Capítulo 26

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POV'S Geovanna


El sol se filtraba por la ventana de mi dormitorio, me di vuelta y caí al suelo. Espera ¿estoy en mi cama? Como demonios llegue... Incorporándome de un salto note que estaba sola, Joe se había ido y al parecer me soltó y me acomodo en la cama.

Seguí el camino al baño, la sala y mi dormitorio, todo estaba en su lugar, había desaparecido la soga y la silla, las cosas rotas estaban en la cesta de la basura. Regrese al baño y me asuste al ver mi reflejo en el espejo, tengo cara de loca, no es por discriminar ni nada, pero esa expresión después de darte un ataque de locura, mi cabello esta desordenado, mis tobios, mis muñecas... esto no puede haber pasado. Tengo las marcas y no eran de aquellas que se borrar en cuestión de días, esto tardaría a lo sumo un mes...

Joe como me hiciste esto... no puedo contarle a alguien porque no lo quiero en la cárcel. Quiero que le hagan lo mismo o peor... para arruinar el momento mis tripas resuenan, me dirigí a la cocina y puedo ver algo tapado y el me dejo comida. El miserable me dejo comida, mi preferida, unas rosas y una nota:

Sigue amándome, nunca juzgues mal el corazón de tu fiel enamorado. Siempre tuyo, siempre mía, Siempre nuestro.

Beethoven, el muy miserable cito a Beethoven. Lagrimas caen sobre mi rostro, seguido de sollozos no puedo parar, es como si todo se me viniera encima, todo lo malo, Joe solo fue la gota que derramo el vaso...

Suena el timbre, tengo miedo, acaso se podrá aparecer después de todo el mal. Cojo la sombrilla que está en una esquina de la sala. Abro lentamente pero para mi suerte o desgracia es Orlando.

-Hey baja esa sombrilla, a quien esperas...- Su mirada se posó un instante en mi muñeca y su mirada cambio, dio un puñetazo a la puerta.- Que mierda te hizo Geovanna, dime ya y no vengas a defender lo.

-Orlando, no fue nada...- las lágrimas me traicionan y el me abraza, lo acerco aún más a mí, me aferro a él como si fuera el barco que he estado buscando para que me lleve a casa.

-No es preciso que me lo cuentes, basta con decirme cuanto tiempo te tuvo así. Esto es... Odio decir que te lo dije pero esto es lo que pasa cuando te juntas con un tipo como Smith.

Espera, un tipo como Smith resuenan en mi mente pero no le tomo importancia ahora no. Lo tendré que buscar cuando este sola. Nos sentamos en el sofá, el un poco inquieto, susurrando palabras, groserías...

-¿Quieres que te lleve al médico o dime que quieres?- dice pero solo hago un encogimiento de hombros cuando otra vez vuelven a rugir mis tripas.

-Deberías... ¿quieres que te prepare algo? puedo cocinar- aparece una sonrisa tensa.

-No aquí, tira esa comida, la dejo él. Tira toda esa mierda... - espeto

-Está bien, yo me hago cargo de eso pero tú deberías ir a darte una ducha, empaca algo de tu ropa, te vienes conmigo.

Antes de que pueda protestar él ya me está empujando al baño.

Me siento tan sucia, miro mi reflejo en el espejo, completamente desnuda, me siento indefensa, como si hubiera muerto... el mato mi alma.

-Estoy lista- está todo listo, algo de ropa en mi bolso y algún dinero. Me puse pantalones deportivos y una camisa manga larga con unas pulseras, ya que iríamos a tomar una pizza no podía darme el lujo de que me miraran. Las pulseras apretaban un poco para ser honestos.

Leyéndome el pensamiento Orlando me las quito- No es necesario esto, pediremos para llevar- Descanso su brazo sobre mis hombros y salimos por esa puerta, dejando todo atrás o eso creí pensar...

Orlando duerme en el sillón y yo en su cama; fue un debate interminable con los pro y contra de ser yo quien durmiera en el sofá. Claro que él gano, me traje mi laptop y aquí hay Internet.

Un tipo como Smith, no me dejaba en paz eso que dijo Orlando.

En la barra escribí Joe Smith, había numerosas páginas, todos los logros de la empresa, alguna entrevista de él, una en particular llamo mi atención. ¿Qué pasa con los Smith? se leía. La abrí y relata los comienzos desde su abuelo, al parecer el fundador de la empresa, la muerte de la ex esposa de su padre y el matrimonio con esta. Baje más y en letras mayúsculas y en negrita se leía:

El hijo prodigio en el sanatorio, Cuanto tiempo más van a esconder la verdad sobre su hijo Joe.

Cercana ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora