Cercana Obsesión

Capitulo 2

Dime Dios que hice para merecer un jefe tan arrogante, nunca antes me dirigió la palabra y ahora me quiere ver el trasero. Pero qué demonios se cree.

Claro y yo de tonta no digo ni pio. Media hora ha transcurrido desde que se fue. Quiere que le investigue a la madre, si a esa mujer no se le mira. Dos o tres veces al año llega a la empresa y no habla con nadie, como se supone que hare eso. Ni siquiera parece que sea de las que oculta algo, es tan refinada, tan elegante. Suzanne Smith parece una persona correcta.

Hago mi camino a la ducha, eso me ayudara a relajarme dejare este tema a un lado y me concentrare en otras cosas.

Virgen a los 25, genial. Por si acaso lo dudan no tengo vida social. Voy de la casa al trabajo y del trabajo a la casa.

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Yacon mi pijama puesta, enciendo el amplificador que reproduce algo de AlejandroSanz. En un bowl dejo caer cereal y después agrego leche. Mi cena favorita.

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Siete de la mañana, joder que me quede dormida. Me baño en tiempo record, se supone que la entrada es a las 8 en punto. El autobús va repleto, y tengo que agarrar un taxi. Demonios y todo esto pasó porque ayer me hablo mi jefe, es su culpa.

-Olivia lo siento, me cogió la tarde...- me interrumpe.

-Geovanna el jefe te espera en su oficina.- Siento palidecer al instante.

-No te preocupes que no es por llegar tarde, es otra cosa.

Hago un gesto con la cabeza y dejo mis cosas en mi cubículo antes de ir a la oficina de Joe.

Toco la puerta.

Nada.

Cuando estoy a punto de volver a tocar su voz se deja oír.

-Entra- pide.

Me armo de valor y giro el pomo de la puerta, levanto mi mirada para descubrir que él me está viendo. Nuestras miradas chocan y me sonrojo.

-Te daré algunas instrucciones, toma asiento.

-Señor- carraspeo.-Joe, yo no puedo ayudarlo.

-Ni siquiera sabes de que va todo esto y ya te corres.

Sonríe.

-Mira Geovanna hoy me acompañaras, si, es una orden. Te harás amiga de mi madre y actúas, recopila todo porque estoy seguro de que esconde algo.

-Yo... ella es una mujer elegante no me tomara en cuenta.- apunto.

-No pienses así de mi madre, ella no se fija en esas cosas. Es imparcial en cuanto amistades se refiere. Podrás salir temprano para que te arregles.

-Está bien, pero si esta noche no funciona se olvida de este juego.

-Trato. Geovanna busca algo mejor que lo que llevas puesto. –Guiño.

Me levanto del asiento pero antes le lanzo una de mis miradas que matan.

Imbécil, que se cree. A mi pesar voy bien al trabajo, porque voy a trabajar no a modelar. Llevo un pantalón de talle alto y blusa color marfil, mis acostumbradas flats color nude. Eso sí, cero maquillaje.

El conserje me avisa de que alguien me espera.

Si lo sé, voy retrasada son las 7 y 5 minutos de la noche. Llevo un vestido sin espalda, lo más elegante que poseo. Es sencillo y resalta mi color de piel, ya que soy algo blanca y el vestido es color nude.

Salgo y Joe esta impecable. Pensé que mandaría alguien por mí, no que precisamente él viniera a recogerme. Smoking negro, pantalones ajustados, que resaltan su trasero bien formado.

-Eres perfecta- comenta.

-Disculpa la tardanza.-Siempre se me ha dado bien cambiar los temas.

-Deja de babear nena.

-¿Qué?- no reprimo el tono de molestia que se filtra en mi voz.

-Geovanna escuche algo de:- con sus manos abre comillas, el muy pendejo-

Tú trasero esta para comérselo.

Me boca se abre pero la cierro porque no sé qué decir. Estúpida manía la mía de decir mis pensamientos.

Con Carolina, mi amiga siempre era así. Ella se limitaba a pensarlo, pero yo abría mi bocota.

-Bueno, ya no hagas de esto un auto culto de egocentrismo.- dijo.

Sonríe y se pasa la lengua por los labios.- Ya vamos que Margot me espera.