Capítulo 30- Veremos

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No.

No no no no no no.

Por favor no.

Qué hace ella acá?

Cómo entró?

Por qué está sentada en la cama de Gonzalo?

Tenía que venir tan tarde en la noche?

Era necesaria esta visita?

Micaela no entendía como era posible esto. Primero, había una tormenta de nieve afuera. Segundo, ella no podía estar acá. Tercero, ella y Bruno necesitaban estar solos. Cuarto, ella no podía estar acá. Sacudió la cabeza y metió las manos en las mangas de la camiseta de Bruno antes de cruzarse de brazos. Le miró las botas bajas, el chupín de jean azul, y su suéter verde de diseñador.

- Hola?

- No tenés que hacerte la buenita conmigo sabés?

Dijo ella, llevándose el cabello tras los hombros.

- Yo tampoco estoy feliz de verte.

Micaela levantó una ceja y miró a Bruno, que levantó la cabeza y suspiró.

- No tenés por qué ser tan desagradable.

- Dice el pibe que me insultó y avergonzó frente a todos nuestros amigos en la fiesta en casa de Kevin.

Micaela caminó hasta Bruno, pegandose tímidamente a su lado. Él le pasó una mano por el brazo y entrecerró los ojos al acordarse de ese momento.

- Vos me pegaste una bofetada.

- Vos me provocaste.

- Te cerré el orto y te puse en tu lugar. No es lo mismo. Vos te avergonzás sola.

- Sabés

Empezó Francheska, levantándose de la cama de Gonzalo.

- Vos enserio-

- cambiaste desde que llegó Micaela?

Bruno parecía tan aburrido como Micaela culpable. Había hecho que Bruno cambiara? No era su intención. No lo hizo a propósito. Él sacudió la cabeza.

- Ya tienen que buscar otra cosa porque esa excusa ya aburre.

Francheska se dirigió a la cómoda de Gonzalo y revisó todo lo que había allí. Micaela la miró levantar un perfume, abrirlo y olerlo.

- Francheska cómo llegaste hasta acá?

- Por el túnel, obvio. Ni en pedo te camino en la nieve con botas Chanel.

- El.. túnel?

Micaela se alejó un poco y miró a Bruno.

- Hay un túnel?

Bruno sacó su mano de la cintura de Micaela y se rascó la nuca.

- Hay unos cuantos.

- Y vos no... Vos no... Digo...

Mica miró a Francheska, que levantó las cejas, y rodó los ojos. Ella creía que sólo por qué sabía de estos benditos túneles era mejor. Bueno. Pero no era. Quizás un poco... Pero no del todo. Miró a Bruno.

- No ibas a decirme?

- Así tengas otra forma de escaparte de mí?

Bruno sonrió canchero.

- No gracias.

Francheska fingió tener arcadas desde el otro lado de la habitación. Bruno rodó sus ojos y la miró.

En Sólo Dos SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora