Forbidden

Capítulo 6: El insufrible de Tyler.

—¿A dónde me llevas? —pregunté nerviosa.

Tyler lentamente me miró, sentí que iba a vomitar una vez más.

—A un lugar donde nadie nos escuche. —dijo deteniéndose luego de unos cinco minutos de estar caminando. Su tono de voz me puso un poco nerviosa, y mi imaginación hacia estragos con mis nervios.

Lo imaginé a él descuartizando mi cuerpo no antes de violarme, y otros espantosos escenarios que nunca ocurrirán.

Nos miramos unos segundos antes de que él se me acercara rápidamente acorralándome entre un árbol y su cuerpo. Sentí como mi respiración se aceleraba, aún mi sudor estaba helado aunque su cuerpo irradiara calor.

—¿Por qué ni siquiera me has buscado? —preguntó con un brillo un tanto extraño en sus ojos.

—Te dije que fue un error, me dejé llevar por mis malditas hormonas. —la valentía en mi voz no sé de donde la saqué, solo sé que ahí estaba cuando le respondí.

Le di un vistazo rápido. Cabello alborotado, ojos apagados, camisa entallada, pantalón entallado, una barba descuidada de aproximadamente dos días, pero a pesar de todo, hermoso.

—No, tú sabes que no lo fue. —me sentí confundida por la insistencia que había en sus palabras.

—Y-yo… no sé que decirte.

—¿Es tu novio? —sabía que se refería a Freddie, pero eso no impidió que quisiera que lo repitiera.

—¿Qué?

—El que está contigo, ¿es tu novio?

—N-no. —tartamudeé.

—Pero te gusta, ¿no?

—Mira, no sé por qué te interesa tanto mi vida. Si, Freddie me gusta y qué? Déjame en paz, solo tuvimos sexo, nada más que eso. —dije impaciente.

—¿Y por qué no lo mantenemos así? ¿Sexo sin compromiso? —su propuesta me pareció tentadora por un momento, si le decía que sí tal vez me dejara en paz.

—¿Si te digo que si me dejarás en paz?

—Por ahora… —susurró en mi oído, tomando mis muslos y pegándome más al árbol, haciendo que tuviera que enroscar mis piernas por su cadera. Sentí una punzada de dolor no muy fuerte en mis costillas

Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando sentí sus labios en mi cuello, un suspiro salió de mis labios sin previo aviso. Todos mis vellos se erizaron con el contacto de sus labios contra mi piel.

Sus labios fueron en ascenso, de mi cuello a la esquina de mis labios, hasta el lóbulo de mi oreja haciendo que soltara pequeños gemidos casi inaudibles.

—Yo… yo… para. —dije apenas en un susurro, mi respiración entrecortada no me dejaba pronunciar bien las palabras. — Detente, me debo ir. Llámame luego, sé que tienes mi número. — supuse que tendría mi número ya que si supo que estaría aquí, fácil lo obtendría.

—P-pero… —sé que lo dejé un poco cortado, YO MISMA ME DEJÉ CORTADA, pero sabía que era lo mejor. No mezclaré mis sentimientos puramente carnales con Tyler con mis sentimientos que apenas se van aflorando –y no he descifrado- hacia Freddie.

Salí corriendo en cuanto pude –y cuanto pude, ya que el dolor en mis costillas no me permitió llegar muy lejos así-. Agradecí inmensamente que la adrenalina que recorría mi cuerpo fuera una especie de anestesia para mi dolor en las costillas –aunque no eliminara el dolor por completo- me impulsara más rápido hacia la salida del bosque.