Capitulo 16: Reencuentro.

91 12 3
                                    

No puede ser... ¡No puede ser! Esta aquí. Justamente creí que esto me despejaría de sus recuerdos y hay esta. Mirándome fijamente. ¡Qué suerte la mía!

Avanzo sin saber a donde ir. Estamos rodeados de cabañas en donde nos alojaremos. Me meto en una de estas. Vale, está abandonada. Descargo mis cosas y voy al baño. Abro el grifo y, después de muchas salpicaduras y óxido, fluye agua limpia. Me empapo la cara mientras me relajo un poco. Levanto la cabeza en busca de mi reflejo en el espejo y hay esta él. En la entrada de la puerta, con una sonrisa triunfal. Lo odio.

Empiezo a respirar muy rápido. Si no fuera por el agua que cae por mi cara, el sudor se haría presente. Mis piernas empiezan a ceder y siento que en cualquier momento me voy a caer. ¿Desde cuando él me pone así? Algo tiene que no me permite pensar o hacer cosas con claridad. Lo odio por eso.

Lentamente se acerca y me agarra por atrás. Mentiría si digo que no me gusta que me tome así. Sus brazos rodean mi cintura y su cabeza se descarga en mi hombro y me susurra:

-Te amo-.

Es como si diese un salto en el tiempo. En esos momentos en los cuales me recordaba su amor. Justamente cuando empezaba a superarlo, mi cuerpo cede y una lágrima me cae por la mejilla. ¿Cuantas veces me pidió perdón y de distintas maneras?

-Te amo y te odio David...- Es la primera vez que hablamos en meses y no lo insulto o golpeo. Bueno, técnicamente le estoy diciendo que lo odio, pero por algo se comienza.

-Lo sé...- Me aprieta con más fuerza. -Y no sabes lo arrepentido que estoy-.

Empiezo a tomar algo (O lo que me queda) de orgullo y comienzo a alejarme. Pero David me sostiene y me hace girar para verlo a los ojos. Y sin previo aviso, me planta un beso.

Siento una sensación muy rara que nunca había sentido. Algo que me provoca deseo. Se extiende por todo mi cuerpo y me causa una pequeña corriente que me pide más.

No se quien soy cuando le correspondo el beso a este chico, pero al hacerlo, activo algo en él. Salimos del baño aún besándonos y nos tumbamos en la cama que hay en un dormitorio. Todo se pone más intenso y es hay cuando empieza a volar nuestra ropa.

CENSURADO.

¿Qué hice? ¡¿Qué hice?! Acabo de... Mi primera vez fue con David Holmes. Estoy un poco mareada y me duelen varias partes del cuerpo, pero eso no se puede restar con lo que acabó de vivir. Simplemente me encanto.

David se ha dormido, yo no se que hacer. En mi mente hay un estofado de pensamientos sin sentido, desde como me afectara hasta votar el Condón. El problema es que no veo ningún condón.

Busco como loca con la manta enrollada en mi cuerpo, pero no hay nada. Hasta que recuerdo que no hubo ninguno en el acto.

<<¡Eres una estúpida!>> Pienso. <<¡Te metiste con un hombre y no usaron él "seguro" que siempre te sugirieron que usaran!>> Empiezo a temblar. Me ducho y me visto muy rápido. No se cuanto tiempo habrá pasado y no me importa ahora. De echo, no me importa nada más que entrar en pánico.

Cuando estoy por salir, me detiene.

-Espera-. Freno en seco. -No te vayas-. Se pone como puede su ropa y llega a mi lado. -No soportaría perderte otra vez-. Me besa el cuello.

-David...- Suspiro. -No quiero cometer el mismo error-.

-Jamas pasara.- Me susurra. -Lo prometo-.

Lo promete.

Amor Rebelde. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora