¿Feliz o molesto? Era algo que no sabía descifrar Killua mientras sentado en la cama observaba y escuchaba canturrear a Gon de un lado a otro para cambiarse e ir a donde estaba ese tal Dexter. Killua odiaba ver el estado anterior de Gon, sus ojos apagados y llorosos, su voluntad dándose por vencida a un cruel destino igual al de su madre, por eso no puede evitar alegrarse al verlo tan animado y lleno de esperanza como ahora, por fin viendo un futuro brillante y sonriendo como solo él sabe hacerlo, eso más que nada hace feliz a Killua pero esa felicidad se vuelve confusa cuando recuerda la razón por la que está tan feliz...
Flash Back.
Después de mucho rato de haber visto como su hermana y esos dos animales preparaban un pastel de chocolate para Gon, Killua se extrañó al sentir tanto silenció, demasiado... ¿Es por su estado de ánimo? Definitivamente tiene que animarse pronto de lo contrario se iba a ahogar en tanto silencio. Decidió y a hecharle un vistazo, probablemente estaría durmiendo, por eso es que hay tanto silenció... ¿No? Con prisa inusual fua al cuarto de Gon, un miedo inaudito se había alojaba en su pecho cada que daba un paso para acercarse a la habitación y no sabía el porque, pero lo supo de inmediato al abrir la puerta. Una cama vacía y desorganizada cuyas sabanas se hallaban en forma de cuerda y guindaban por la ventana, los cajones de los armarios estaban en el piso y desvalijados con señas de que lo habían saqueado con mucha prisa, no había que ser un genio para saber que aquí hubo una fuga.
Su mirada oscura se escondió detrás de su flequillo dándole un aspecto sombrío, saco su celular del bolsillo de sus pantalones y marco un contacto, espero a que contestaran mientras escuchaba la voz de su hermana llamándolo.
—¿Onii chan? ¿Pasa algo malo?
—Aún no...—Respondió casi para si mismo dejando más confundida a la chica, se oyó la vos de Lyon contestándole.
—¿Hola?—Decía curioso a lo que escucho la voz grave de Killua ordenandole cosas.
—Lyon ven aquí, trae tu camioneta, unas sogas... no mejor unas cadenas, y también una mordaza—Se rasco la cabeza un tanto incómodo.
—Ummm... ¿Estas bien?
—De puta madre—Cortó y salió de la habitación para dirigirse a la puerta para salir del departamento, tomo su chaqueta del perchero, con suerte el ímbecil Gon no se fue hace mucho y podría rastrearlo. Lyon lo había dicho una vez, escoger un lado y después no llorar por las consecuencias, el que va a llorar es Gon y va hacer por su culpa. Con unos ojos tan oscuros como la noche fue hacia la puerta cuando esta se abrió estrepitosamente dejanbdo entrar a la persona protagonista de sus malos pensamientos—¡Gon!—llamo molesto a lo que el nombrado lo miro sorprendido para sonreírle ampliamente y saltar sobre él con emoción.
—¡Killua!—Abrazó al nombrado por los hombros tirándosele encima y haciendo que cayera al suelo.
—¡Gah!—Se quejo por el impacto mientras Gon frotaba su mejilla contra la suya con un sonrisa de felicidad.
—¡Killua no imaginaras lo que paso hoy!
—¡Te habías escapado!—Se adelanto a decir tomando al moreno por los hombros y alejándolo para que se vieran a los ojos.
—Bueno si... eso también—Pronunció apenado ante la mirada fulminante del albino bajo suyo.
—¿Por qué decidiste volver?—Interrogó tosco intentando reincorporarse pero Gon lo volvió a abrazar tirándolo al suelo nuevamente.
—¡Sé que estas molesto conmigo, pero en verdad paso algo demasiado increíble!
—¡Y una mierda, te escapaste por la ventana como si estuvieras huyendo de una maldita cárcel!
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El monstruo.
RomanceSer diferente es muy difícil lo sé, nadie comprende lo que sufres si no lo percibe y nunca lo ve. Jamás podrás entender, lo pesada que es esta carga que llevo atada a mi vida desde el día en que me vieron nacer. Puedo ver y sentir seres que me rode...