Cercana Obsesión

Capitulo 19

-Te llame, estaba preocupado, pensé lo peor.

Joe era melodramático, no estaba enfurecido por el retraso sino porque no contestaba sus llamadas.

-Te aseguro que no escuche mi celular.

-Así que hiciste las paces con Orlando ¿eh?

-Si Joe, tú sabes que es una buena persona y me interesa su amistad.

-Lo sé, pero es raro. No te tienes que preocupar por nada porque ahora me tienes a mí y puedes sentirte libre de hablar lo que sea conmigo.

No me agrada el tono de Joe, me siento controlada y a mí no me gusta eso. Soy libre de escoger a mis amigos y ningún hombre va a venirme a decir con quien juntarme, sin embargo se lo deje pasar. Se levantó de su cómoda silla y me abrazo, sentí sus gélidos labios besar mi coronilla.

-Es hora de que me vaya.- murmure, porque estas situaciones son comprometedoras.

-Está bien, pero antes me interesa que sepas que te necesitada en la reunión.

Asentí y me marche sumida en mis pensamientos.

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Los días han pasado muy rápido, entre encuentros con Joe y mantener la amistad con Orlando. Algunos fines de semana la paso con Orlando porque Joe tiene compromisos de la empresa y aunque oficialmente soy su asistente Olivia es su acompañante, ella tiene más experiencia en eso.

Llamo a mi madre entre semana y me mantengo en contacto con Carol a través del correo. Las cosas marchan con serenidad, ningún problema, nadie sabe de mi relación con el jefe excepto Orlando.

Este último ha sido mi mayor pilar, algunas veces he ido a su departamento donde hablamos de trivialidades, me enseñó a jugar video juegos y gracias a eso ahora soy adicta a la consola, otras tantas tardes la pasamos en su cama con la computadora o simplemente en una guerra de almohadas. Orlando es ese hermano mayor que siempre quise tener.

Me pone los nervios de punta cuando pregunta por Joe. Si me trata bien, si es respetuoso y que si estoy segura de su cariño son algunas de sus preguntas y le respondo que si a todas.

Una tarde de domingo Joe quiso sorprenderme llegando a mi departamento pero yo estaba en el de mi amigo, se le arruino la sorpresa y tuvo que ir por mí donde estaba. Joe y Orlando se dieron la mano y bromearon un poco, ya nada era igual. Esos amigos inseparables ya no existan y sentía asco ser yo lo que arruino eso.