¿Ya es el fin?

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Sandy estaba perdiendo sangre, no teníamos todas las medicinas para detener el sangrado, me preocupaba no poder sacarla de aquí. Ella estaba cada vez más pálida, su rostro tomaba forma desnutrida... Voltee a ver a Jorge, él siempre sabía que hacer... Él sólo calló ya no podíamos hacer nada más... No iba a lograrlo... por más que lo intentáramos no había forma de hacerlo.

—Déjenme aquí, siempre he sido un estorbo, para mi familia, para mi hermana... Para ustedes.

—No digas eso Sandy, eres de mucha ayuda... ¡Te sacaremos de aquí, cueste lo que cueste!

—¿Qué haremos Abril?.. No  tenemos nada con qué ayudarla.

—¿DONDE ESTAN RATAS INMUNDAS?!

Escuchamos un grito que nos asustó, alguien ya sabía lo que habíamos hecho y estaban Buscándonos... Seguro habían visto todo el desastre que dejamos ahí adentro...

—Shh... Guarden silencio. Dije.

—¡Ay no Abril, qué haremos!

—Moriré de todas formas chicos, no valgo nada ya vayanse... aunque me saquen de aquí, me desangrare, no resistiré mucho.

–¡Que no digas eso Sandy!

—Abril, entiende, me sentiré orgullosa de morir por quien fue la hermana de mi Bere... Me sentiré muy orgullosa de ayudarlos a salir... Yo ya estoy muerta Saben... No me importaría morir por ustedes...
¿Qué piensan?

La propuesta era muy buena pero ella era mi amiga... No sabía que hacer ya que estaba presionada por los gorilas esos.
Pero parte de lo que ella decía era cierto...

—¡VAMOS, NO LO PIENSEN MUCHO YA ES TARDE! dijo ella.

—Sandy... Te queremos... Conocerte fue...

—¡Dejate de cursilerías. No sé... No me gustan las despedidas... Supongo... Sólo supongo que nos veremos después. Así que no hay que despedirnos, esto es un... Hasta pronto...¿No?

—Está bien Sandy, muchas gracias, de verdad, gracias por todo...

—¡AQUÍ ESTOY, ESTOY ENFERMA NO SE ACERQUEN, ESTOY INFECTADA!

Sandy salió corriendo de nuestro escondite y nosotros debíamos salir de ese horrible lugar...

—Agachate, pasa por debajo de la reja, intenta no cortarte... Vamos Abril no tenemos mucho tiempo.

—Ya voy. Ya voy.

Me agaché tratando de no cortarme.

—Vas tú corre...
Levanté la reja con cuidado para que él también pudieran pasar.

—¡NO SE ACERQUEN, YO...!
decía Sandy.

Después de eso escuchamos balazos, esos tipos estaban armados y creo que sabían que estábamos ahí. Intentando escapar.

—¡RAYOS, SANDY! Le dije a Jorge.

—¡Corre Abril, corre!
Ambos al salir de la reja corrimos hacia donde creí que estaba la casa, esa pequeña cabaña.

—Vamos Jorge debemos llegar.

Sandy había muerto... Por nosotros, a todos los que se cruzaban en mi camino se les pagaba con el cruel castigo de la muerte... Pero no los defraudaría... Debíamos lograrlo.

—¿Cómo cortaste la reja? Le dije mientras intentábamos correr. Escuchaba unos pasos detrás de nosotros, ellos seguro nos perseguían.

—Encontré unas pinzas. Y vienen Abril, ya vienen.

—Hay que escondernos...

—¿Qué? ¿escondernos?

—Sí, vamos ven sigueme...

Me desvié un poco del camino recto que intentábamos trazar en nuestras mentes.

—Elevame. Le dije señalando un árbol alto.

–Ok, Abril, sube rápido.

Subí mi pie izquierdo seguido del derecho intentando no tropezar.

—Ahora voy yo. Dijo Jorge.
Él lo logró más rápido que yo.

Los tipos pasaron por delante sin siquiera vernos...  Me senté en una de las ramas grandes que tenía. Había funcionado el árbol... Lo había hecho.

—¿En verdad crees que podrás escapar de un destino que ya es para ti?

Voltee a ver a Jorge... Aunque la voz no se parecía nada a la de un hombre... y Jorge estaba en silencio, el no pudo haber dicho nada. Voltee al otro lado...

—¿Qué? ¿Sofía?

Adoptada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora