CAPÍTULO 14: Te quiero

6K 314 23
                                    

Al día siguiente, Edward tuvo la valentía de entrar en el apartamento donde había vivido ese cruel infierno y recoger mis cosas. Afortunadamente Tomas, se encontraba en la universidad y no tardó mucho en empacar mis pertenencias.

-Hola.-Me dijo con una sonrisa, mientras dejaba la maleta y mi pequeño neceser en una esquina de la habitación de su amigo Brian.

Yo me había pasado desde que llegué ayer, metida en la reconfortable cama, no me atrevía a salir de allí, no me sentía con fuerzas para enfrentarme al mundo de nuevo, no aún.

-¿Cómo estas hoy?.-"¿cómo quieres que este?" horrible, no me sentía yo misma, no era yo, algo estaba roto dentro de mí.

Le miraba sin saber que decir, con miedo de hacer que mi voz sonara de nuevo. Edward caminó hasta la cama y se sentó en ella.-Por favor Ali, necesito escuchar tu voz, la echo mucho de menos.-Acarició mi rostro y sin darme cuenta me tape con la fina sabana que cubría mi cuerpo, mientras me avergonzaba por esa actitud que estaba teniendo con mi salvador, pero juro que no podía hacer otra cosa, mi cuerpo actuaba solo después de lo vivido recientemente, por más que mi cerebro mandara órdenes a todas las partes de mi cuerpo, este no respondía.-No te hare nada, por dios Alison, soy incapaz.-Suspiró, me sentía horriblemente mal con él, pero es que no podía hacer otra cosa, las lágrimas empezaban a caer de mis ojos.-Te dejaré tu tiempo ¿vale?.-Se estaba levantando para irse, pero esta vez mi cuerpo hizo caso de las órdenes de mi cerebro y rápidamente agarré su mano, él se volvió a sentar, mientras que nuestras miradas se encontraban intensamente, a la vez que nuestras manos se entrelazaban con fuerza.

Instintivamente, mis ojos miraron directos a sus labios, "oh dios mío, los echaba tanto de menos". Edward los fue acercando a los míos y poco a poco, y en menos de un segundo nuestras bocas se unieron y nuestros ojos se cerraban disfrutando del momento más maravilloso de toda mi vida.

La textura de aquel beso me hizo rememorar aquellas sensaciones que solo sus labios podían darme, sintiendo como con lentitud y algo de inseguridad su lengua empezaba a recorrer cada rincón de mi boca, sintiendo como me había echado de menos.

Pronto aquel beso, se volvió ansioso, desesperado, necesitado. Edward se tumbó con cuidado encima de mí, devorando mi boca con pasión.

Sus manos bajaron ansiosas por todo mi cuerpo hasta parar en uno de mis pechos, mientras que con la otra mano, comenzaba a tocar mi parte intima.

De pronto, todos los tormentosos momentos vividos estos últimos días con Tomas, vinieron a mi mente, de la mano del miedo que se apoderaba de todos los rincones de mi cuerpo, haciendo que apartara bruscamente a Edward de encima de mí.

-Alison ¿qué te pasa?- Edward me miraba preocupado, y yo solo pude darme la vuelta, para que no viera las lágrimas que amenazaban con salir de un momento a otro. Sentí como después de dar un suspiro, se levantaba de la cama y salida de la habitación, dejando que mis mejillas se empaparan del agua salda que empezaba a salir de mis ojos.

Me tiré el resto del día metida en la cama, como había echo todos estos días.

Edward ya no volvió a entrar más, no sé qué es lo que en estos momentos su mente pensaba, solo deseaba con todas mi fuerzas que supiera entenderme y que esperara.

Tan solo Brian con rostro entristecido, había venido a traerme algo de comer, y al ver que seguía escondida bajo las sabanas, había dejado la bandeja sobre la mesita de noche y después se había marchado con un, "aquí estas a salvo".

________________________

-Nuestro vuelo sale dentro de tres horas, ¿estas preparada para volver?-Edward entró temprano a la mañana siguiente, esta vez se mostraba arisco y distante. Yo asentí a su pregunta.- ¿Quieres darte una ducha antes de irnos?-Volví a asentir, no sabía si estaba preparada, pero quería estar lejos de Tomas, aunque por otra parte no soportaba la idea de que mis dos grandes amigas me vieran así...-Vamos.-Edward me tendió una mano y después de varios segundos mirándola decidí aceptarla.

Despacio caminamos hacia el baño del apartamento, Edward lleno la bañera con agua caliente y luego añadió sales de baño.-Ya está.-Dijo cerrando el grifo, luego me miró -¿Quieres que me vaya?-Yo solo negué con la cabeza, no quería separarme de él, pero tampoco me movía, solo le miraba a los ojos.

Él se acercó lentamente a mí, me miró y tras varios segundos, comenzó a desabrochar muy despacio los botones de la camisa prestada de Brian que llevaba. Notaba como a medida que mi cuerpo se veía cada vez más, su respiración se agitaba, debido al deseo que comenzaban a mostrar sus ojos.

Una vez que la camisa que cubría todo mi cuerpo estuvo desabrochada, nos miramos a los ojos, luego poco a poco, Edward, fue bajando la camisa por mis hombros hasta que finalmente la quitó y quedo parado y tensó, mientras que sus ojos empezaban a humedecerse cada vez más, al ver los duros golpes que Tomas se había encargado de dejar, en mí, ahora, destrozado cuerpo.

Las lágrimas no tardaron en aparecer y mojar sus mejillas, el alma se me cayó a los pies, puse temblorosa mis manos en su pecho y él me miro directo a los ojos, para después estrecharme entre sus brazos fuertemente, queriéndome proteger, dejando que también de mis ojos cayeran lagrimas desgarradoras para los dos.

Tras varios minutos abrazados y llorando en silencio, terminó de quitarme la ropa interior, conteniendo las ganas de lanzarse a mí, cosa que agradecí, no estaba preparada para hacer nada, aunque lo deseara con todas mi fuerzas.

Me metió cuidadosamente bajo el agua caliente y poco a poco fue lavando mi cabello para luego prestar demasiada atención a cada parte de mi cuerpo, haciendo que el deseo llegara a cada poro de mi piel, pero el miedo se apoderaba de mí al instante.

Una vez que aclaró todo mi cuerpo y cabello, con sumo cuidado me sacó de la bañera envolviéndome en un suave albornoz.

-¿Qué tal lo he hecho? es la primera vez que baño a una mujer.-Sonreía divertido. Yo solo pude sonreír.- Dios Santo Alison, no te imaginas la falta que me hacía ver esa preciosa sonrisa.-Suspiró agotado mentalmente, habían sido demasiadas cosas para el en tan poco tiempo...-Estaré siempre aquí ¿vale?-Oh por favor, las lágrimas salieron de mis ojos al escuchar aquello, era lo que más necesitaba saber, que estará ahí siempre, que no me dejara.

Y entonces lo supe, en ese preciso momento supe que quería demasiado, muchísimo a ese hombre que ahora besaba despacio mi frente. Le miré, y me lancé a sus labios, saboreándolos con lentitud, haciéndole saber lo agradecida que estaba con él.

-Te quiero.- Aquellas dos palabras salieron de mí en apenas un susurro sobre sus labios. El me miró sorprendido y al instante una sonrisa brotó de su bonita boca.

-Me acabas de hacer el tío más feliz de este mundo, acabo de volver a escuchar tu preciosa voz y para decir que me quieres.- Volví a unir sus labios a los míos.-Puedo decir lo mismo.-Posó sus labios en mi frente de nuevo.-Te quiero niñata.-Habló sobre mi frente suavemente, mientras en mi rostro se dibujaba un intento de sonrisa, al volver a escuchar aquella palabra que antes odiaba, pero que ahora era música para mis oídos.

Espero vuestros comentarios de todo tipo y votos si os ha gustado.

Un beso enorme:)

EL ODIO DEL DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora