- Estoy taaan contenta que hayas pasado.
Micaela le devolvió la sonrisa a Camila mientras caminaban por las inmensas puertas del Berna. Sentía como si estuviera en la cima del mundo. Dos días en el San Antonio y ya sentía toda la fuerza y la confianza que le había llevado cuatro años obtener en Mar del Plata. No había podido dormir cuando volvió a la enfermería ayer. Había pasado demasiado tiempo dando vueltas en su cabeza: era parte del Berna, había superado la iniciación, Bruno la había salvado de que la descubrieran, Cynthia la aceptaba ahora, y le había cerrado el orto a Francheska.
Sí, lo había hecho.
Y otro milagro era que la enfermera Sandra no se dió cuenta que se levantó con ropa distinta de la que se durmió. O tenía Alzheimer o ni la había visto bien. Pero su temperatura era 37, así que podía volver a clase. Por qué estaba contenta con volver a clase? No tenía idea. Pero lo estaba. Como le había dicho, Cynthia mandó a Camila a buscarla en la mañana. Y aquí estaban, a las 6 30 de la mañana, el sol recién saliendo, así Micaela se diera un muy necesitado baño. Enserio quería dejar de oler a planta mojada durante alguna comida. Micaela mordió el interior en su mejilla para contener una sonrisa. Pensar en el desayuno la llevó a pensar en Bruno. Pero su mente no podía enfocarse en un sólo tema para pensar.
Podía darle la gracias por ayudarla anoche? Se sentaría junto a él hoy en nuevo? Podía? Obvio que podía. A menos que cambiaran de asiento todos los días. Pero si él quería sentarse junto a Matt o Gonzalo? Bruno le guardaría un asiento? O vendrían el y los demás chicos del Catania hasta el Berna para acompañarlas al bufet como había visto hace dos días? Pensaría Bruno que era muy niña bien si se ponía un vestido de nuevo? Le molestaría que fuera muy niña bien? Le gustaban el tipo de chica que vive en yogin? Sólo poseía dos yogines, y si tenía que convivir con chicas como Bianca y Cynthia no hay chance que se los ponga de nuevo. Micaela se detuvo a si misma, se iba a volver loca sola. Y por qué? Por nada. Estaba pensando demasiado las cosas. Tenía que relajarse y disfrutar del hoy. Mientras se ponía al día con la clases que se había perdido estos dos días.
- No es que haya pensado que no lo harías o algo. Te tenía toda la fe.
Dijo Camila, pasando los dedos por la baranda en la escalera al tercer piso.
- Gracias.
Dijo Micaela, caminando con su rubia amiga por las escaleras. Micaela se dio cuenta que tenía unos zapatos bastante altos, que combinaban con su suéter y resaltaban su jean gris. Camila caminó junto a ella todo el camino hasta el pasillo del tercer piso. Cuando Micaela llegó a su habitación, la vio abriendo la puerta de la habitación frente a la suya.
Camila señaló con la cabeza la puerta de la habitación de Micaela, sonriéndole ya sabiendo quien estaba tras la puerta.
- Suerte.
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Francheska estaba agachada en el piso de su habitación frente a su parte del armario cuando escuchó la puerta abrirse y cerrarse. No necesitaba levantar la vista para saber que era su enfermante compañera de habitación. Lo que sí necesitaba era encontrar el zapato que le falta a sus plataformas Jimmy Choo. No se dió cuenta lo molesto que sería que el armario estuviera en la parte de la habitación de Micaela hasta que la escuchó revolver en su valija detrás de ella. Francheska observó que todavía estaba a medio desempacar. Estaba planeando irse? Porque Francheska no tendría problema. Incluso la ayuda a volver a empacar si quiere.
Para esto están las compañeras de habitación, no?
Francheska suspiró victoriosa cuando encontró su otro zapato violeta oscuro. Se aliso el vestido de invierno gris topo sobre la rodilla y se calzó las plataformas altas. Se dió vuelta y caminó hasta su parte de la habitación, abriendo la puerta del baño para estar sola un rato antes de esconderse en la habitación simple de Bianca hasta el desayuno. Todo lo que pensaba cuando veía a Micaela era en Bruno, y no era la parte linda de pensar en Bruno. Se miró en el espejo del lavamanos, ajustándose su vincha cinco veces antes de decidirse a salir. Había dado dos pasos en la habitación cuando casi se lleva puesta a Micaela, su toalla y sus productos de baño. Se quedaron paradas, mirándose en silencio por menos de diez segundos antes de que Micaela le sonríera y entrara en el baño.
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En Sólo Dos Segundos
FanficSegún la experiencia de Micaela Viciconte, en toda escuela hay tres cosas: la chica más popular, el chico más popular y algún nuevo alumno. Y su nuevo colegio no será la excepción. Bienvenidos al Colegio Privado San Antonio del Valle de los Arrayane...