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Capítulo 23: Panqueques.

*tres meses después*

Luego de miles de discuciones con Freddie la primera semana de estadía aquí en Dallas, Texas, al fin llegamos a un acuerdo. Había quedado encantada con la casa en la que nos encontrabamos por lo que al enterarme que sólo estaríamos dos semanas allí, casi entro en trabajo de parto. Le expliqué a Freddie que si me iba a mantener encerrada en una casa por los siguientes seis meses, al menos debía permitirme quedarme en un lugar fijo. Luego de insistir como una loca, accedió. Así es como comenzó mi estadía aquí. Mis días eran muy cotidianos y tuve que aprender a hacer las cosas de la casa, como lavar la ropa y preparar comida, aunque suene muy básico, al principio no sabía lo que hacía.

Luego de esa primera semana llena de peleas, las cosas se aligeraron entre Freddie y yo, él había sido muy amable conmigo y empecé a ver ese Freddie que conocí en el supermercado, con esos ojitos de cachorrito que simplemente derretían mi corazón. 

Freddie se abrió un poco conmigo y me dijo que él no hacía eso porque quisiera hacerme daño o porque simplemente quería separarme del mundo entero y secuestrarme, alguien lo había mandado a hacerlo, y cuando ese alguien quiere algo, no parará hasta obtenerlo.

"Pensé que si yo era el que lo hacía, me aseguraría de que nadie te hiciera daño en el trayecto. Por supuesto, las reglas son las mismas, sólo que yo no te aislaré por completo, puedes llamar a tus abuelos o tu mamá ocacionalmente para no levantar sospechas y tampoco te voy a meter a un calabozo, primero que todo, estás embarazada, y yo no soy ése tipo de personas que sólo pueden lastimar a una persona porque sí." me dijo ese día, sentados en el sillón luego de una pequeña discución en la que acabé llorando.

Luego de todo eso, recobré un poco de confianza con Freddie, sentía en sus palabras que lo que decía era verdad, tal vez era una estúpida ingenua por creerlo, pero ya qué mas debía hacer. Estaba estancada aquí hasta los últimos días de mi embarazo y no quería pasarlos con ira. Además, necesitaba estar alejada de todos por un tiempo, no podía seguir escondiendome de todos por Tyler, y la última vez que lo vi me quedó claro que no podría contar con el durante el embarazo, tal vez ni le diría sobre la bebé. Me podría estar equivocando con todas las decisiones que estaba tomando, pero eran las únicas que parecían correctas.

Me levanté de mi cama y me dirigí a la cocina, prendí la cocina y saqué todo lo que necesitaba para hacer panqueques. Ya era de noche y Freddie debería estar por llegar del trabajo.

Escuché el tintineo de unas llaves en la puerta principal justo cuando terminaba de poner los panqueques en la mesita de la sala, junto al televisor. Hice caso omiso a sabiendas de que era Freddie y procedí a meterme un gran trozo de panqueque en la boca. Me levanté para buscar algo de agua y cuando volví vi a un gran Pastor Alemán de un par de meses encima de mi plato devorando mis pobres panqueques.

Empecé a gritar cual loca cuando vi no sólo el desastre que estaba haciendo, sino como todos los panqueques que había echo con tanto amor y cariño y hambre estaban siendo devorados por esa bestia y ni se detenía a saborearlos.

—¿ALFRED, QUÉ ES ESTO? —exclamé indignada al verlo pasar muy relajadamente al lado de la bestia que se pasaba la lengua por sus diabólicos dientes.

¡MIS PANQUEQUES!

—¿Un perro? —rió.

—NO ME CAUSA GRACIA, ALFRED. TU MALDITA BESTIA SE COMIÓ TODA MI COMIDA. —veía los pedazos de panqueques en el suelo. Oh, queridos caídos...

—Haz más. —Respondió cortamente, sacando sus panqueques del microondas.

—Haz tú mas. —dije arrebatándole el plato de las manos. Escuché como Freddie se reía a todo pulmón detrás de mi mientras sacaba algunas cosas de la nevera.

—Un día de estos me vas a matar, Eli.

—¿No será al revés? —susurré.

—¿Como dijiste, cariño? —me miró con ternura.

—Nada. —sonreí. — ¿Como te fue hoy en el trabajo?

—Genial. Eli, si quieres toma mi teléfono de mi chaqueta y llama a tu abuelo, me dijeron que estuvo de paso por el hospital.

A ése punto, ya había suficiente confianza como para que me dejara tomar su teléfono y con certeza no llamaría a la policía o algo. Él sabía que había accedido a ir con él no sólo porque me preocupaba mi seguridad y la de mi bebé, también necesitaba alejarme de todos por un tiempo.

—Espero que no sea nada grave. —Comenté antes de poner el teléfono en mi oído.

Luego de una rápida conversación con mi abuela, me enteré que mi abuelo se había caído mientras hacía unos trabajos en el jardín y se había dislocado la pierna. Según lo que le dijeron, no había sido nada muy grave, unas semanas en reposo y estaría a la perfección de nuevo. Me alegró escuchar su voz y saber que no iba a mayores lo del pequeño accidente de mi abuelo, no sé qué haría si algo le pasara.

Dejé el teléfono en la mesita y me acerqué al mueble en el que ahora estaba sentado Freddie.

—Freddie, ¿me dices qué carajos hace un pastor alemán en mi casa? —pregunte lo mas suave que pude.

—¿Sabes algo? Pensé que estando tanto tiempo aquí sola, sin salir y todo eso, te podría deprimir o aburrir así que decidí que debería comprar un cachorrito para que te entretengas un rato.

—Pero Freddie, esto no es un cachorrito. —exclamé.

—Sí que lo es, sólo tiene cuatro meses.

—Pero es enorme, ¿Como puede tener cuatro meses?

—Es un Pastor Alemán, bebé. —Sonrió.

Gruñí en rendición. —Mañana viene la doctora, estarás aquí para cuando llegue? —le pregunté, refiriéndome al chequeo mensual de la bebé que me hacían en casa.

—Sí, trataré.

—Genial.

Puso una mano en mi vientre e inmediatamente me tensé, aún me era extraño toda esta situación y no era que tenía mi confianza puesta por completo en él. Él lo sabía, así que retrocedió un poco y yo me dirigí a mi cuarto.

—Buenas noches, Freddie. —Dije antes de cerrar la puerta.

—Buenas noches, Elizabeth. —me estremecí al recordar como Tyler me susurraba exactamente lo mismo en el mismo tono todas las noches antes de dormir.

Suspiré, me di la vuelta y me encontré con un intruso en mi cama.

—¡FREDDIE!

N/A: no crean que estoy 100% feliz con este capítulo, para mi fue mucho blahblah y muy poca acción, pero fue básicamente lo que me salió (? Perdón si fue muy corto, lo re escribí por mi teléfono (porque Wattpad no me deja escribir o ingresar por la computadora) así que no se con exactitud cuán largo es, mil disculpas. También, disculpa por lA LARGA ESPERA, ME SIENTO LA PEOR PERSONA DEL MUNDO POR NO HABER ACTUALIZADO ANTES, OK? Lo siento, acabé de terminar mis exámenes finales luego de dos meses y ahora fue que puse sentarme a leer y re escribir mis ideas, lo siento muchísimo. Update de la vida de esta escritora: ¿adivinen quién empieza en el gimnasio mañana? ¡YO! si notan alguna emoción en esas líneas, es todo efecto de sus imaginaciones. En fin, ya estoy de vacaciones y la próxima actualización será la próxima semana, lo prometo. Besos x

Se pasan por mi otra historia I found my prince? Se que les encantará ;)