Por la noche, en un bar pequeño y sencillo, estaban un albino con un peli naranja sentados en una cantina y tomando bebidas, el más joven un batido de chocolate y el mayor una cerveza. El menor estaba callado, apoyado en la mesa y en su mano su bebida favorita, su vista estaba fija en algún punto en la pared con un semblante distante mientras el otro solo tomaba y se entretenía con la música del lugar...
—Oye...—Hablo al fin el de ojos azules y el otro lo miro de reojo curioso.
—¿Qué pasa?
—¿Violar a un monstruo es ilegal?
—¿Qué hizo Gon?—Pregunto automáticamente después de la idiotez que acababa de escuchar. Killua se reincorporo y apoyo su espalda en la silla dejando ver su semblante melancólico.
—No es lo que hizo Gon, sino lo que quiero hacerle yo a él pero no lo hago porque no es bueno y haría que nos separemos, y si pasa eso me volvería loco y haría cosas horribles...—Explicó grave bajo la atenta atención del otro el cual asentía entendiendo.
—No te preocupes, tú ya estas cometiendo cosas horribles sin estar del todo loco—Dijo alzando un pulgar haciendo la seña de que todo está bien sacándole a propósito una venita palpitante al albino.
—Cosas peores aún idiota.
—Bueno, dime ¿A qué viene tu repentino estado?—Pregunto intrigado y el menor suspiro.
—Veras esta mañana...
Flash back.
En su cuarto los rayos del sol se colaban entre las cortinas de la ventana dando de lleno en su cara, entre gruñidos iba despertando, a diferencia de Gon odiaba levantarse temprano, abría lentamente los ojos y lo primero que vio fue una linda cara durmiente morena frente a él, dormía plácidamente y en tranquilidad dando a entender que hacía mucho que no dormía así.
(—Ehh... así qué duermes con Gon chan.
—La otra noche no podía dormir así que lo lleve conmigo, me dijo que sería la única vez para no incomodarme.
—Que tierno, debiste usar todas tus fuerzas para no ponerle un dedo encima.
—Ni te imaginas...)
Killua lo miro embobado por un momento, admirando su faceta tranquila y... vulnerable. Inconscientemente su mano se elevó sobre la cara del menor pero al darse cuenta de lo que hacía la cerro en un puño y la alejo hacia sí, suspiro hondo y finalmente se sentó en la cama dándose cuenta que al lado contrario estaba Alluka durmiendo junto a él.
(—Jojo ¿Así que tu hermana se unió a la fiesta también? Que pecado.
—Lyon estas enfermo.)
El albino acarició la cabeza de la menor y se levantó en un bostezo para ir al baño, después de un rato salió ya listo y con ropa casual notando que lo menores ya no estaban. Se dirigió a la cocina y la siguiente escena que vio fue: un oso de peluche con delantal rosa tranquilamente freía huevos y tocino mientras que un gato leía el periódico en el sofá, alguien normal se hubiera vuelto loco o alarmado de ver una escena así pero para Killua eso era pan de cada día, solamente miro con aburrimiento y suspiro.
—Buenos días—Dijo llamando la atención del par, estos se voltearon a verlo y asintieron, para darle entender que le devolvían el saludo, para luego volver a hacer sus asuntos como pedro por su casa.
Killua entendió que esos dos también eran parte de este extraño grupo, así que técnicamente eran "Cinco" los que vivían en ese departamento.
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El monstruo.
RomansaSer diferente es muy difícil lo sé, nadie comprende lo que sufres si no lo percibe y nunca lo ve. Jamás podrás entender, lo pesada que es esta carga que llevo atada a mi vida desde el día en que me vieron nacer. Puedo ver y sentir seres que me rode...