>> -¿Mi novio?
Esta mujer estaba loca. ¿Yo? ¿Con novio?
La enfermera quitó las flores semi-secas del jarrón de mi izquierda y cambió el agua sucia por otra nueva y limpia.
-Sí... bueno supongo que será tu novio. Todo este tiempo ha estado viniendo un chico a visitarte cada día y te habla y dice cosas muy bonitas... cada semana te trae flores distintas.
Volvieron a tocar la puerta.
-Ya va, ya va...- La enfermera rió mientras salía de la habitación.
Escuché el murmullo de una conversación ajena a mí y luego entró un chico con un gran ramo de margaritas, lirios, nardos y claveles blancos que tapaban su cara.
Se colocó a mi izquierda mientras ponía las flores en el jarrón con agua limpia que había preparado la enfermera anteriormente. Al terminar, se giró hacia mí dejando descubrir su rostro.
-¡¿Harry?!- grité asombrada, con los ojos como platos.
El chico comenzó a llorar desesperadamente y me abrazó tan fuerte que mi respiración comenzó a ser escasa.
Se separó de mí, mirándome con lágrimas en los ojos. Estaba un poco cambiado: más alto, perfectamente afeitado y el pelo con un corte no tan largo como la última vez que lo vi.
-¿Por qué lloras?- pregunté haciendo que riera. Reía de una forma más diferente... y su risa provocó algo en mí, como si no la hubiera escuchado en años.- ¿Qué ha pasado?
-¿A que te refieres?- se acercó a mí, esta vez serio y cogió mis manos.
-¿Dónde estamos?
Se produjo un silencio por su parte. Pronuncié su nombre de nuevo y suspiró mientras acariciaba el dorso de mis manos.
-¿No te acuerdas de nada?- hice una mueca a modo de respuesta. Me acordaba de todo hasta que... espera. Lo último que recordaba era estar con Zane.- ¿Ni del accidente?
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal.
-¿Qué accidente?- Harry suspiró y rodeó ambos lados de mi cabeza con sus manos.
-Mi vida...- hizo una pausa.- ¿No te acuerdas de aquel viaje a Torquay, por tu cumpleaños?
-Claro que me acuerdo, ahí te conocí y...- cerró sus ojos con un suspiro.- ¿qué pasa?
-No nos conocimos allí... te conocí en el instituto cuando...
-¿Qué? ¡No! Tu tienes tu grupo y yo era tu fan. Estabais de vacaciones y coincidimos en el mismo hotel y un día en la piscina...
-No...- susurró y se tumbó a mi lado mientras acariciaba mi mejilla derecha.- así no fue como pasó... Creo que has olvidado todo lo anterior a tu accidente... En esas vacaciones, en el camino de ida al hotel, había mucho tráfico. Era la primera quincena de agosto y todos salían de vacaciones, juntándose en la carretera coches, motos, camiones, caravanas...
Tragó saliva y paró de hablar. Yo lo miraba atónita, sin creerme el cuento que me estaba contando, y esperé a que siguiera.
-¿Y qué pasó?
-Hubo un macroaccidente... un camión de bombonas volcó y muchos coches de atrás chocaron con él. El pequeño incendio que comenzó en una parte del vehículo llegó a una de las bombonas haciéndola explotar y creando así un efecto dominó. Parecía una película de ciencia ficción.
-Mentira.- repliqué.
-¿Cómo?
-Eso es mentira, Harry. Yo estaba allí y no vi nada de eso.
-No lo viste porque fuisteis vosotros los que sufristeis también el accidente.- dijo, e inmediatamente sentí como todo comenzaba a dar vueltas.- Adriana...- susurró, sin saber a que se refería seguí pensando en por qué Harry se inventaría tal cosa. ¿Y cómo había llegado yo aquí? ¿Cómo me había encontrado?- Eh... Adriana.- volvió a decir y centré mi atención en él, confundida.
-¿Quién es Adriana?.
-Ese es tu nombre...
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MIEDO
Genç KurguCuando un ser humano se encuentra solo en un Universo adverso, en un Mundo no reconocible, hace locuras para mantenerse en sí. La magia del amor, el odio, la ciencia y el gran poder de nuestra mente se mezclan en esta historia. "Miedo. Eso es lo q...