Capítulo 7: El Contemplador...

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Cuando todos se acercaban hacia el lugar donde estaba Argis, vieron una extraña y horrible criatura de un solo ojo, con tentáculos por todos lados y enormes dientes levitar sobre él, por lo que se escondieron tras uno de los árboles, para evitar ser vistos. A los pocos minutos aquel monstruo se alejó flotando entre los árboles...

—¡Buah, qué monstruo tan feo! ¿Será que ya se fue? —dijo Aqüichi.

—Yo creo que sí. Vamos a ver cómo está Argis —dijo Sophie.

Al llegar al tronco caído, donde habían dejado a Argis, lo llamaron:

—Argis... Argis... ¡Ya puedes levantarte! —en vista que no respondía, Sophie y Aqüichi comenzaron a quitar las hojas...

—¡Ohh! ¡Noo! ¡Por todos los Dioses! Esa horrible criatura lo ha convertido en piedra ¿pero cómo pudo eso suceder si la criatura solo flotaba sobre Argis? ¡Ohh Zeus! ¡Solo me alejé unos minutos! ¿Cómo pudo ese monstruo malvado hacerte esto? —dijo Sophie consternada, mientras lloraba junto a Aqüichi sobre el cuerpo de Argis.

El señor búho se acercó a ellos y respondió:

—Justamente por eso hermosa doncella, porque es un ser perverso... La criatura que le hizo esto al cíclope es un "contemplador".

—¿Contemplador? —preguntó Aqüichi.

—¡Sí pequeña! Es un ser monstruoso y malvado de excepcional inteligencia, muy agresivo y avaricioso. Y aunque hacía muchos siglos que no se sabía de ellos, por estos lados lo conocemos como "el ojo tirano", una criatura de cuerpo globular con un ojo gigante, y con unos 10 pedúnculos largos. Su cuerpo tiene una gran dureza y actúa casi como una armadura. Los pedúnculos también tienen ojos y están situados en la parte superior de la esfera de su ojo. Además tiene una enorme boca con dientes afilados.

El ojo central puede lanzar un rayo anti magia que le permite bloquear cualquier tipo de magia dentro de su campo de visión. Los demás ojos tienen distintas funciones; uno puede hechizar, otro provocar sueño, transformar en piedra, mover objetos por telequinesis, lanzar un rayo desintegrador, provocar lentitud en el adversario y lanzar el "rayo de la muerte". Si pierde un pedúnculo en combate sólo necesita una semana para que le vuelva a crecer y estos son muy útiles para pociones mágicas de levitación.

—Pero ¿Cómo es que puede flotar, señor búho? —preguntó Aqüichi.

—Los contempladores pueden levitar y desplazarse flotando a voluntad, pues no tienen pies. Esta agilidad en sus movimientos permite que puedan esquivar fácilmente otros ataques y, esto, unido a la magia de sus ojos, los convierte en seres muy poderosos.

—Es usted muy sabio señor búho, pero, ¿ya no regresará verdad? —preguntó paíto.

—Confiemos en los Dioses que así sea —dijo el señor búho.

—¿Y cómo podemos revertir lo que ese monstruo le ha hecho a Argis? —preguntó Sophie preocupada.

—Como dije, hace muchos siglos que nadie sabía de ellos, muchos pensamos que se habían extinguido... Vamos a tener que pensar juntos en una estrategia y usar la historia a nuestro favor, para usar el poder del contemplador en su contra, es probable que la sangre del ojo central sirva de antídoto para revertir el daño ocasionado al cíclope; es sólo una teoría, pero podríamos intentarlo...

—¿Algo así como cuando Perseo usó su escudo contra Medusa? —preguntó Sophie.

—¡Sí pequeña! Algo así —dijo el señor búho— pero antes debemos saber dónde tiene su guarida esta criatura. Ya casi está anocheciendo, vayamos todos a casa de "papá búho" él puede saber dónde podríamos encontrarlo y cómo podríamos ayudar al cíclope.

Argis, El Cíclope ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora