Cercana Obsesión

Capitulo 15

Estoy por abrir la puerta del despacho de mi madre, hace 20 minutos que me envió el mensaje. No es que tenga miedo de lo que pueda hacer contra mí, temo que le haga algo a Geovanna, mi madre sabe imponerse y se vale de todos los medios posibles.

-Entra-dijo

Abro la puerta lo más lento posible y ahí estaba Suzanne Smith con su cara serena pero sus manos estaban en puños.

-Que pasa madre- dije

-Deja las bobadas y dime ya si ¿es verdad que estas saliendo con tu asistente?

-¿Fue Margot? No estoy saliendo con ella por respeto a que estaba comprometido con Margot, pero ahora que soy libre la cortejare.

-Como libre- su voz estaba lejos de lo serena- Acaso te olvidas de mi opinión. Sabes que es una promesa.

-No me interesan tus promesas, éramos bebes, no sabíamos lo que nuestras madres planeaba. Bien sabes que no amo a Margot. Me gustaba y nada más.

-Pero también conozco ese lado tan sórdido que tienes. Te obsesionas con todo lo que no me puedes tener, haces cualquier cosa por tenerlo. Esto es muy distinto, es una chica y no te da remordimiento. Puedes herirla, no sabes cómo amar o querer a alguien, solo Margot puede soportar tus delirios y sin abrir la boca a los medios.

-¿Eso es lo que te importa? ¿Las habladurías antes que la felicidad de tu hijo?- Mi madre quiso decir algo pero cerro la boca- Crees que no la cuidaría, me estoy tratando ya no soy el mismo, puedo cambiar.- Estaba hastiado de que todo el mundo me sacara el pasado.

-Joe entiende cariño, no puedes, no debes dejar a Margot.- Su voz era cruda.

-Lo siento mama, esto es lo que quiero.

Salí directo a mi habitación, en el tramo de escaleras me encontré con el sirviente y le pedí que me llevara una botella de vino a mi habitación.

Por la ventana se podía ver el cielo estrellado y la luna estaba magnifica. Saque de mi bolsa mi celular y marque el número de Geovanna, al cuarto tono contesto.

-Buenas noches

-Cariño este es mi número.

-Oh... Joe

-Si yo, ¿cómo fue tu día?

-Ya sabes nada extraordinario, solo algo de limpieza. ¿Y el tuyo?

-De lo más agotador. Ya hable con Margot y mi madre. Todo resuelto.

-Joe no tenías que hacer esto, me siento una intrusa, Margot debe de estar sufriendo.

-No te preocupes por ella, es una mujer fuerte. Me temo que ahora no podrás ganarte la confianza de mi madre.

-Sí, yo solo he averiguado poco, que sabes de tus padres. ¿Exactamente como se conocieron?

-Tengo entendido que por la mama de Margot, ¿tienes algo?

-Sí, pero espero conseguir más.

-Siento no ir hoy a tu departamento. Nos vemos mañana y por lo de mi madre sabes que puedes contar conmigo, si tienes algo dímelo.

-Necesito pruebas. Está bien, ¿a qué hora?

-Te recojo a las 8pm, será una sorpresa, besos cariño.

Oí como suspiro y luego colgó, me pareció irreal, por fin tengo lo que quiero.

***************

Los gritos son ensordecedores, me desperté por tales quejas.

Me puse mi bata con el son de bajar, cuando en eso escucha una voz conocida:

-Esto no se quedara así, merezco respeto. Suzanne haz entrar a tu hijo en razón. Hazlo y yo me encargo de lo demás.

-No es como tú piensas chiquilla, esto me importa tanto como a ti pero entiende que esto es solo una fase de Joe y pronto se aburrirá de Geovanna.

-Pero permitir eso dañara mi reputación

-Ya te llamare mañana esto no es un asunto que se pueda hablar aquí.

-Confió en tu palabra.

Todo este alboroto por mi decisión, mi madre actúa como si nunca hubiese amado. No podrán hacerme cambiar de opinión.

Me duche y vestí. Para esta primera cita, porque para mí lo era. Llevaría a Geovanna en coche hasta los Hamptons, dejaríamos atrás el bullicio de la ciudad y le podría mostrar todos aquellos balnearios y ella daría respuesta a todas las preguntas que acechaban mi mente.

POV'S Geovanna

-Paso en 10, ¿esta lista? puedes cancelar.

Estaba como idiota viento la pantalla de mi celular, Joe era magnifico. Pase de su asistente a novia y esto me ponía nerviosa, no quería salir lastimada.

Vestí jeans, top-crop, botas y abrigo. No sabia donde me llevaría y a mi parecer iba bien. Salí a la calle y en un instante estaba el auto de Joe con la puerta del copiloto abierta para mí.

-Te queda bien el lila- me sonroje y el noto porque me acaricio la mejilla.

-¿Dónde iremos? - pregunte mordisqueando me la mejilla

-Daremos un paseo en coche hasta los Hamptons. ¿Ya has visto esa parte?

-No, casi nunca salgo.-dije.

-Pero entonces que haces, eres tan joven para estar encerrada.

-Leo, soy feliz con una taza de té y un buen libro.

Cerró los ojos y sonrió, me debe creer una estúpida, no soy lo que él quiere.

Todo el trayecto hacia nuestro destino él paso haciendo preguntas de mis padres, hermanos y gustos acerca de mi comida preferida y los chicos con que salí. Se sorprendió ante mi respuesta, carecía de personalidad y vivía encerrada en mis libros, a nadie le interesaba una chica con intelecto, los hombres son tan competitivos.

Le dije que no me gustaba cocinar y que carecía de dotes de ama de casa, no toleraba a los niños. Le mencione todas mis obsesiones con distintos grupos de música, actores y personajes ficticios. Le hable de James Bond y me respondió que nunca había escuchado algo de él, le prometí hacer una lista de sus mejores películas y él se ofreció a verlas conmigo el próximo fin de semana. Hable tanto que después me sentí avergonzada.

Rápidamente me dijo que siguiera hablando que le gustaba escuchar mi voz y saber todo de mí, mi personalidad le parecía interesante y deseaba probar toda la comida de Nicaragua. Pronto llegamos y me fue mostrando las diversas mansiones y quienes habían estado ahí, me dijo que si me gustaba una podríamos pasar este diciembre en alguna de ellas.

Llegamos a uno de los ríos y me tiro del brazo hasta que estábamos completamente empapados.

-Estás loco- dije

-Pero por ti, eres lo mejor de esto, de todo este maldito planeta.

-Pronto cambiaras de opinión y me dejaras

-Ni aunque me ofreciesen vivir mil años te dejare.

Estábamos empapados y nos recostamos en la arena para mientras nuestras ropas se secaban o mejor dicho se escurrían. Entrelazo sus dedos con los míos y me beso la mano. Me atrajo hacia si poniéndonos de pie, en un improvisado baile sin música bajo el atardecer en un espacio hermoso, entonces el me beso.