MI VECINO 2

Capitulo uno

12:00pm

— ¡Fue la mejor noche de mi vida! —grité emocionada cuando volvíamos a casa después de haber ido a la inauguración del parque de diversiones— gracias por traerme Cameron.

— Todo por ver esas hermosas curvas que se dibujan en tu rostro —dijo él perdido en mi sonrisa.

Sí, él seguía siendo el mismo idiota cursi.

— Fue lindo compartir esto contigo —dije apretando suavemente su mano.

— Para mi es un placer compartir cada día de mi vida contigo Emma, yo no podría imaginar una vida sin la luz que tu le das  —expresó él una vez que llegamos a la puerta de mi casa.

Ambos nos quedamos en silencio mirándonos fijamente sin siquiera parpadear y poco a poco íbamos acercándonos uno al otro con la intensión de unir nuestros labios, hasta que...

— Al fin llegaste —dijo mamá abriendo la puerta de repente interrumpiéndonos.

Entonces Cameron volteo su rostro mientras sonreía al igual que yo. Sí, mamá y papá cumplieron con su promesa de dejarme salir con Cameron, pero aún así se preocupan por lo que ande habiendo.

— Hola mamá —la salude apenada.

— Hola señora  —hablo Cameron sonriéndole.

— Emma dijiste que irías a esa inauguración pero nunca que llegarías a media noche —sermoneo.

— Fue mi culpa —dijo Cameron— Yo quise subirme a unas cuantas máquinas más, y se hizo tarde.

Estaba mintiendo para cubrirme, porque la verdad de la historia es que era yo quien quería montarse en todo mientras él era sometido a hacer lo que yo quería.

— Bueno ya que —expresó mamá rodando ligeramente sus ojos— pasa Emma, Cameron tú vuelve a tu casa, tus padres también deben estar preocupados.

— Claro que si Señora —oí decir a Cameron una vez se entre a casa— adiós Emma, te amo un mundo.

—También te amo —respondí sonriéndole detrás de mamá.

— Si, si mucho amor —bufo mamá— ya largo de aquí —dijo para luego cerrar la puerta.

— Buenas noches mamá —dije dandole la espalda con la intensión de irme a mi habitación a descansar.

— Emma espera —dijo mi madre deteniéndome— ¿Qué hablamos de los horarios? —pregunto de brazos cruzados.

— Ah mamá es muy tarde para discutir este tema otra vez —exprese pasando mis manos por mi rostro cansada.

— Sabes que este pueblo es muy solo, no sabemos qué clase de maldad hay en la calle como para que llegues a media noche —comento frunciendo el ceño

— Mamá, tienes en la mente una imagen errónea de este pueblo —dije— además no estoy sola, estoy siempre con Cameron.

— Aun así te prohibo que llegues tan tarde a casa, irrumpes en mi horario de descanso por estar atenta a que llegues a salvo —comento afincándose de la mesa.

— Mamá ya no puedes prohibirme nada, no soy una niña —le dije dandole la espalda para luego subir lentamente la escalera.

— Mientras vivas en esta casa deberás cumplir ciertas reglas señorita —insistió mamá para luego yo responderle con el golpe de mi puerta al cerrarse.

Cuando entre a mi habitación de inmediato me quite las botas que traía y comencé a darle un masaje a mis pies para disminuir el dolor que sentía en ellos, me había divertido mucho y estaba agotada.