8.

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Apago el despertador que llevaba sonando hacia cinco minutos y me levanto de la cama. Me visto y cojo una manzana para desayunar ya que al haberme estado tiempo de mas en la cama no tenía tiempo para desayunar. Cuando he acabado de comerme la manzana y arreglar la maleta del instituto cojo el móvil y miro los mensajes que me habían mandado desde que anoche a las 20:00 me hubiera ido a dormir. Veo que Laia no me había mandado ningún mensaje desde aquel último "tranquilo" que me había mandado la noche anterior, pero veo que David me había enviado dos mensajes anoche y los miro para responderle:

-Iván mañana no vengas a buscarme mañana que tengo que ir a recoger unos análisis y me llevara mi madre más tarde. Nos vemos en el recreo.-leo el mensaje y le respondo con un simple "vale", iba tarde y no tenía tiempo a mandarle más mensajes

En ese momento pican al timbre y me pongo la chaqueta para dirigirme a la puerta e irme.

-Pensaba que te habías dormido.-miro a la chica que estaba preciosa y le muestro una sonrisa.

-Voy de culo.-me río y le doy un beso en la mejilla mientras nos dirigimos hacia el ascensor.-Por cierto no tengo que ir a por David así que nos vamos directamente. Nos vamos por la calle del hospital ¿Vale?.-la chica asiente y sale del ascensor ya que habíamos llegado al garaje.

Laia

Antes de que Iván suba a la moto y se ponga el casco, salgo corriendo y voy a besarlo. Me gustaba besarlo.

Encendemos las dos motos a la vez y le dejo pasar para que abra la puerta del garaje para salir hacia el instituto. Salimos y el chico acelera pero sin ir muy rápido para que le pudiera seguir el ritmo. Él sabía que no me gusta ir rápido con la moto porque le tengo mucho miedo a la velocidad, pero no tenía otro remedio que coger la moto para ir al instituto.

Cuando estamos en la calle del hospital, a cinco minutos del instituto, el chico acelera para pasar por la rotonda ya que en ese momento no había tránsito ninguno pero le gustaba coger esa rotonda con velocidad. De repente, un coche aparece de la nada y se dirige hacia donde está la moto del chico que, sin reacción ninguna se lo come y el chico sale disparado por encima del coche. En ese momento me quede paralizada. Aparco la moto y salgo corriendo hacia donde estaba el chico y donde había una muchacha joven que había salido a socorrerlo, la chica que lo había atropellado. Mientras yo me quedo con el chico que seguía con el casco puesto pero sin abrir los ojos aprovecho para llamar a su casa haber sí con suerte su madre aún no se había ido a casa del abuelo y podía responder.

-¿Hola? ¿Sandra? Soy Laia, íbamos hacia el instituto y..-empiezo a llorar y veo como la madre de Iván se altera cada vez más. En ese momento llega la ambulancia que la chica había llamado y dos doctores sacan una camilla para recoger al chico y llevarlo dentro de la ambulancia.-Ven al hospital, por favor, Iván ha tenido un accidente de moto.-No soy capaz de escuchar a la madre del chico que no paraba de hacerme preguntas pero le cuelgo al ver que no podía parar de llorar y no le podía contestar.

Aparco la moto de Iván en la entrada del hospital. Lo bueno por así decirlo, era que el accidente había sido en una rotonda que estaba justo enfrente del hospital lo que hacia que la ambulancia hubiera llegado en menos de un minuto y se habían llevado al chico de inmediato.

Me quedo en la puerta del hospital mientras espero a que la madre de Iván llegue y en ese momento veo como el coche de mi madre está aparcando en el parquing del hospital. "¿Mi madre?"pienso mientras me dirijo hacia ellas. Me acerco al coche y nada más parar sale mi madre y la madre de Iván al mismo tiempo y les aviso.

-Han subido a Iván a planta hace poco más de cinco minutos. Le han echo pruebas y han dicho que ha tenido muchísima suerte.-miro a la madre de Iván y sigo hablando con ella mientras entramos en el hospital.- no se que ha ocurrido, sólo he visto como iba delante de mi haciendo la rotonda y un coche ha llegado de la nada y ha salido volando.-la madre de Iván tenía los ojos humedecidos, se notaba que había estado llorando por lo que seguramente por eso mi madre la había traído.

Los hombres también se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora