa aparte, y Momo y yo cenamos en otra.

Mi amiga comía y no paraba, yo solo probé lo justo y necesario, no me cabía más comida desde la mañana...

Momo, con la boca llena de comida, abrió los ojos como platos y dejó de masticar. Estaba embobada en algo que había tras de mí, así que me giré rápidamente y allí estaban, mirándome con una sonrisa, Zane Miller junto Harry y James.

Mónica tragó toda la comida como pudo y se limpió la boca con una servilleta de tela. Los tres chicos se acercaron a saludarme y quedaron a la espera de que les presentara a la chica comilona que tenía sentada junto a mí.

-Hola chicos, ¿cómo estáis?- les saludé amablemente mientras me levantaba a darles un abrazo a cada uno.

-Muy bien.- dijeron al unísono, los tres con una sonrisa.

-Os presento a Mónica, mi mejor amiga. Ha venido de vacaciones a Torquay pero hoy se queda conmigo hasta mañana.- la chica se levantó tan rápido que un poco más y tira toda la mesa, les saludó.

-Me llaman Momo.- les comentó mientras me miraba con mirada asesina. Odiaba que la presentaran como Mónica, no le gustaba su nombre.

◊♦◊♦◊♦

Las tres de la madrugada y Momo no se dormía. No paraba de hablar y de contarme que había conocido a sus ídolos.

-Señorita Mónica Román, intento dormir así que déjame descansar.- le reñí y pareció hacer efecto. Se calló y quedó dormida en un sueño profundo, lo noté pues no paraba de roncar como un tronco. Sinceramente no iba a poder dormir más con esta chica a mi lado.

MIEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora