Aquí comienzo. Capítulo 3.

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La primera vez que Baekhyun pisó las calles de Corea con ropa vulgar y maquillaje barato, fue cuando cumplió sus dieciocho años. Apenas y sabía delinearse los ojos, y ni hablar de su vestimenta. Usaba los pantalones una talla más pequeña de lo que deberían de ser, y sus camisas solían revelar parte de su pecho.

Baekhyun conoció a Kyungsoo una noche de mayo; él era un poco más reservado en su forma de vestir, aunque era algo más descarado con los clientes, Baekhyun llegó a pensar que realmente llevaba mucho tiempo en la prostitución (siempre se llevaba a los mejores tipos de la calle o conseguía hasta tres clientes en una noche).

— ¿Cómo lo haces? —Preguntó Baekhyun.

— ¿Cómo hago qué?

— Conseguir mejores hombres—. Kyungsoo sonrió.

— Oh, mi pequeño Baekhyun—. Lo abrazó con uno de sus brazos por sus hombros, luego continuó—. Uno no debe enseñar la mercancía hasta que den más dinero por tus servicios, porque si la ven antes de tiempo...—Unos cuantos dedos tocaron el rostro de Baekhyun, sintió el aliento de su amigo rozar contra sus labios—. Se pueden desanimar—. Y lo besó en los labios.

Desde esa noche le tomó la palabra a su amigo. Comenzó a vestirse normal y aprendió a pintarse mejor. Baekhyun aún no se acostumbraba a ser una prostituta luego de dos años de trabajar en eso. Le daba asco ser tocado por hombres mañosos, por gente tan vulgar y sobre todo, odiaba que lo golpearan durante el sexo.

Pero pareciera que alguien piadoso lo escuchó mientras lloraba en aquella habitación tan sucia. Baekhyun había cumplido sus veinte años cuando conoció a Joonmyun. Se lo había encontrado frente a un hotel barato, y el chico estaba tan asustado que le dio ternura verlo así. No pudo evitar acercarse, porque después de todo, era lindo y parecía tener dinero.

— Hey, ¿por qué tan asustado? —Cuestionó Baekhyun. Podría jurar que ese chico de cabello castaño claro parecía un adorable conejo.

— Me perdí, y ya no sé cómo coño regresar a mi casa.

— ¿Quieres qué te haga compañía? —Se ofreció.

— Te lo agradecería mucho.

Lo que aquel chico de rostro angelical no sabía, es que había aceptado la compañía de un prostituto. Baekhyun no pudo evitar reír al ver el asombro de Joonmyun cada vez que veía a mujeres en mini falda y mostrando casi todo el pecho. Y la boca se le abrió cuando pasaron cerca de un callejón, al parecer alguien estaba teniendo sexo ahí.

Terminaron por entrar en el departamento de Byun. Agradeció que estuviera solo y que Kyungsoo no atendiera a algún cliente en esa noche. Baekhyun le ofreció al invitado sentarse en el viejo sofá café, este aceptó con una pequeña sonrisa.

— Cobro 10 dólares el sexo oral y 20 dólares la hora—. Joonmyun lo miró incrédulo—. ¿No me digas que por "compañía" pensabas que te dejaría en tu casa de la mano?

— No... o bueno... no pensé que trabajaras en eso—. El chico suspiró y se puso de pie—. Te pagaré 30 dólares si me sacas de aquí.

— ¿Entonces si quieres sexo? —Dijo Baekhyun riéndose, Joonmyun se sonrojó.

— ¿Qué? ¡No!

Y así fue como Baekhyun terminó por dejar a aquel chico de sonrisa bonita en la puerta de su casa (no sin antes cobrarle lo prometido, después de todo había perdido una noche de trabajo). Recuerda muy bien aquellas calles costosas, sólo un cliente lo había llevado ahí. Estaba por marcharse cuando el chico de cabellos castaños lo volvió a llamar.

— ¡Oye! Mi primo puede irte a dejar a tu departamento, ¿qué dices? —Baekhyun se encogió de hombros y aceptó.

Un muchacho que aparentaba alrededor de 20 años salió con unas llaves en las manos, posteriormente se subió a un coche rojo que estaba frente a la casa del castaño. Joonmyun le sonrió por última vez, tendiéndole una pequeña tarjeta blanca con su nombre y un número de teléfono. Byun lo miró sin comprender.

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