CAPÍTULO 17: La curiosidad mató al gato

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Me había quedado dormida con las caricias de mi hermana y cuando desperté eran aproximadamente las nueve de la noche.

-Puedes irte ya a casa cariño, yo me quedaré con ella.-Mi padre me hablo desde el marco de la puerta sonriente.

-No, vete tú, necesitas descansar más que yo.-Le aseguré restregándome los ojos para despejarlos.

-Está bien, volveré mañana temprano para que puedas irte a cambiar.-Se acercó para darme un dulce beso en la frente.-Gracias.-Fue lo último que dijo antes de marcharse.

Después de comprobar que el estado de mi hermana era estable y de que todo estaba bien, decidí salir a tomar un poco de aire y poder aspirar un poco de humo de tabaco. Llevaba ya dos meses sin fumar, pero todo esto me superaba y necesitaba un cigarrillo urgentemente.

-Espero que no sea nada grave.-La grave voz de un hombre tras de mi me sobresaltó.-Lo siento, no pretendía asustarla, soy Andrew.-Un hombre de unos 40 años más o menos, de cabello azabache y ojos esmeralda me tendía la mano alegremente.

-Alison.-Le correspondí el saludó y después Andrew se encendió un cigarrillo.

-¿Y bien?-Insistió.

-Mi hermana padece leucemia.

-Vaya, lo siento muchísimo.-Andrew me miró con compasión.

-¿Y usted porqué está aquí?

-Es un poco complicado, pero la madre de mi hijo está muy grave y me pidió verle una última vez.

-¿Y puedo saber cuántos añitos tiene?-Le pregunté sonriente

-Cuatro añitos, se llama Matt.-Se le iluminaban los ojos al hablar de su pequeño hijo y eso me enternecía.

-Debe de ser un niño muy guapo y dulce.-Le sonreí tiernamente imaginándome al pequeño.- ¿Pero no es un poco pequeño para que entre a estos lugares?

-Sí, no me gusta nada la idea, pero según me dijo su madre cuando me llamo después de tantos años, no durara mucho en esta vida por desgracia.-En sus ojos no vi ni pizca de alguna emoción y eso me intrigó bastante.

-Lo siento.-Le dije sinceramente, sería muy duro para ese niño perder a su madre con tan poca edad, y más lo tendría que ser para su madre al no poder verle.

-Bueno debo de irme ya a mi casa, mañana tengo que traer a mi hijo, alomejor volvemos a coincidir y le conoces.-Me sonreía alegremente.

-Claro, me encantaría.

-Adiós Alison, encantado de conocerla.

-Igualmente.-Me despedí de él.

__________

La noche había pasado demasiado lenta y aburrida, no conseguía dormirme y ya había salido más de cinco veces a fumar, en cambio Natasha seguía durmiendo, no se había despertado ni una sola vez.

Mi padre había llegado al hospital a las siete y media de la mañana y yo aproveche para volver a mi antigua casa, descansar un poco, llamar a mis amigas para informarles de todo y después de darme una relajante ducha volver al hospital.

-Oye cariño, espera.-Mi padre que estaba en la puerta de entrada me paró antes de pudiera seguir mi camino.-Tu hermana está acompañada y creo que no quiere que estemos allí.

-¿Qué? ¿Quién esta con ella?-Pregunté confusa

-No lo sé, antes de que llegara esa visita me pidió que me marchara y no he podido ver de quien se trata.-A mi padre se le notaba igual de confuso que yo.

-Pues lo siento, pero yo voy a entrar.-Me daba igual lo que hubiera dicho Natasha, había bastantes cosas en su vida que tenía que explicar, nunca me ha importado nada relacionado con ella, pero ahora todo era distinto y necesitaba saber muchas cosas, si quería perdonar, era una de las cosas que el doctor Brown me había dicho," tienes que aprender a perdonar".

-Alison espera, si tu hermana ha querido que no estuviéramos será mejor esperar.-Mi padre intentó retenerme, pero yo era una de las personas más testarudas sobre la faz de la tierra y era completamente inútil.

-Papá, suéltame porque sabes que es inútil.-Suspiró y apartó su agarre.

No sabía el motivo, pero mi corazón iba a mil por hora y una especie de ansiedad se había apoderado de todo mi cuerpo mientras caminaba apresurada por los pasillos del hospital.

Tan solo un paso y un movimiento de mano y sabría quién era aquella visita que mi hermana nos había impedido ver. Suspiré muy hondo y conté hasta tres...

Uno

Dos

y tres...

No entendía nada, absolutamente nada, estaba en estado de shock, y mis ojos se movían en ambas direcciones, sobre las dos personas que se encontraban frente a frente, mi hermana con ojos de súplica y la persona que estaba en frente echando humo por todos los poros de su piel, hasta que su cabeza giró y su mirada se estrelló con la mía, calmándolo al instante y sustituyendo su irá por sorpresa.

El mundo es un puñetero pañuelo...

Edward, esa era la persona que se encontraba en la misma habitación que mi hermana y yo, y un torbellino de emociones se instaló en mí, sin saber muy bien si llorar, reír, asustarme o salir corriendo, porque tenía frente a mí a la persona con la que he compartido intensas cosas, a la persona que a pesar de todo no consigo olvidar y cada día he estado soñando con volverle a ver, aunque no fuera lo mejor para mí, según mi psicólogo y sin embargo no había pasado ni un solo día en el que su imagen no fuera lo último que viera al acostarme y lo primero al despertar.

Y a pesar de querer engañarme a mí misma diciéndome que ya era alguien de mi pasado, no era así, no, porque ahora estaba aquí, a unos metros de mí y lo único que quería era lanzarme a sus brazos y decirle que ya estaba curada, que la mujer que él conoció estaba de vuelta.

Pero de repente, como un balde de agua fría, la imagen de él y Lauren, se posó en mi mente y todo se rompió, ya solo quería entender que era lo que estaba pasando y porque estaba él en la misma habitación que mi hermana mirándola con tanto odio como los encontré.

-Alison le dije a papá que esperarais fuera.-Mi hermana habló inaudiblemente debido a su estado, pero ninguno de los dos le prestaba atención, simplemente no podíamos apartar nuestras miradas, llenas de sorpresa y confusión, pero sobre todo de amor, de mucho amor y esto era lo que más odiaba de toda esta historia, de él, que me hiciera sentir tan indecisa, que me hiciera querer devorarle y al segundo querer matarle y al siguiente segundo querer lanzarme a él y al siguiente....lo odiaba, odiaba este sin sentido, estos cambios en mi cuando él estaba cerca, lo odiaba y me encantaba a la vez. "Pero ahora hay algo más importante que resolver" me dije a mi misma, preparada para algún tipo de explicación.

-Y yo necesito saber que es lo está pasando.

Espero sus votos y opiniones, son muy importantes de verdad.

Un beso enorme :)

EL ODIO DEL DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora