- Sos joda, Mar del Plata. No podés haber elegido a ese escarbadientes antes que a mí. Pensé que teníamos algo especial.
- No sé que pensabas que teníamos, Gonzalo. Pero te aseguro que no es nada especial.
Micaela rodó sus ojos, sin voltearse a mirar a Gonzalo mientras ellos y el resto de su mesa caminaba fuera del bufet.
- Mi-au, gatita. Ahora comprendo el dolor de Bruno.
Micaela bajo la vista y se estiró las mangas de su buzo. Bruno. Salió enojado del bufet. Pero quién no lo haría? Si fuera al revés, y el hubiera chapado a Francheska o a Candelaria enfrente suyo y de toda la escuela ella también se hubiera enojado. Y hubiera salido corriendo. A los brazos de-
Ahí estaban. Bruno y Francheska. Sus espaldas hacia Micaela, caminando demasiado cerca rumbo al Berna. Su cerebro está concentradisimo en ellos dos, pero se las había arreglado para seguir el camino al Berna con Camila, Azul y Bianca.
- Hola!!! Tierra llamando a Micaela.
Escuchó la voz de Camila pero no podía darse vuelta y mirarla.
- Quizás todavía está recuperándose del beso.
La voz suave de Azul se hizo escuchar.
- O quizás está recuperándose de ver a alguien más recuperarse de ese beso.
- Bianca!
Murmuró regañandola Camila, como si Micaela no pudiera ver. Pero sí que podía. Era lo único que podía ver. Bruno con sus manos en los bolsillos de su jean y Francheska sonriendole. Los labios de él. Los brazos de ella. Su corazón rompiéndose. No sabía si seguían besándose o estaba viendo mal. Y tampoco quería saber. Sus ojos estaban húmedos y Camila le dió un apretón en el brazo. El intento de consuelo no funcionó. Era Bruno. Estaba besando a otra. Así se había sentido Bruno cuando ella besó a Nacho? Quería volver el tiempo atrás. No quería sentirse así. No quería que él se sintiera así. Nadie tenía que sentirse así.
Con el corazón hecho pedazos.
- No significa nada.
Le susurró Camila cuando se acercaron a ellos, recién ahora despegandose. Micaela cerró los ojos. Quizás no significa nada. Pero para su corazón sí. Trató de calmarse, normalizar el latido de su corazón, concentrarse en el ruido de sus botas en las piedras. Cuando abrió los ojos, Francheska estaba mirándola con odio disimuladamente. Yo también te odio. Micaela le devolvió la misma mirada y se cruzó de brazos. Quería parecer dura y sin afectar, pero seguro que parecía dolida y molesta.
Corrió la vista a la cara de Bruno. Estaba calmada. Como si no hubiera sido visto expresandole su afecto a Francheska públicamente. Quizás Camila tenía razón y no significa nada... O quizás eso era lo que él quería que piense ... O quizás se estaba volviendo loca.
Él miró a Francheska por el rabillo del ojo, sin mover la cabeza, antes de mirarla a ella. Levantó una ceja. Micaela sacudió la cabeza. Estuvieron así por tres largos segundos antes que Micaela decidiera volver a moverse.
- Nos vemos en el center.
Dijo en voz alta, tratando de sonar lo más tranquila posible. Y pareció funcionar, porque Bruno le dió una mirada divertida cuando lo pasó. Esforzándose en no chocar con su brazo al entrar al Berna en su camino a su habitación. Por suerte las puertas estaban abiertas y no tuvo que abrir su puerta con la cédula. Iba a arruinar su salida dramática y casi casual. Quería terminar con este día y llegar a la noche. Pero primero quería tomar clases de kick-boxing e imaginar la cabeza de Francheska en todo lo que se supone que tenía que golpear.
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En Sólo Dos Segundos
FanfictionSegún la experiencia de Micaela Viciconte, en toda escuela hay tres cosas: la chica más popular, el chico más popular y algún nuevo alumno. Y su nuevo colegio no será la excepción. Bienvenidos al Colegio Privado San Antonio del Valle de los Arrayane...