Capítulo 14. Cicatrices.

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Los recuerdos golpean fuertemente en su cabeza, no quiere escuchar más su voz, quiere alejarse de ella y de sus sucias manos. Tal vez ella siga con él, y su ropa aún siga impregnada de ese asqueroso perfume caro, aquel perfume que aún recuerda y que le dan ganas de vomitar.

Corre por los pasillos y no se detiene a pesar de los gritos que escucha a sus espaldas, solo ve la salida y detiene al primer taxi que ve y sale, sin importarle mucho que parezca un cobarde. Las imágenes que tiene en su mente le están mareando, su vista se nubla y traga seco, odiaba a esa mujer llamada madre.

En ese momento quiere a su refugio más preciado, paga torpemente al taxista y corre hacia su departamento. Sube las escaleras a toda prisa y abre la puerta. Kyungsoo está apenas saliendo de la habitación con su pijama, Baekhyun ha comenzado a llorar tan pronto lo ve. Es como un niño asustado en ese preciso momento y no puede hacer más que llorar.

Kyungsoo lo abraza y lo ayuda a entrar a su habitación, cuidadoso de que su amigo se acueste en la cama con él. No pregunta nada a pesar de la curiosidad, aunque conoce bien a su amigo y sabe que le dirá lo que pasó.

— La vi... ella trabaja...para Joonmyun—. Su voz está quebrada, Kyungsoo parece no comprender.

— ¿Quién?

— Mi madre... Joonmyun sabía que ella...que ella era mi madre.

Kyungsoo no entiende nada ¿la madre de Baekhyun con su amigo Joonmyun? No tenía lógica. Mas no pregunta más y prefiere acariciarle los cabellos hasta hacerle dormir. Los hipidos de Baekhyun poco a poco se convierten en respiraciones tranquilas, hasta que logra quedarse dormido.

Existen diferentes sueños para él, desde los eróticos donde el protagonista es Chanyeol y le hace despertar con un problema entre las piernas, hasta los que le hacían sudar y despertar llorando. Por suerte esa tarde no despierta con ningún tipo de sueño, solo abre sus ojos y mira que aún es de día.

Kyungsoo ya no está en su habitación, solo ha dejado una pequeña nota en su mesita de noche.

"Me fui a coger con Jongin, no me molestes".

No sabe si reír o echarse a llorar de nuevo, trae un nudo en la garganta cuando se pone de pie, entonces se percata que hay otra pequeña nota pegada en la puerta de su habitación.

"Si te creíste eso, no mames, no soy tan cruel, Baekhyun :'( estoy con Jongin en la sala, ¡trajo pastelillos! Te dejaremos el de chocolate para cuando despiertes".

Sonríe como un idiota y se da un pequeño golpe en la cabeza, Kyungsoo era como un hermano para él.

Cuando sale de la habitación, puede ver a Kyungsoo sentado en el comedor en compañía de Jongin. Lo ve feliz, con los ojos tiernamente enamorados mientras le da comer un pedazo de pan en la boca al moreno. Aunque, conociendo a Kyungsoo hace más de cuatro años, eso le causa ñañaras de inmediato.

— Espero que mi pastelillo de chocolate aún exista, chicos—. Los llamados se sobresaltan en sus asientos al escuchar la voz del castaño, Baekhyun se ríe y decide comer con ellos.

Por un momento se olvida del episodio que acaba de vivir en medio de risas, de burlas hacia Jongin y perdiéndose en los pastelillos que Jongin ha comprado de seguro en una repostería costosa.

Su celular comienza a sonar, y Baekhyun no recuerda haberlo dejado sobre la mesa, ni tampoco en las manos de Kyungsoo. Este gira los ojos cuando ve el nombre en la pantalla, y muy a su pesar, contesta.

— Te he dicho como cinco veces que él está bien.

— Estoy en la puerta, abre.

La voz de Chanyeol se escucha a pesar de que Byun no este portando el celular. Se pone de pie y camina hasta la puerta, donde encuentra a Chanyeol y a Joonmyun. La verdad no sabe qué decir, no tiene nada en mente por todo lo que ha pasado en tan solo unas escazas horas. Les hace un espacio para que pasen, ellos obedecen en silencio y toman asiento en la sala como de costumbre.

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