- De todas las personas en el mundo, de todas las pedidas de mano que he llegado a ver, tú y solo tú, podías hacer éste momento único y especial, más bonito que he visto y presenciado.- Dijo Alexa con la voz temblorosa.
Tenía sus dudas.
**Días atrás**
Iba con Fran y Babi de paseo al parque, me sentí observada después de mucho tiempo. Nos sentemos al lado de los columpios y subí a ambos en uno cada uno. Los balancee un rato pero no me sentía cómoda con aquella horrible sensación.
Cuando ya me harté cogí a mis hijos y me fue sintiendo que me seguían por el sendero de arbustos.
Cuando me giré había una chica sentada que antes no estaba y no la había visto ir detrás de ella. Estaba como llorando, no me paré, no quiero ser mala persona pero voy con dos niños y no me voy a arriesgar a que sea una loca.
- Espera- Espetó.- No quiero hacerte nada.- Me giré y tragó saliva.
- ¿Qué quieres?
- Jason... No quiero fastidiarte pero no me coge el teléfono.- Miró a sus manos temblorosa.
- ¿Qué quieres de él?- Pregunté harta de la situación.
- Quiero hablar con él. Déjame ir contigo. Es un asunto bastante urgente que debo tratar con él.
- ¿Qué asunto?- Dije con curiosidad-
- Es privado.- Dijo secamente.
- Soy su novia y la madre de sus hijos, tengo derecho a saber que pasa con el no?- Dije ya enfadada.
- Pues serás su novia pero no la única madre de sus hijos. - Dijo en tono irónico.
¡QUÉ! ¡CÓMO! ¡CUANDO! ME PERDÍ.
- Ja, ja, ja Me estas vacilando o, qué te pasa?- Me estoy muriendo.
- Hace dos meses en uno de sus combates, los médicos le comunicaron que tenía tres meses para decidir desconectarte. Fui un rebote de toda la frustración e ira que llevaba encima de no poder hacer nada por ti.- Suspiró- Solo quería decirle eso, pero no me iba a meter en vuestra relación.
- Te vienes conmigo.- Sentencié.
Sin decir palabra ninguna de las dos nos dirigíamos a casa. Llevaba un cabreo de cojones.
Cuando llegamos a casa hice lo habitual. La merienda de los pequeños. Los dormí y me senté en el salón con ella, esperando a que Jason llegara. Le llamaba y siempre contestaba el mierda buzón.
Eran las siete de la tarde y no hablábamos ninguna, las dos estábamos con el móvil, mirando los memes y videos de facebook. Nos mirábamos, estábamos las dos al lado de la otra. No sabía su nombre pero su rostro me era conocido. No recuerdo de donde. Pero sé que la conocí.
Ya a las ocho y media de la tarde Jason entró por la puerta. Con la cara llena de hostias como si fuese sido ahora la paliza.
- Hola Amor.- Entró con su buen humor de siempre. Paró en seco.- Leyra, qué haces aquí?
Leyra... Leyra... ¡Harper! La niña rata del instituto. Joder, pues a cambiado.
- Harper.- Dije mirando a la nada.- ¿Enserio tuviste que acostarte con ella?- Le pregunté en seco.
- No sabía lo que había hecho hasta al día siguiente. Y no volví a verla. Lo juro.- Se llevó las manos a la cabeza.
- Pues por esas mierdas mira que fruto deja.- Miramos ambos a Leyra.
- ¿Puedo hablar ya?- Dijo y carraspeó.- Por mi no os preocupéis yo lo puedo hacer solita. Será que no hay madre solteras por ahí, por una más no va a pasar nada. Solo era para comunicarlo.
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Él es el Boxeador
Teen Fiction¿Que pasa si piensas que el amor de tu vida es quien no crees y quien crees no lo es? Nadie dijo que fuera facil, pero nadie dijo que con esperanza se supera. ¿Alguien volverá a encontrar el amor después de tantos años? ¿Que pasará con cada uno de l...