Cercana Obsesión

Capitulo 30

-Así que, ¿Dónde iremos hoy?

Esta mujer no se cansa, entre mi madre ello hemos desempacado todo. Ya la sala, el baño y la cocina tienen el ambiente que ella deseaba.

-¿Quieres más? Mamá estoy pulverizada.

-Ya deja la flojera, mira que prometiste llevarme a conocer la cuidad.

-Lo hice, pero no se suponía que haríamos todo esto.- Señalo cada uno de los cuartos.

-Tomare una ducha y me arreglare, quiero que estés lista para entonces. Quiero que me sorprendas.- Guiño, mi mamá con guiño.

Está saliendo con tipo de otra manera no estuviera así de vanidosa, actualizando mi mamá solo usaba jeans al cuerpo nada de ajustados ni muy campana, algunos capri y camisetas. Ahora ha reducido su peso. Su maleta está llena de pantalones ajustados y algunas faldas hasta la rodilla y sandalias muy monas. Me gusta, se toma su tiempo claro pero ella es impredecible. Al parecer el tipo la hace feliz.

Doy un vistazo por la cocina y en los cajones busco la guía para así escoger una ruta atractiva para mi madre, antes de todo tenemos que buscar donde comer porque mi estómago está diciendo que lo alimente.

-Calma pequeño, ya pronto estaremos disfrutando de un buen filete.

Platicar con mi estómago es una de mis raras manías.

Me iré a arreglar.

Después de llenar nuestro deposito caminamos hasta llegar a un parque, nos sentamos en la hierba, mi mamá coloca sus manos en las mías.

-Ya es hora de que me confieses lo que te tiene así.

-No sé a qué te refieres mamá.

-Vamos que si lo sabes. Estas sin luz.

Y dale con lo de la luz, según mi madre, todos tenemos nuestra luz interior. Es las ganas de vivir e iluminar la habitación con solo entrar. Resplandecer todo aquello que tocamos y no ser unos pesados como ahora lo estoy yo.

Mi mamá quita una de sus manos para posarla en mi rostro.

-Mírame a los ojos Geovanna y dime que no te pasa nada.

-Mamá no estoy segura de que comprendas lo que pasa.

-Si no me dices tendré que armonizar con este chico Orlando.

-¿Como que Orlando?

Agh gano. Le diré.

-Mamá yo... estuve en una relación toxica, con mi jefe por un mes y medio. Él me secuestro y ato. Orlando me salvó y me fui de mi antiguo departamento para vivir con él. Por seguridad.

Puedo ver que mi madre esta desecha, su mirada refleja intranquilidad.

-Pero Orlando, siente algo por mí que yo no puedo darle. Y ahora estoy aquí.

Ella solo me abraza y con su mano todavía posada en la mía, la aprieta más fuerte.

-Solo tenías que ser tú. No puedes salir corriendo cada vez que alguien diga que te quiera. Es lo que siempre haces desde pequeña. Alejas a todo aquel que te quiere.

Iba a decir algo cuando miro quienes vienen. Orlando y su hermana Margot. Mi madre no conoce a Orlando, ella solo ha hablado por teléfono con él. Esto no es bueno.

-Deberíamos de irnos mamá.

Ya es tarde, Orlando se acerca.

-Geovanna, ella debe de ser tu mamá.

Asiento.

-Ve pero que galante eres.

Tomate humanoide mode on. Que comentario más inapropiado el de esta mujer.

-Orlando, nosotras ya nos marchábamos. Es un encanto como siempre.

-Pero si apenas te miro. No contestas mis mensajes Geovanna.- ¿me está reprochando? Como si no entendiera que no lo quiero.

-Oh Geovanna recordé que precisamente hoy presentaran una peli por el televisor que quiero ver.

Intervino mi madre, ella agarro el hilo. Le doy una mirada significativa a Orlando y cojo del brazo a mi madre.

Llegamos al apartamento, pero que día.

-Geovanna.

-Ahora no por favor.

Me da un beso en la coronilla y se marcha a su cuarto. Me quedo en el sofá con Olaf en mi regazo. Solo él merece todo de mí.

Como actuar así con Orlando, nos hemos visto un par de veces desde aquella vez, pero siempre me invento algo que hace que sea una visita de médico, tengo miedo de que quiera conversar de eso. No estoy lista.

Tengo que ordenar mis ideas, eso es.

Razones por las que no debo de seguir embelesada de Joe:

· Él no me quiere. La más importante.

· Es un enfermo. Eso sonó tan discriminante.

· Distintas clase sociales.

· Es un asno con las mujeres.

Eso es una mierda. No me puedo engañar a mí misma y tampoco puedo tirar a Joe. Lo mejor es que me encierre.