Capítulo 12

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-No hay necesidad de buscarme cuando ya me has encontrado- abro mis ojos. Ahí estaba mi hermana, con esposas y escoltada por Darth Vader y Sorella Riley -Sea lo que sea que quieras conmigo, Sidious, deja a mi familia fuera de esto.

-Leila Skywalker. Te esperábamos.

Leila miro hacia la plataforma, ahí yacía Sidious, sentado, observando magnificado, tal vez, por los improvisados resultados que ha tomado esta... reunión. No lograba ver que hacía pero puedo suponer que sonreía tenebrosamente.

-Libera a mi familia. Y tendré piedad cuando tenga que separar tu cabeza de tu cuerpo.

Miraba amenazante a Sidious, Sorella sólo la observaba como si quisiera adivinar su próximo movimiento, y Vader, solo estaba rígido y silencioso. Los demás que estábamos esposados, solo observábamos atentamente a Leila. Hace años que no la veía utilizar un sable de luz, tal vez Ahsoka ya la había visto, pero desde que conozco a Leila, siempre ha sido un espectáculo respecto a sus sables de luz.

-No los liberaré. Quiero que muestres tu fuerza completa, Leila. Quiero que dejes de resistir tu poder. No niegues tus impulsos, querida muchacha. Porque todo aquel que niega sus impulsos, niega lo que lo hace humano.

-No necesito seguir mis impulsos para saber que soy completamente humana, Sidious.

-Eres inteligente, astuta, valiente y leal. Cuatro características bien codiciadas en el universo. Te ofrezco unirte a mi. Ser nuevamente mi aprendiz. Déjame mostrarte los misterios de la Fuerza.

Leila observaba y escuchaba a Sidious. Por favor... no lo escuches hermana.

-Es una gran tentación, pero lo haré si puedes responder esta pregunta: ¿Cómo es posible que existan dos personas que han nacido de la fuerza?

Sidious se quedo completamente callado, veía que no sabia que decir.

-Es una pena que no pudieras contestar correctamente. Porque estas ante el gran enigma del universo.

Dicho eso, tomó sus sables del luz, los activó y el color azul iluminó su alrededor. Vader y Sorella también activaron sus sables, entonces comenzó la pelea. Leila apenas forzaba un músculo, similar a Vader pero Sorella era quien consumía su propia energía para derrotar a Leila, aunque realmente dudo que ella pueda hacerlo. Entonces, me distraigo, veo que a un lado de Allya, Ahsoka se estaba librando de las ataduras, ella me mira y sonríe. Salta y alcanza su sable de luz, corre hasta quedar a un lado de Leila.

-Te tomó mucho tiempo, ¿Sabias?- dijo Leila mientras miraba de reojo a Ahsoka.

-Si, pero después de tanto tiempo, sigue siendo interesante verte hacer un monólogo cuando estas a punto de patear traseros- dijo Ahsoka, riendo.

-¿Hablas en serio? Siempre dices que me calle cuando los doy- le dijo Leila.

-Una vez no matará a nadie, supongo- dijo Ahsoka.

-Lo que digas, Tano- murmuró Leila, Ahsoka activó sus sables blancos, me sorprendí al ver que cambió los colores de sus sables.

Entonces, escucho explosiones cerca del lugar al cual nos encontramos. Miro a Padme, la preocupación en sus ojos es notable, miro a mi hermana y ella mira a Ahsoka.

-Es ahora donde debes dejar soltar la culpa, joven Leila. Derrotar a Vader y a mi, o salvar a tu familia- dice Sidious.

Todas las miradas están en Leila. Mira a Allya y a Zane. Se que esta teniendo una lucha mental consigo misma.

-Mamá, no le hagas caso. ¡Detenlos!

Escucho más explosiones, más cercanas, a medida que los segundos avanzan, el lugar se remece por las explosiones.

Star Wars: Los misterios de la FuerzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora