Brave » Liam Dunbar「#1」

Capitulo 2 "Estaba gritando"

Al final es mi padre el que termina insistiendo en que vaya a esa fiesta de Abby por lo que sin más opción me encuentro arreglándome en el baño, tampoco hay mucho que sepa o puede ser. Nunca me intereso mucho el maquillaje y sin mamá ni ninguna otra mujer viviendo en la casa ya no hay casi nada.

También me visto lo menos llamativa posible, mi mas nueva y linda remera de mangas largas, un pantalón vaquero con unas botas hasta los tobillos y una campera verde oscuro con capucha ya que hace frío y necesito estar abrigada. Una vez considerándome lista, me pongo perfume y vuelvo al baño para volver a peinarme. Es cuando entro que mi ceño se frunce.

En el espejo empañado hay escrita una frase en francés, la misma que yo no recuerdo haber puesto sobre aquel dibujo que hice (Y tampoco recuerdo como) de Allison Argent (Quien vale agregar que no sé como conozco). 

"Nosotros protegemos a quienes no pueden protegerse a si mismos"

La observo durante unos cuantos segundos y luego paso mi mano sobre ella, borrandola. Doy un salto en mi lugar asustada por mi reflejo, el cual por un segundo juro que fue el de Allison Argent.

Parpadeo una cuantas veces y me muevo en el intento de comprobar que soy realmente yo la que se refleja en el espejo, luego de ver que es así, confundida y aún asustada por aquella visión, salgo del baño al final sin peinarme y me conformo con arreglar mi cabello con mis manos.

  —¿Estas lista hija?—Pregunta mi padre sonriente y yo asiento.

Todo el camino en auto hasta la fiesta transcurre en silencio, la verdad es que mi padre y yo no hemos hablado mucho desde ya hace un año... Aveces me hace sentir triste el pensar en la buena relación que antes teníamos pero supongo que sólo necesitamos más tiempo.

Me despido de él con un corto beso en la mejilla y bajo en la entrada al bosque, él se va casi apenas pongo ambos pies sobre el suelo y yo comienzo a adentrarme en el bosque siguiendo la música. Nunca me gusto demasiado el bosque, demasiadas historias... Demasiados cadáveres.

Frunzo el ceño al verme perdida sin poder escuchar muy bien la música, sólo di unos cuantos pasos en el bosque y sin embargo, ahora no puedo reconocer la entrada, miro a mi alrededor buscando algún indicio del pueblo, pero no lo encuentro. Una horrible sensación comienza a expandirse desde mi estomago hacia todo mi cuerpo, como si me estuviera advirtiendo a mi misma que debo correr, escapar del bosque lo antes posible.

Me acerco a un gran tronco cortado que alguna vez fue un gran y fuerte árbol y doy vueltas a su alrededor, me parece conocido, pero resulta extraño, estoy segura de nunca haber estado en esta zona del bosque... Es como si lo hubiese visto en algún sueño o... La verdad no lo sé. 

Volteo decidida a marcharme cuando me detengo en seco, sintiéndome temblar al encontrar en el suelo la misma frase que había en el espejo del baño. Cierro los ojos con fuerza deseando que se vaya y cuando vuelvo a abrirlos no la encuentro, por lo que suspiro relajada.

Cuando vuelvo a girar para volver a ver aquel tronco me encuentro con una figura negra con una mascara y portando una katana, mis ojos se abren completamente a causa del temor y siento ganas de gritar pero no tengo voz. Entonces la figura clava la katana en mí, atravesándome con ella. Los arboles se vuelven paredes, y de la nada ya no estoy en el bosque, sino en el lugar en el que sé, murió Allison Argent. Siento un fuerte dolor por un segundo que recorre todo mi cuerpo y luego siento que caigo perdiendo la fuerza.

Antes de poder chocar contra el suelo alguien me atrapa y segundos después descubro que fue Scott, quien intenta quitarme el dolor sin éxito.

  —No puedo quitarte el dolor.—No logro distinguir si lo dice preocupado, triste o con dolor, probablemente todo lo anterior a la vez es la respuesta acertada.

  —Es porque no duele.—Habló intentando tranquilizarlo—Está bien—Logro decir entre sollozos.

  —Allison...

  —Está bien, es perfecto.—Noto como Scott intenta contener el llanto—Estoy en los brazos de mi primer amor.—Comienza a costarme respirar—La primera persona que he amado.—Una lagrima se me escapa y él suelta un sollozo—La persona que siempre ame.—Siento mis fuerzas desaparecer y entonces comprendo que me queda poco—Te amo, Scott... Scott McCall.

  —¡Allison!—Grito yo llorando y me encuentro con la mirada de Abby y un montón de gente preocupada a mi alrededor.

  —¡Riles dios!  —Abby me abraza con fuerza y yo la miro confundida.

  —¿Qué sucede?—Pregunto confundida.

  —Te encontramos tirada en el suelo, temblabas, tenías espuma en la boca y...—Suelta un sollozo y lagrimas se le escapan mientras me abraza.

  —¿Y qué? 

  —Estabas gritando.—Contesta un chico que reconozco como Mason Hewitt.

Estaba gritando...