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Jason se comporta de manera dulce y siempre sonriente. Hoy tiene un combate, aunque lleve tres meses de embarazo iré. Necesito ver lo que él hace y sabe hacer. Me da miedo, porque recuerdo que cuando yo era pequeña, siempre iba peleándome por mi hermano. A mi me acusaban de ser una puta, siempre protegía a todo lo que me rodeaba, Maddie me ayudaba. Era una mierda, mi vida era una mierda. Pero creo que por una vez puedo ser feliz con él. No quiero dejar a Maddie sola. 

- ¡ALEXA!- Gritaba Maddie.

- ¡QUE!- No me oía.

- ¡ALEXA!

- ¿¡QUE COÑO QUIERES!?

- ¡ALEXA!- UH!!! Es EXASPERANTE cuando quiere.

- ¡¿QUEEEEEEE?!- Grité todo lo que pude.

- ¿Te vienes a la fiesta?- Dice apareciendo por la puerta. Le tiro una almohada a la cara.

- Estoy de tres meses no voy a ir si no puedo beber.

- Va tía, no te cuesta nada.- Pone cara de perrito.

- No, por tu última petición de fiesta, quedé embarazada ¿recuerdas?

- Tienes razón, ¿me prestas tu vestido morado?

- Está en el armario. Quédate ya él vestido. Después de ser mamá dudo que me lo ponga.

- GRACIAS- Dice muy sonriente. ¿Porque será?

***

Jason.

Pelea. Tras pelea, tras pelea. Dios no tengo ni un segundo de descanso. Solo pienso en Alexa, no puedo dejar de pensar en ella. Hoy lucho contra un ¿Americano? No... Creo que Ruso pero no lo se.

Llevo dos meses entrenando para esto. Y en media hora entro en el ring. Me planteo dejar las peleas, no quiero que mi hijo o hija crezca en un mundo como en el que crecí yo.

***

Alexa.

Ya me he preparado para ir al combate. Llevo comida, por si me da hambre y agua por si la sed. No debería verlo, pero necesito saber lo que él hace y lo que le hacen. 

Cogí mi coche y me dirigí al lugar del combate. 

Es un lugar grande por fuera y amplio por dentro. 

Miro hacía el ring y ahí está. Siento como mi mundo se detiene y solo puedo fijarme en él. 

La pelea ya ha comenzado, y Jason le propina bastantes golpes a ese hombre. 

El otro intenta protegerse de los golpes, pero cuando Jason se despista un segundo, ese hombre le da muchos golpes en la cara hasta que Jason escupe sangre. No puedo seguir mirando.

Salgo de ahí y me encuentro con un señor mayor que se acerca a mi.

- Buenas noches señorita, ¿Que hace usted aquí?

- Vine a ver el combate, pero no podía seguir mirando.

- ¿Quien quiere que gane?

- Jason, por supuesto.

- Él es mi chico, yo lo entrené. ¿Usted lo conoce?

- Si, él es el papá de mi bebé.

- Oh, enhorabuena. ¿Lo quiere esperar en su vestuario?

- Claro, creo que le sorprenderá.

***

El combate a terminado. Yo sigo esperando aquí a que llegue. A ganado. Pero no se como habrá quedado él.

Está aquí lo presiento. Me giro y me dirige una sonrisa. Me abraza todo sudoroso y lleno de sangre.

- ¿Me dejas que te cure?

- Solo si me dejas invitarte a cenar.

Él es el BoxeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora