Capítulo 23- Suposiciones

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- Seguro que no querés leer?

- Seguro.

- Seguro segurísimo qu-

- Si, Gonzalo. No lo quiero ver.

- Relajá la pija hermano.

El pulgar de Gonzalo se deslizaba por la pantalla del celular de Micaela.

- Sólo quería cerciorarme.

- No voy a cambiar de opinión.

Murmuró Bruno, mirando el MD de Twitter abierto en su notebook pero sin prestarle atención en realidad. Tenía Twitter como casi todos sus amigos, y casi todos los adolescentes del mundo, millonarios o no.

No tendría que haber dejado el celular de Micaela a la vista de todos anoche cuando se fue a dormir. Pero como es boludo lo dejó en su escritorio y Gonzalo lo vió. La curiosidad iba a matar al gato. Gato = Gonzalo Gravano. Aunque a Bruno también, le había llevado toda su fuerza de voluntad no leer toda la conversación de Micaela y Lucas. Y si Gonzalo dejaba el celular ahora, Bruno seguro iba a terminar leyendo el dichoso chat. Qué? Ustedes harían lo mismo.

- Boludo, Lucas usó una carita feliz.

Gonzalo miró a Bruno desde el otro lado de la habitación.

- Lucas puede usar caritas sonrientes? Usó el paréntesis. No una letra. Ni un emoji.

- Y?

- Y? Es como que mi hermano use una carita sonriente. Los vagos como Max y Lucas no usan caritas. Un guiño vaya y pase, pero no sonrisitas.

@LuzLEreros
Espero q estés visteandome xq te dormiste y no xq estás leyendo ese chat.

@BruSainzMicheli
Yo no. Gonzalo.

@LuzLEreros
Boludo eso es peor!!! Sabés que es estómago resfriado. Peor q mina. Y con flequillo.

Bruno miró a Gonzalo. Él tenía razón. Lucas no era un pibe de caritas sonrientes. Si, sonreía en la vida real. Pero no mandaba caritas por WhatsApp. Tenía que leer esa conversación. De que tanto hablaban que su primo usaba caritas?

@LuzLEreros
Ya la viste hoy?

@BruSainzMicheli
Nos vemos mas tarde, en el desayuno.

@LuzLEreros
Si se lo devolvés rápido no vas a tentarte y mirar.

Bruno se quejó y pasó una mano por su cabello. Por qué tenía conciencia y curiosidad? No podía tener una sola? Mirar ese chat y no sentir a culpa? O no estar tan tentado y dejarse de joder y devolver el teléfono?

- Ahhh Bueno. Ok.

Su atención volvió a Gonzalo, su silla con rueditas girando.

- Qué?

Los ojos oscuros de Gonzalo iban de izquierda a derecha, arriba abajo por la pantalla.

- Nada, nada.

- Te odio puto. Mucho.

- Bue, por qué?

Preguntó Gonzalo, levantando la vista.

- No es mi culpa que te cagués para mirar.

- No estoy cagado. Tengo códigos.

- Yo también tengo códigos y valores boludo. Sólo son un chiquitín diferentes a los tuyos.

- Y ese es el problema.

- Y es por eso que Matt te eligió a vos.

Gonzalo sonrió burlón, volviendo a mirar el celular.

En Sólo Dos SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora