CAPÍTULO 9: Esto no se va a quedar así

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El viernes de la semana siguiente llegó, la semana había pasado bastante tranquila pero tuve que hacer demasiados esfuerzos el fin de semana pasado, para ocultarle a Tomas donde trabajaba, aunque sinceramente, la idea de dejar aquel trabajo llevaba rondando mi cabeza varios días, aparte de que no podía seguir ocultándole a Tomas mi trabajo por mucho tiempo, este no concordaba con mi vida de ahora, que había vuelto a ser una vida sencilla y tranquila.

-Hasta luego chicos.-Emily cogió un donuts de encima de la barra separadora de la cocina antes de marcharse a trabajar. Yo la sonreí a modo se respuesta.

-Adiós Emily, que tengas un buen día.-Emily le mostró una sonrisa a Tomas antes de salir por la puerta.-Parece que a Emily le vuelvo a caer bien.-Se llevó un bocado de tostada a la boca antes de mirarme fijamente.-Sin embargo...Rachel, no parece muy contenta con que hayamos vuelto.

-Ya las conoces, Emily siempre es amable con todo el mundo y Rachel es así de antipática.-Le intenté tranquilizar con una sonrisa y un leve beso en los labios después.

-Oye, y cambiando de tema.-Bebió de su café y volvió a mirarme.-Me vas a decir de una vez ¿dónde trabajas, que te tiene ocupada las noches del viernes y el sábado? porque te conozco suficiente si no diría que trabajas en una discoteca, haciendo a saber qué cosas.-Me puse nerviosa inmediatamente y supe que había llegado la hora de decírselo.

-Pues veras.-Suspiré intentando encontrar las palabras adecuadas.-Quizá sí que cambié un poco, porque Rachel terminó convenciéndome de trabajar en una discoteca, en la discoteca Amber.-Solté todo el aire que había retenido y me levanté para dejar mi taza de café en el fregadero.

-¿Que? pero ¿y de que trabajas? camarera supongo.-Giró sobre su asiento para mirarme, aunque yo le daba la espalda fregando algunos platos y vasos de la cena de ayer.

-Bueno, no exactamente.

-¿No exactamente?-Se levantó y camino hasta mi para coger suavemente mi muñeca y hacer que le mirara.-Ali, ¿qué es lo que haces en esa discoteca?

-Bailo.-Me encogí de hombros y seguí con lo que estaba haciendo, pero el volvió a girar mi cuerpo para poder volver a mirarme.

-¿Bailas? Ali, esa no eres tú, ¿bailar?, ¿me estás diciendo que eres gogo?-Me miró seriamente y sorprendido.

-Sí, soy gogo, no es nada malo Tomas, me lo paso bien bailando.- Le dije yo empezando a molestarme su actitud, pues por mucho que cuando él me conoció yo me hubiera reído como una posesa de lo ridículo que sonaba que yo trabajara en una discoteca bailando, ahora, las cosas habían cambiado y había disfrutado cada baile descubriendo una parte de mí que desconocía completamente y no me disgustaba en absoluto.

-Pero es que tú no eres así, no te gusta ser el centro de atención, y trabajando de gogo lo eres, y encima de miles de niñatos, una estudiante de medicina como tú, en una discoteca nocturna.-Me miraba incrédulo y mi molestia seguía aumentando.

-Aun no soy estudiante, además ni siquiera sé si quiero estudiar medicina.

-¿Pero qué?, Ali, ¿qué te pasa?, ¿ahora ni siquiera sabes si quieres estudiar?-Me miraba asombrado, pero era la verdad, la medicina ya no me interesaba tanto, me empezó a interesar cuando Tomas me habló de ella, pero ahora ya no estaba segura de lo que quería hacer.

-Tranquilo que aunque no esté segura, voy a estudiar medicina, me han dado una beca para estudiar en Oxford y no la voy a desaprovechar.-Me quité los guantes de fregar y subí a mi habitación. Estaba a punto de meterme en la ducha cuando sentí los pasos de Tomas entrando a mi habitación.

EL ODIO DEL DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora