RED PEPPER.

(Capitulo 9) Palarium.

Mire la cámara que estaba al fondo del laboratorio, era algo pequeña pero no mucho.

(Ronan)-Bien Logan, entra ala cámara, yo activare las compuertas desde aquí.

Carajo esto me daba mala espina, di un pequeño soplo con fuerza y entre, el lugar estaba muy limpio, enfrente del lado de las compuertas estaba el trozo de Palarium, Tenia en mis manos el pimiento rojo y lo sostenía sin miedo, creo que esa etapa la había pasado o algo por el estilo. De pronto las compuertas empiezan a moverse lentamente emitiendo un sonido mecánico brutal, al momento de cerrarse las compuertas, estas se sellan, volteo rápidamente hacia atrás a los pequeños orificios de las compuertas y Ronan desde los controles levanta su pulgar y seriamente dirige su mirada a los controles, de pronto la voz de Ronan suena a través de una bocina en la esquina superior de la cámara.

(Ronan)-Muy bien Logan, al momento de que comas el pimiento rojo, toma el Palarium con los dos brazos y emite toda la temperatura hacia el metal, trata de derretirlo por completo, que se te escurra por las manos.

(Logan)-Muy bien.

Procedo a rápidamente comer el pimiento rojo sin pensarlo mucho, de pronto la desesperación vuelve y empiezo a tratar de controlarlo, sin demorar mucho, tomo el pedazo de Palarium y grito de furia, al estar encendido en llamas y con todas esas características que aparecen en mi cuerpo, noto que en menos de 3 segundos el material empieza a tornarse naranja, un color que empieza a brillar mas y mas conforme pasan los segundos, veo que todas las venas de mis brazos empiezan a tornarse mucho mas de lo normal, pasan los minutos y no logro atravesar mis dedos ni mucho menos lograr que se derrita por completo, es una temperatura inmensamente caliente, de pronto empiezo a ver que los cristales están haciendo quebradizos  y logro controlar la reacción y bajo la temperatura, el Palarium se torna del color original y empiezo a decaer y a marearme, no lograba ver nada, y me recuesto, la reaccion desaparece y vuelvo a la normalidad.

De pronto se abren las compuertas y al estar despidiendo muchísimo humo de mi, Ronan me toma de los hombros y me levanta, espero que esta mierda no haya salido mal.