-En unos segundos mi esposo Jordan vendrá a buscarme, y nos iremos por unas horas-miró sus uñas rosas postizas-. ¿Podrás quedarte?
Pegué mi lengua al paladar y acomodé mi cabello.
-Ella no puede-Dylan me interrumpió-.Además, ¡no nos hace falta una niñera!
Subí mis cejas y traté de aguantarme la risa.
-¡Dylan, la última vez que quedaron solos, dejaron toda la casa sucia de barro!-tocó su cabeza-. Aún no entiendo cómo hicieron para dejar huellas en el techo.
Abrí mis ojos como platos y alcé mis dos cejas. Dylan se puso rojo.
-¡Fue idea de Cami!
La pequeña lo fulminó con la mirada y le pegó un tremendo un pisotón.
-¡¿Y le haces caso a una niña de seis años?!
Dylan abrió su boca, pero luego la cerró.
«No saben lo que daría por grabar todo esto».
La bocina de un auto se oyó afuera y la señora Parker acomodó sus pechos.
«Creo que tendré un trauma de por vida».
-No tengo tiempo para esto-dijo mientras tomaba su bolso y, antes de cerrar la puerta, agregó:
-Suerte.
-¡Sí, puedo quedarme!-exclamé ya con la puerta en mis narices.
Unos almohadones volaron a mi cara, pero logré atraparlos.
-¡Yo no quiero una niñera!-chilló al igual que un niño Dylan.
-¡Y yo no quiero cuidar a un niñato mujeriego!-bufé-. Pero necesito el dinero.
Y sin pensarlo dos veces, le lancé los almohadones a su asquerosa cara. Dylan los esquivó y se fue a su habitación hecho una furia.Peor que una mujer en sus días.
-¿Quieres dibujar?
Cami me miraba con brillo en sus opacos ojos.¿Cómo negarse a esa sonrisa?
-Claro-le sonreí y nos dirigimos hacia unas sillas.
Tomé el papel y comencé a hacer mi obra de arte.
-¿Qué es eso?-la risa de Cami se hizo presente en el ambiente.
La miré alzando mis dos cejas.
-¿No es obvio? Es un pato.
Ella negó.
-Eso es una banana.
-Pato.
-Banana-apretó sus dientes y arrugó su nariz, lo cual me produjo un poco de miedo.
-¡Está bien! ¡Es una banana!-me crucé de brazos enojada-. Y usted ¿qué dibujó,señorita perfecta?
Cami me sonrió y me mostró su dibujo.
-¡Un unicornio!
Fruncí mi frente y luego la miré.
-Los unicornios no existen.
-Sí existen-cerró sus ojos y miró hacia otro lado.
-¡No existen! ¡Créeme,My Little Pony es una farsa!
-¡Mientes!-arrugó su nariz y golpeó la mesa con su puño.
«Tranquila, Eli, es solo una niña, hay que seguirle el juego».
-Tienes razón-me apoyé en la silla-, los unicornios existen al igual que los zombis.
Cami frunció su ceño.
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ESA NIÑERA ES ¡MÍA! © [✔️]
Teen FictionMi nombre es Eli, solo Eli. Si me dices Elizabeth, juro que te secuestro y vendo cada parte de tu cuerpo al mercado negro. Ya están advertidos. Como habrán visto, soy una chica con un gran sentido del humor y me encanta cuidar niños. Repito y acl...