[ Prólogo ]

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Abro mis ojos confusa, me siento extraña.

Me siento en la cama asustada al descubrir que lo que me rodea no es la calidez de mi cuarto, sino el frío de una habitación de hospital. No recuerdo en que momento llegue aquí y no ver a nadie no me ayuda mucho a tranquilizarme.

Me siento en la cama y tiro del tubo que conecta el suero a mí lo más rápido que puedo para luego soltar un quejido de dolor. Apoyo mis pies en el suelo y los levanto rápidamente junto con un escalofrío provocado por lo frío que éste me resulta. Segundos después vuelvo a intentarlo y me obligo a acostumbrarme para marchar hacia el baño del cual escucho un suave sonido que no logro reconocer.

Mientras más cerca estoy más frunzo mi ceño intentando concentrarme en el sonido, viéndome incapaz de comprender de que se trata. Sólo lo logro cuando apoyo mi oído sobre la puerta, se asemeja al sonido que hace una flecha al salir disparada de un arco, pero claramente descarto esta opción ya que no veo posible que haya alguien practicando tiro al arco dentro del baño de la habitación.

Doy un salto hacia atrás junto con un débil gritito (El más fuerte que mi garganta se ve capaz de dar) y caigo en el suelo golpeándome la espalda cuando una flecha se clava a centímetros de mi rostro en la puerta, miro en la dirección de la que vino y me encuentro con la ventana al lado de mi camilla cerrada y en perfecto estado. Sin comprender como llegó ahí la observo desde mi lugar en el suelo, ya conozco ese tipo de flechas...

Me levanto y avanzo hacia la puerta nuevamente, una vez me encuentro nuevamente a centímetros de la flecha la quito de la puerta y la observo con más detenimiento. Estaba en lo correcto, ya conozco ese tipo de flechas.

Flechas de plata.

Abro la puerta del baño con algo de miedo pero lo encuentro vacío y en perfecto estado por lo que mi ceño se frunce ¿Estoy loca? 

Me dirijo hacia el lavabo y nuevamente doy un salto en mi lugar esta vez acompañado de un grito un poco más fuerte que el anterior: en el espejo hay otra persona reflejada. Aunque me sorprendo a mi misma nuevamente, ahora sabiendo el nombre de aquella persona:

Allison Argent.

***

Incluso un año después sigo recordando a la perfección aquel extraño sueño que tuve minutos antes de recibir la noticia de que mi madre murió en aquel accidente de coche del cual los médicos no saben como sobreviví.

Y aún hoy no se lo he contado a nadie... No tuve la oportunidad en aquel entonces gracias al shock y luego simplemente jamas se presentó alguna vez la situación para contarlo. O tal vez sólo soy yo queriendo guardármelo para mi misma.

De cualquier forma no he vuelto a tener ningún sueño parecido en todo este tiempo... Y si bien es porque una parte de mí teme hacerlo, no he buscado nada acerca de Allison Argent. 

Tal vez porque también puedo presentir que algo realmente malo sucederá si lo hago.

Mi vida ya sufrió un gran cambió. Y no quiero pasar por otro.


Brave » Liam Dunbar「#1」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora