Brave » Liam Dunbar「#1」

Capitulo 30 "Jamas Cambies"

20 días para luna llena.

El martes no sucede nada sobrenatural, cosa que agradezco, aunque apenas logro ver a Liam ya que tenía una practica y luego se iba a dedicar a seguir entrenando, por lo que me contó todo este asunto de Theo y los wendigos tuvo a Scott, Stiles y él muy ausentes en el equipo... 

—¿Nada durante la noche?—Me pregunta Mason al subir a su auto y yo niego por lo que él suspira—Gracias a dios, no quería tener que lidiar solo con la noticia.—Su sinceridad me hace soltar una risa que se le contagia mientras enciende el auto—No, en serio, sería un terrible consejero, además me pondría nervioso y comenzaría a contar historias vergonzosas y extrañas para cambiar el tema.

—Yo también hablo rápido cuando estoy nerviosa.—Le guiño el ojo cuando él me mira asustado—Mira Mason no tengo un instinto de matar a todos sólo por... Ser...—Clavo mi vista en la nada.

—Ay dios no, ¿Ri-Riles? ¿Riley?—Pregunta Mason asustado y yo hago el ademán de tirarme sobre él provocando que grite y que yo estalle en una carcajada—¡Riley Woods no vuelvas a hacer eso nunca!—Me reprocha sólo haciendo que mi risa aumente—¡En serio! ¡Dios! Casi se me para el corazón.

Intento tranquilizarme aunque es difícil cuando Mason se une a mis risas y nos pasamos casi todo el viaje riendo, salvo hasta unas cuadras antes de llegar.

—Por cierto ¿Vas a ir al partido?—Pregunta aún manteniendo una sonrisa como rastro de las carcajadas que acabamos de dar.

—¿Qué partido?—Pregunto levantando una ceja.

—El de lacroose.—Yo ruedo los ojos, obviamente iba a ser de ello.

—Hablo de ¿Cuándo?

—Hoy.

¡¿Hoy?!

Mi mirada parece explicarle perfectamente lo que pasa por mi cabeza y su expresión cambia a confusión.

—¿No lo sabias? Pensé que Liam te lo había dicho.—Yo niego con la cabeza manteniendo el ceño fruncido.

¿Por qué Liam no me diría? 

A no ser que sí me dijera...

—¿El lunes?—Mason asiente también apenas acabando de comprender lo mismo que yo.

***

En cuanto entro en la escuela busco con la mirada a Abby, pero al no encontrarla sigo Mason rumbo hacia el salón donde tendremos clases, sin embargo, cuando estoy apunto de pasar la puerta unos brazos me atrapan por detrás y si bien al principio me asusto rápidamente reconozco a quien pertenecen. Una sonrisa se formula en mis labios antes de girar en mi lugar para quedar frente a frente con Liam, sonriente.

—Hola.—Saluda él—¿Sabes? Nunca tuvimos tiempo para hablar sobre...

Ruedo los ojos divertida y me tomo el atrevimiento de eliminar la distancia de nuestros labios, uniéndonos en un tierno beso, él pone una mano en mi mejilla incitando a mantener la distancia aunque la intensidad del beso se mantiene suave, dulce, es totalmente diferente a nuestro primer desesperado y apasionado beso, pero eso no lo hace menor que el. Además, puedo decir que ser recibida de está manera a la escuela es algo a lo que me acostumbraría con gusto.

Nos separamos manteniendo una sonrisa de par en par, él me abraza y yo respondo el gesto con el mismo afecto. Me tomo el atrevimiento de abrir los ojos y me encuentro con varios alumnos en el corredor observándonos y eso automáticamente me vuelve un tomate.

—¿Entramos?—Pregunto señalando la puerta detrás de mí y él asiente mientras me toma de la mano.

No puedo evitar sonreír al ver la expresión de impresión de Abby, aunque mucho más al verla en la cara de su otro grupo de amigas, quienes tienen el ceño fruncido y la boca abierta formando una perfecta "O", las miro durante unos segundos permitiéndome sentirme mejor que ellas. No es que sea una perra, ellas se lo merecen, de no ser por Abby mi vida en la secundaria hubiera sido una real mierda.

 Siento el aliento de Liam en mi cuello haciéndome cosquillas y entonces me giro para mirarlo con una ceja levantada.

—Pensé que te gustaría ponerlas celosas.—Murmura él y yo sonrío divertida.

—¿Y por qué estarían celosas?—Pregunto con curiosidad y cruzándome de brazos, haciendo que la cara de Liam cambie radicalmente.

—Eh, no yo, digo, ellas... Ya sabes, estoy en el equipo de futbol ¡Digo de lacroose! y-y...—Liam se calla al ver que estoy reteniendo una carcajada y cierra los ojos para sonreír.

—Ese es el Liam que me gusta.—Digo permitiéndome jugar con su pelo un poco, de cualquier forma lo tiene desordenado así que incluso lo peino—El dulce, tierno y nervioso chico que se preocupa por mí y por sus amigos.—Él me mira a los ojos y sus orbes azules me atrapan completamente—Jamas cambies.

No puedo definir con claridad de que es el brillo que aparece en sus ojos al mirarme pero cuando deja un beso en mi mejilla aquella pregunta se borra de mi mente.

El día de clases transcurre tan normal como el día anterior, sólo que ahora Liam y yo no dejamos de dedicarnos miradas y sonrisas... Es lindo sentirse como una adolescente enamorada, sin todo el mundo sobrenatural. 

—¿Vendrás a verme?—Pregunta Liam ilusionado ocasionando que sonría.

—Claro que lo haré.—Le aseguro sonriente y rodeo su cuello con mis brazos—¿Crees qué Scott y Stiles vayan?—Pregunto preocupada ya que no puedo evitar sentirme culpable.

—No en verdad.—Responde él en un murmuro y yo bajo la mirada pero él la busca nuevamente—Dales tiempo ¿Sí? Allison era...

—Es.—Lo corrijo rápidamente y él asiente.

—Allison es importante para ellos, sólo déjalos digerir la noticia a su forma.

 Yo asiento no muy convencida por sus palabras y luego él une nuestros labios en un beso en el que encuentro apoyo y reparo, me hace sentir mejor y por ello lo alargo todo lo que puedo hecho al que Liam no parece resistirse, cuando al final nos separamos vuelvo a mirarlo a los ojos aún sintiéndome culpable y él besa mi cabeza para luego tomar mi mano y conducirme fuera de la escuela donde al final nos separamos. 

—Nos vemos está noche.

***

Abro la puerta del hogar Stilinski y trago saliva con dificultad al encontrar con Scott y Stiles sentados en el sillón del living, mirándome. Un silencio incomodo se produce, yo no hablo y ellos tampoco lo hacen. Noto que ya comienza a anochecer y que ellos no parecer tener la mínima intención de asistir al partido por lo que la culpa golpea mi pecho con fuerza, doy unos pasos bajando la cabeza decidida a subir la escalera pero entonces algo me detiene: Allison. Esta sentada frente a ellos mirándolos con pena, y yo lo siento.

Suspiro y mientras me repito que me arrepentiré de esto, bajo los pocos escalones que subí volviendo a llamar la atención de ambos.

—Deberían ir al partido.—Hablo con sinceridad—El lacroose siempre fue algo muy suyo...—Miro a Allison quien también me mira y suspiro—Y a ella no le gusta verlos así, a mi tampoco en realidad.—No me animo a dirigirles la mirada ya que tengo miedo de lo que puedan causar en mí—Sé que no está bien que lo diga porque es mi culpa y acepto la responsabilidad, en serio, pero siento la tristeza que ella siente y...—Suspiro una último vez para luego volver a mirarlos a los ojos—Ella quiere que jueguen.—Digo al fin—Sí... Eso.

Vuelvo a bajar la cabeza y casi corro hacia las escaleras las cuales comienzo a subir apurada.

—Gracias.—La voz de Scott hace que sonría.

Yo asiento y sigo subiendo las escaleras.

—Gracias.—Habla ahora Allison en la puerta de mi cuarto.    

Yo le sonrío.

—Falta poco Allison, sólo espera...

—La luna llena.—Ella completa mi frase sonriente.