Adoptada

Dilan.

—¿El primogénito? Dijo Tomás.
El tipo ya se había quitado la venda.

—Sí, mi padre siempre me ha odiado.... Desde que tengo memoria.

—Oye... ¿Y a todo esto, cómo te llamas? Le dije.

—Me llamo Dilan.

—Esperen, hay algo que yo no entiendo aún... Se supone que tú sólo trabajabas en la unidad experimental ¿No? Una vez te vi. Le dijo Tomás.

—Como te lo dije, siempre me negó así que me trató como uno más de sus trabajadores... y yo. Queriendo ganarme el cariño de mi padre acepté.

—Ese Ramírez tiene mucho escondido ¿No creen?

—Así es... Hay muchas más de lo que ustedes puedan imaginar. Dijo Dilan

—!TOMÁS! Se escuchó un tipo fuera del cuarto.

—Debo irme.

Tomás salió corriendo de ahí cerrando la puerta, ahí estábamos nosotras, y Dilan...

—Me siento mal... Dijo Dilan.

—¿Qué sientes? Le dije.

—Me duele mucho el abdomen....

Me acerqué a él y tomé la playera, Dilan estaba recostado de lado sobre el colchón. La recorrí lentamente, ya que con sólo tocarla Dilan se movía del dolor. Me quedé impactada de lo que vi... Dilan tenía una enorme herida putrefacta y supuraba, estaba bastante mal.

Voltee a ver a Bere. Ella me vio y trató de ocultar algo debajo de su manga... Supongo que... Era su brazo... Ella ignoró completamente todo y se dispuso a ayudar a Dilan. Sin decirme nada.

—Dilan... Tienes una herida... Dijo Bere.

—¿Qué rayos te pasó Dilan? Esto está mal. Le dije.

—No sé... Cuando me encontraron en el área experimental me sedaron y ya desperté hasta después...

Algo estaba mal con todo esto, me acerqué a su herida, pero no lograba escuchar nada... Sólo logre sentir unas pequeñas... ¿Pulsaciones?..

Me acerqué lo más que pude hacia su abdomen... No pudo evitar gritar del dolor, mi cabeza y oído se metían cada vez más en esa herida...
Sentí un objeto pequeño...
Me quité de ahí y vi a Dilan, no sabía como decirle lo que estaba pasando...

—Dilan... Hay... Una bomba... Le dije agachando la cabeza...

—¿Qué harán conmigo? Me dijo con los ojos cristalizados. Apunto de llorar.

—No... No lo sé Dilan... esperar, supongo.
Vamos Bere ayudame a empujarlo.

Tomamos el cuerpo de Dilan y lo empujamos lo más lejos posible de nosotras aunque eso era casí imposible este cuarto era muy pequeño.
Los tres sabíamos que en cualquier momento podía estallar.

— Está bien al final Creo que me lo merez...

No alcanzó a terminar lo que iba a decir cuando su cuerpo estalló completamente. El impacto fue impresionante, nuestros cuerpos fueron impactados contra la pared. No tardó mucho tiempo cuando ya todos estaban gritando, podía escucharlos aún los de muy lejos gritaban del miedo... Lo que sucedía era terrible, todo el cuerpo de Dilan estaba en todos lados, nosotras estábamos llenas de sangre y toda su carne molida.

Bere comenzó a tirarse al suelo y de rodillas empezó a azotar su cabeza contra el suelo.

—Bere ¿Qué tienes? Dije horrorizada.

—Murió,murió, murió, murió.

No dejaba de repetir esas palabras mientras cometía su atroz acto.

Me acerqué a ella, y con mucho miedo toqué su hombro.

—Bere, hermana ¿Qué te sucede?

Ella dejó de golpearse contra el suelo y volteo a verme con decepción. Todas mis teorías habían sido acertadas. Bere estaba enferma. Mi hermana iba a morir y yo no podía hacer nada para evitarlo.

Me agache y me puse frente a ella, tomé sus manos, que estaban frías como si dentro de sí ya no hubiese vida.

—No te dejaré Bere, encontraremos a tu hermana... Y saldremos de aquí, no debes preocuparte por nada. Estás bien y yo estoy contigo.

Lágrimas brotaron de mis ojos, ya había perdido todo; mi familia, mi vida, mi hermana.
Después de varios días sin haber dormido, Bere logró dormir por lo menos un poco. El hedor proveniente de la sangre que estaba sobre nosotras hacía que fuera imposible dormir. Mi cuerpo ya no necesitaba de comida, ese día estuvo lleno sangre y vísceras que ya estaba asqueada de todo. Esa noche no hubo gritos al rededor de nuestro cuarto, creo que todos sabían lo que estaba pasando, esa noche todos los enfermos estaban de luto...